Hemos empezado la Semana Santa con emociones fuertes: con una película de terror andaluza que le da un buen repasito a la religión. Se llama Tin y Tina, la dirige Rubin Stein y la protagonizan dos angelicalmente terroríficos niños de piel pálida… Tin y Tina, Manuel Morgollón y Anastasia Ruso.
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Para Rubin no hay nada más terrorífico que servir a un Dios que nos ordena, a través de la Biblia, que hay que limpiar el alma de los pecadores. Hitchock, Chico Ibáñez Serrador, Polanski… son muchos los grandes maestros de los que bebe, y nunca mejor dicho, Tin y Tina, según nuestra crítica Esther Lopera.
Por ejemplo: ese vaso de leche que emplaza en una escena (aparentemente sin relevancia) y que luego muestra más adelante cuando se precipita la acción en la mano de Tina ofreciéndoselo a su madre adoptiva (Milena Smit) y que nos lleva a la famosa secuencia del vaso envenenado de Gary Grant en “Sospecha” (1941).
Uno de los aspectos más sorprendentes es cómo coloca la cámara Rubin Stein: para Esther Lopera, la secuencia de la piscina en la que Tin y Tina bautizan al hijo biológico de Lola (Milena Smit) y Adolfo (Jaime Lorente) es “una de las mejores escenas que hemos visto en el cine de género español contemporáneo”.
Para bajar las revoluciones, los estrenos del viernes de resurrección pasan al miércoles santo, como es tradicional en la cartelera española, y podremos ver dos comedias andaluzas.
Por un lado, tenemos De Caperucita a loba, dirigida por Chus Gutiérrez, a la que ya tuvimos en el estudio cuando estrenó el verano pasado Sin ti no puedo, que se puede disfrutar por cierto en Amazon.
Pero hablamos de una comedia sobre la relaciones de amor o, mejor dicho, sexo. Una comedia desternillante, basada en la exitosa obra de teatro de Marta González de Vega, que es la protagonista y guionista, por la que desfilan algunos de los grandes cómicos y humoristas del país como Jose Mota, Berto Romero, Santiago Segura o Antonio Resines.
Y, Lourdes, para terminar, una comedia exquisita, que compitió en el Festival de Málaga y regresó con premio. Se llama Empieza el baile, la produce Marta Velasco, la dirige Marina Seresky, y según nuestro querido crítico de Filmand Carlos Loureda, es un homenaje a la mejor comedia de los 50, en la que Darío Grandinetti ilumina cada plano de esta magnífica ‘Con Furgoneta y a lo loco’. No es casualidad que se llevara dos premios: el del público y el de mejor actor de reparto, el gran Jorge Marrale. Únele a Mercedes Morán, y ya tienes a un trió perfecto de actores.
Una de las protagonistas, Mercedes Morán, la mitad de una mítica pareja de tango, se asemeja a la mismísima Fedora, la nostalgia que sufren ante su glorioso pasado es igual de intenso que en Crepúsculo de los Dioses, los tres protagonistas de la película recuerdan al magnífico trío de Bésame, tonto. Empieza el baile sustituye las faldas por un vehículo, pero su título bien podría haber sido Con Furgoneta y a lo loco.
