Fernando Franco celebra la premiere latinoamericana de La consagración de la primavera en el Festival Global de Santo Domingo. Se trata de una película que se apoya en la intimidad de sus protagonistas y el humor para salvar el obstáculo de nuestros prejuicios

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24 Ene 2023
Alejandro Ávila
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Tras su estreno en el Festival de San Sebastián y su paso por el Black Nights de Tallín, La consagración de la primavera continúa su trayectoria por festivales internacionales como el Festival Global de Santo Domingo, donde este martes celebra su premiere latinoamericana. Suma tres nominaciones a los Premios Goya y seis, a los Carmen.

El director de películas tan laureadas como La herida o Morir, se muestra “encantado” de que su película participe en el festival, con una obra que nos habla sobre la intimidad (y soledad) de dos personas que vencen obstáculos y prejuicios, para construir su particular relación. La discapacidad, la asistencia sexual o la soledad son algunos de los temas que aborda la película con unos excelentes intérpretes como Valeria Sorolla (Laura), Telmo Irureta (David) y Emma Suárez (Isabel).

Protagonismo de ella

Franco destaca que el protagonismo “lo lleva ella. El punto de vista está anclado al personaje de ella y al resto solo los vemos en función de ella. A David o a la madre no lo vemos a solas, sino siempre el punto de vista lo canaliza el personaje de Laura. Yo creo que no los juzgo, pero tampoco me decanto”.

El cineasta destaca que “todos los temas a los que me he enfrentado como director dan respeto: la enfermedad mental, la enfermedad terminal y la sexualidad. Son temas que me interesan, porque no se suelen tratar mucho y merece la pena detenerse sobre ellos. Un cineasta tiene la responsabilidad sobre lo que hace: eso queda para siempre y se verá en el futuro”.

¿Para usted es fundamental, por tanto, el proceso de documentación?

Según el director andaluz, “me documento bastante: leo mucho y me entrevisto con mucha gente. En el caso de esta película, para mí era vital que el personaje de David no lo hiciera una persona que no tuviera parálisis cerebral. Por varias razones: iba a ser más de verdad, ejerce de filtro y sus propias experiencias se incorporan a la peli”.

En ese sentido, afirma que la película aborda dos temas llenos de prejuicios: “la asistencia sexual y la sexualidad de una persona en silla de ruedas. Hay mucho debate y controversia sobre el trabajo sexual y dónde ubicar a la asistente sexual. Lo que he pretendido es usar esa figura como una resorte para plantear una relación de dos personas que transciende eso. ¿El tema es la asistencia sexual? El tema es la sexualidad en general y cómo esa intimidad vence ciertas barreras, como los prejuicios. Es fácil colocar el foco en ella, pero hay reciprocidad en esa relación. Igual que en La herida no quise hacer una película sobre el trastorno límite, aquí tampoco la hago la asistencia sexual”.

Franco aborda con humor la película, porque “me parecía importante contrapesar, que la película tuviera sentido del humor. Hay algo en el sentido del humor de David que se parece al de Telmo, que casualmente, tiene un humor negro salvaje. El País Semanal ha publicado un artículo de Borja Hermoso a Telmo diciendo que llega con pies de plomo a la entrevista y se encuentra con un tío que se ríe de sí mismo todo el rato. Era importante porque había que contrarrestar los prejuicios”.


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