Los premios Feroz tendrán lugar este 26 de enero en el Palacio Vistalegre de Madrid, con presencia también del público, junto a una impresionante fiesta de cine y diversión (como suele ser habitual con las galas de estos premios). Además, en su 11º edición también vienen acompañados de las nominaciones de los Arrebato No Ficción más didácticas de los últimos tiempos.
Ya están aquí las tan esperadas finalistas de los Premios Feroz y con ellas su sección tan característica, el Arrebato No Ficción. Galardón que da la oportunidad a películas ideadas desde una perspectiva más personal, arriesgada e independiente para llegar a la gran pantalla y al resto de la sociedad.
Algo muy especial comparten todas las nominadas y es que llegan para romperlo todo y compartir su gran capacidad para expandir la mirada al espectador, de una manera tan única como ellas. Desde el punto de vista de una espectadora que ya ha cursado las cinco lecciones, aquí van las cinco nominadas.
Si bien es cierto que los amigos son la familia que se elige, ¿qué ocurre cuando lo que se comparte pasa de ser sangre a ser una condena? La Mala Familia reúne en un choque de realidad sin anestesia el reencuentro de Andrés con su variopinto grupo de amigos por su permiso penitenciario.
Nacho A. Villar y Luís Rojo deciden con su ópera prima abrirnos los ojos sobre un tema poco tratado: la cicatriz que deja la cárcel en las personas, en su entorno y en sus ‘familias’. Una película que nos muestra la importancia de una cálida empatía y segundas oportunidades en un mundo lleno de fríos prejuicios.
¿Y si en vez de estar unidos por una sentencia, es la familia de sangre la verdadera condena? En Ara la llum cau vertical, Efthymia Zymvragaki se nos abre plenamente para enseñarnos que ‘todas las historias acaban en una’. Por un lado, un maltratador en una historia, y por otro, ella en un rol que no eligió. Sin embargo, ambos se unen para contarnos un único relato.
No lo sabemos con certeza hasta el final, pero la directora se encarga de hacernos sentir que estamos allí con ella. Con ella y con Ernesto. Y nos sentimos vulnerables todos, pero seguros.
Este largometraje es para abrirse y sentir, aprender a medida que conocemos la historia de Ernesto que cada relato no es más que la perspectiva de quien lo cuenta, que las cosas no son siempre blancas o negras o que la gama de los grises es mucho más amplia que los blancos impolutos.
Honesta y sincera, no podemos sentirnos más agradecidos de que la directora se muestre de una manera tan profunda y personal y que nos revele facetas de nosotros mismos, que ni siquiera conocíamos o podíamos imaginar.
Por otro lado, la figura de Antonia Singla nos llega casi por sorpresa, muchos no conocíamos su personaje, pero tras cruzar miradas con ella supimos que eso estaba a punto de cambiar. La Singla no nos va a dejar indiferentes. ¿Qué tiene esta extraordinaria joven que nos conmueve con tan solo mirarla? Eso es algo que, aún a día de hoy, no podemos explicar.
En la sala se notaba la emoción, no queríamos dejar de mirar, sentíamos al compás del taconeo de La Singla. Antonia nos enseña con su derroche de pasión y expresividad que para hacer sentir no hacen falta palabras. Que no supiera hablar en un principio no significa que no tuviera nada que decir. Termina el largometraje, una última foto de Antonia Singla. Volvemos a cruzar miradas. Ahora sí la conocemos gracias a la directora Paloma Zapata.
Pocas personas se atreven a asegurar que el aquí y ahora podía ser agridulce. Carme Elías da un paso al frente para demostrarnos con valentía que uno debe luchar por uno mismo, por su vocación hasta que sea posible, Mientras seas tú. Y lo hace de la mano de la sensibilidad de la directora Claudia Pinto.
La vitalidad y sinceridad de Carme Elías es tan inspiradora como abrumadora como su honestidad para hablar de su ‘último viaje consciente’, según lo define ella. La actriz se ha embarcado en este viaje tan especial y, al mostrarnos su lucha por no olvidar, ha logrado que nosotros no vayamos a olvidarla nunca.
Los viajes inesperados, arriesgados y personales de estos Arrebatos No Ficción no han acabado todavía. Lois Patiño decide regalarnos una experiencia multisensorial, como pocas veces se habían vivido en una sala de cine (al menos desde 1952 y los Hurlements en faveur de Sade, de Guy Debord) para hacernos entender su visión de la esencia humana.
Samsara es un transitar que enseña sobre la vida y sobre ti mismo. Una travesía tan íntima, reconfortante y sensorial que al finalizar no hago otra cosa que relacionarla con un josravaní (una escritura que compacta concepto e imagen y otorga un aspecto pruridimensional) del director Abbas Kiarostami;
La noche
larga.
El día
largo.
La vida
corta.
Existen películas que pasan por el espectador. Luego viene otro nivel, el de las que lo transforman. Sin duda, las nominadas a los Premios Feroz en Arrebato no Ficción es de este último nivel. Nos vemos tod@s este 26 de enero, en Vistalegre (el nombre del lugar no podía estar en mejor concordancia con las nominadas), para seguir aprendiendo de la mejor manera, de la mano del cine.
