En todo festival aparece en el momento menos esperado ‘LA’ película que se convierte en firme candidata a todos los premios del palmarés. En esta edición de Málaga 2023 El castigo, de Matías Bize, podría ser la estrella del certamen y llevarse cualquiera de los grandes premios: mejor dirección, actriz, guion o, incluso, película (si 20.000 especies de abejas se lo permite).
Desgranar la intriga y las sinuosas curvas narrativas que Coral Cruz concibe para esta historia debería ser constitutivo de delito, penado con reclusión perpetua, sin derecho a ver ninguna película jamás en la vida. Digamos que trata sobre un matrimonio con su hijo de 7 años, en una travesía de una carretera que linda con un bosque.
Enfrentados a una situación que se les escapa de las manos, esa carretera va a representar para ellos un hito en su relación de pareja. Cuando ellos vuelvan al coche se enfrentarán a una alternativa que cambiará sus vidas: seguir adelante parece difícil y volver atrás resulta casi inimaginable.
En ese viaje se han traspaso todos los lindes, los del bosque y los de su relación. Esas líneas imaginarias que han marcado su existencia y forma de relacionarse se han dinamitado. La verdad ha estallado y solo les queda asumir que su castigo inicial se ha rebelado, para enfrentarse a ellos, y explotarles en plena cara.
Coral Cruz, inspirada guionista de Incierta gloria, Morir, Los días que vendrán, La vida sin Sara Amat o la serie Hierro, entre otros, ha concebido una historia que funciona como un mecanismo explosivo, dosificado con sabia elegancia y altamente adictivo.
Para un guion tan impecable era necesario una actriz tan majestuosa como Antonia Zegers (mejor actriz en el Festival de Tallin, de Estonia). Nadie mejor que ella para transitar desde la posición de implacable progenitora a desvalido ser humano, lleno de dudas y frustración sobre su estatus de madre y esposa. Una actriz tan brillante, como siempre, en una edición en que será complicadísimo para el Jurado otorgar el premio a la mejor interpretación, vistas las hipnóticas prestaciones de varias intérpretes (María Vázquez, Patricia López Arnáiz o Antonia Zegers).
Por si fuera poco poder contar con un guion en hormigón armado y una de las mejores actrices internacionales, el director Matías Bize se lanza en una puesta en escena que encaja a la perfección con la historia. Una sola toma, en tiempo real que deja sin aliento al espectador, no da un segundo de tregua y logra la esencia de las verdaderas películas que cuentan en el cine: perdurar mucho tiempo después de su proyección en la mente del espectador y plantearse muchas y delicadas reflexiones. Las posibilidades de que El castigo esté en el palmarés están al rojo vivo.
Sección Oficial Largometrajes – 26ª Edición del Festival de Málaga
