El mundo es vuestro culmina de la trilogía de Los Compadres, interpretados por Alfonso Sánchez y Alberto López. Una trilogía que comenzó con El mundo es nuestro, luego suyo y ahora, vuestro.
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En esta secuela se resuelven muchos asuntos pendientes. Por ejemplo, la tensión (no resuelta) entre Rafi, Fali y Cayetana…o deberíamos decir Cayetita. Cayetana está casada con Fali y lo ha sometido a terapia para que deje de ser un machirulo.
Lo malo es que su compadre Rafi lo necesita y aparece en el momento más inoportuno: en una montería donde se va a cerrar el gran negocio del siglo para España: venderle la España vaciada a la China superpoblada.
Alfonso nos decía hace un año que en esta película quería hacer un homenaje a Berlanga. Y es verdad: aquí hay su poquito de Bienvenido Mr. Marshall (en este caso chino), su poquito de La escopeta nacional (Esas escenas delirantes y corales…) y vemos hasta un poquito de La vaquilla.
La comedia invita a la carcajada y a descubrir sus guiños, también a los Monty Phyton. También destaca la cuidada fotografía de Alejandro Espadero, que se ha batido el cobre a base de planos de secuencia, y que es ya uno de nuestros directores de fotografía andaluces más importantes.
Y, como siempre, las interpretaciones están especialmente cuidadas y coreografiadas… y hasta improvisadas. Desde el trío protagonista, formado por Alfonso Sánchez, Alberto López y Carmen Canivell, que están divertidos, maravillosos y creíbles incluso en los momentos más delirantes, hasta una regia Teresa Arbolí, que aquí vuelve a ser la marquesa, o la intérprete de origen asiático Chacha Huang.
Alfonso Sánchez vuelve a demostrar que lo suyo es sacarle las vergüenzas (políticas) a este país desde ese esperpento que maneja tan bien y que no tiene miedo al riesgo narrativo ni formal. Es hora de volver a llenar las salas. Y El mundo es vuestro es un excelente comienzo.
