La actriz andaluza Elena Martínez vive uno de sus mejores momentos tras estrenar la comedia ‘Este amor es de otro planeta’ (Daniel Diosdado) y rodar el film noir ‘Hombre muerto no sabe vivir’ (Ezekiel Montes) y el thriller ‘Lobo Feroz’ (Gustavo Hernández)

https://filmand.es/wp-content/uploads/2019/12/Sin-título-3-1.png
9 Abr 2021
Alejandro Ávila
the nest

A los 16 años, Elena Martínez amaba a Scorsese y quería ser Uno de los nuestros. En el incipiente mundo del corto malagueño de finales de los años 90, donde “teníamos a Antonio Hens, Ramón Salazar, Chiqui Carabante o Ezekiel Montes”, encontró la forma de darle rienda suelta a su pasión por el cine y la interpretación.

La actriz andaluza ha estrenado en cines y Orange TV la comedia Este amor es de otro planeta (Daniel Diosdado), acaba de rodar el thriller Lobo Feroz (Gustavo Hernández) y llegará en verano a las salas con Hombre muerto no sabe vivir (Ezekiel Montes), una “violenta” película de género negro. “Ha sido un gran año para mí”, confiesa.

El cine de género no le es extraño: Natasha (Montes), un cortometraje de género de 2004, “me dio mis primeras alegrías en festivales como Toulousse o Almería y fue un punto de inflexión porque me di cuenta de que quizás podría dedicarme al cine”. En Este amor es de otro planeta interpreta a Natalia, una mujer “fuerte y con las ideas claras”.

Acabas de estrenar Este amor es de otro planeta, donde interpretas a Natalia, la protagonista. ¿Cómo ha sido la experiencia de rodar esta comedia?

Cuando estás rodando una comedia, el tono de la película se contagia en el ambiente. El equipo técnico y artístico adoptó una actitud muy alegre y muy feliz. Fuimos una piña y nos lo tomamos con mucho humor. Casi el 80% se rodó en el Castillo de Iznájar (Córdoba), lo que nos permitió familiarizarnos con el sitio y nuestros compañeros.

¿Cómo fue tu relación con el otro actor protagonista, Kaco Forns?

Coincidí con él ya en el rodaje y, además, en una de las escenas más cercanas. Fue muy bien, porque aunque era su primera vez como actor de cine, cogió al vuelo el lenguaje cinematográfico, ya que es una persona muy inteligente. Fue increíble su evolución en apenas tres días. Con mi compañera Susana Cruzado también fue muy fácil trabajar, porque en la vida real somos muy amigas. A lo largo de mi carrera, me alegro mucho de haber tenido dos grandes directores de actores como Daniel Diosdado o Ezekiel Montes.

Precisamente en la ópera prima de Ezekiel Montes, Hombre muerto no sabe vivir, interpretas a Aitana, ¿qué nos puedes contar sobre este personaje?

Es el personaje más difícil al que me he enfrentado en mi vida. Es complicado ponerse en su piel, entenderlo e intentar transmitir todo lo que el guionista quería de él. Fue un reto que hubo que trabajar mucho. Es un personaje agradecido, una mujer fuerte como la de Este amor es de otro planeta, pero con un tono diferente, ya que Aitana se ve involucrada en unas circunstancias que nunca se hubiera imaginado.

¿Por qué fue tan complicado?

Para construir el personaje, tuve que hacer un proceso de investigación y búsqueda de las claves, hasta lograr transmitir lo que quería Ezekiel.

Creo que fue un rodaje muy intenso. ¿Cómo lo viviste?

Fueron muchas semanas de rodaje, con muchas localizaciones, mucha acción y muchos actores durante toda la película. Es complicado, pero a la vez precioso. Me gustan los retos así.

En tu currículum mencionas que llevas desde los 16 años trabajando como actriz, ¿cómo fueron esos comienzos?

La vocación la tenía desde siempre, desde muy chiquitita. Me sabía los nombres de actores y directores y veía películas que no le correspondían a mi rango de edad. Cuando cumplí los 16 sí tenía claro que la interpretación era mi pasión y me lo empecé a tomar un poco más en serio. En aquella época era difícil acceder a hacer cine, pero encontré mi lugar en el mundo del corto. Hacer cortometrajes me ha formado, permitiéndome aprender la técnica, la actuación ante la cámara y el funcionamiento de un set de rodaje.

¿Qué cine te gustaba ya por entonces?

Siempre me ha gustado mucho el cine negro, ese universo de gente haciendo cosas, con esos códigos. Personas que podían ser muy malvadas, pero que defendían mucho a los suyos. Ese contrapunto siempre me ha parecido fascinante. Mi película favorita era Uno de los nuestros (Martin Scorsese), pero también Casino (Scorsese) o Historias del Bronx (Robert de Niro).

Esas preferencias te han venido bien para Hombre muerto no sabe vivir y Lobo Feroz

Lobo Feroz es una película bastante oscura, aunque es más thriller que cine negro. Interpreto a Cintia, en una participación pequeña. Lo que más me gustó fue trabajar con el director, los productores y el actor Rubén Ochandiano, con el que ya había coincidido en la película de Ezekiel. Mi personaje tiene mucha importancia para el suyo, es un punto de inflexión, y lo pudimos trabajar bastante para que funcionara.

¿Cómo te sigues formando como actriz?

Es un oficio que no tiene fin, ya que aprendes de cada compañero y cada director. Tienes que estar siempre a la vanguardia, preparándote y estudiando. Aportan mucho tus experiencias de vida, el contacto con la cultura y la observación. Me gusta ver cómo sonríe o camina la gente. Se me quedan grabados gestos y los utilizo luego. Intento que cada personaje tenga un carácter diferente.

Precisamente, hace un par de años, al recoger su Premio Luz en el Festival de Huelva, el actor Manolo Solo (Tarde para la ira) también aseguraba que la observación era fundamental para él.

Se lo he escuchado también a Javier Bardem (No es país para viejos), que contaba que, antes de ser tan famoso, le gustaba camuflarse en el metro y observar a la gente. Yo lo hacía sin saber que se aplicaba ese método.

¿Qué tipo de película te gustaría rodar en el futuro?

He hecho comedia romántica, pero me encantaría hacer una comedia más loca: algo surrealista, absurdo, que te despeine. Yo me he criado con los Monty Python. Ha sido un gran año para mí y soy muy afortunada de tener una peli en cartelera y otra a punto de estrenarse. Lo importante es estudiar, trabajar y seguir dándole vida a los personajes.

Has trabajado con cineastas andaluces como Ezekiel Montes o Antonio Hens, ¿en qué momento ves que se encuentra la industria andaluza?

Creo que en Andalucía se están haciendo producciones muy diferentes, como Lobo Feroz, y que se está arriesgando. Empezamos con el cine social y ahora nos estamos arriesgando con otro tipo de cosas. Alberto Rodríguez fue pionero en esto. Hacemos buenas producciones de todo tipo, nos arriesgamos y nos atrevemos con todo. El Festival de Cine de Máaga, que cada vez es más potente y reconocido, está ayudando mucho a generar una industria.


2 comentarios sobre “Elena Martínez: “En Andalucía nos atrevemos y arriesgamos con todo”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.