La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, en colaboración con la Asociación de Productores de Cine (ANCINE), ha acertado de pleno en la elección de su primera acción en el festival internacional de San Sebastián, visto el numeroso público que ha asistido al encuentro.
El entramado de condiciones, pliegos y plazos de las ayudas a la producción entre diferentes Comunidades Autónomas es un terreno en el que solo lo más valientes y arriesgados pueden adentrarse. Marta Velasco (presidenta de Academia de Cine Andaluz y Àralan Films) ha comenzado resaltando la importancia de encontrar el carácter orgánico y la naturalidad de las coproducciones interterritoriales, así como defendiendo el gasto por rodaje en cada comunidad autónoma. Las coproducciones son imprescindibles, pero deben tener su lógica más allá de la financiación.
Junto a ella se encontraba una representación de las mejores compañías productoras del país: Emilia Fort (Avalon PC), Kiko Martínez (Nadie es perfecto), Alex Lafuente (BTEAM Pictures), Ander Barinaga-Rementeria (Irusoin) y José Alba (presidente de ANCINE y Pecado Films), moderado por Alejandro Ávila (ANCINE). Prueba de ello son algunos de los éxitos producidos y su impresionante repercusión, tanto a nivel nacional como internacional: 20.000 especies de abejas, Alcarràs, As bestas…
Un animado debate ha ido creando, poco a poco, una serie de conclusiones sobre un tema primordial para nuestro tejido industrial del sector del cine o la relevancia que tiene para la presencia de nuestro cine en los festivales internacionales o su repercusión en los resultados de taquilla.
Coordinación entre los calendarios, fechas y resoluciones de las distintas administraciones territoriales y nacionales
Vista la dificultad de los plazos existentes entre las presentaciones a las ayudas, los plazos de rodaje y la importancia de haber obtenido ciertas subvenciones para poder puntuar más en otros expedientes, todos los participantes a la mesa redonda, han coincidido en la imprescindible necesidad de una mayor coordinación entre las Comunidades Autónomas y el ICAA.
Mayor flexibilidad en la interpretación de ciertos criterios dado el carácter evolutivo de una coproducción
Si bien todos han coincido en la seriedad y rigor con la que se debe tener en cuenta el origen de las ayudas a la producción, dado que se trata de fondos públicos, también coinciden en que la estructura de ayudas no toma en cuenta cómo evoluciona una producción a lo largo del tiempo. Una mayor coproducción, gracias a que entran nuevos socios, no debería hacer perder u obligar revertir los fondos ya obtenidos, justo cuando se ha logrado que la película sea más importante.
Mayor dotación presupuestaria
Uno de los datos que mayor interés ha despertado son los fondos que cada autonomía destina a las ayudas a producción. La diversidad en este tema es de lo título de ejemplo: entre 2008 y 2022, Euskadi se mantuvo bastante similar, de 2.070.000€ a 2.360.000€; Cataluña pegó un gran salto, de 11.500.000€ a más de 18.000.000€; y la única que ha descendido en dotación presupuestaria ha sido Andalucía, al pasar de 4.000.000€ a 2.300.000€. Un tema que implica políticas territoriales concretas que apuestan con solidez y recursos por la industria cinematográfica.
Transparencia en las resoluciones públicas
Una acción que no requiere ningún tipo de soporte económico sino de una clara voluntad de transparencia es una mayor y más detalladas resoluciones de ayudas. La publicación de estos datos sirve a las productoras para analizar márgenes de maniobra y mejorar sus propuestas futuras.
A lo largo del encuentro se han ido acumulando propuestas, casi en forma de estas cuatro conclusiones, que parecen una hoja de ruta de posibles futuros encuentros. Se percibe una excelente sintonía entre la Junta de Andalucía, ANCINE y la Academia de Cine. Ganas de seguir avanzando y de abrir nuevos diálogos que sigan exportando, mucho más allá de sus fronteras, el buen saber técnico y artístico del sector cinematográfico andaluz, tan creativo y generador de recursos.
A pocas horas de que uno de los mayores éxitos internacionales del año, Cerrar los ojos, otra producción andaluza, reciba el Premio Donostia, los ojos (y los oídos) de todos los presentes estaban muy abiertos.
