Buster

En la segunda parte de esta serie sobre webseries andaluzas hablamos con las personas detrás de tres proyectos que de diferente modo han buscado o buscan un hueco en el mercado, una rentabilidad o un desarrollo en otros formatos: la sevillana Buster y las malagueñas Draw my life y Akemarrropa.

13 Feb 2018
Ignacio Gutiérrez
the nest

Respecto al mercado, un escaparate donde mostrar la creatividad andaluza. Ajeno al mercado, un medio de expresión independiente y autogestionado que ofrece más libertad a la creación. Las webseries son hoy un producto cultural consolidado con algunos ejemplos de éxito capaz de captar la atención de grandes grupos de comunicación. En la segunda parte de esta serie sobre ficción andaluza distribuida en internet conocemos a las personas que hay detrás de tres proyectos que de diferente modo han buscado o buscan un hueco en el mercado, una rentabilidad o un desarrollo en otros formatos: la sevillana Buster y las malagueñas Draw my life y Akemarrropa.

Buster

El trabajo de la productora Diffferent Entertainment (Malviviendo) sirve como ejemplo de la apuesta de grandes grupos de comunicación por el formato webserie y por el audiovisual andaluz. De hecho, su última propuesta, Buster, surgió como un encargo de Flooxer, la plataforma digital de Atresmedia, según explican Teresa Segura y David Sainz, productora y director, guionista y actor respectivamente. “Quedaron muy contentos con la compra de los derechos de emisión de la segunda temporada de Entertainment (un proyecto anterior) y querían seguir trabajando con nosotros”, recuerdan. En este sentido Buster se creó con unos requisitos previos: “querían una serie de capítulos independientes más cortos”.

En Diffferent Entertainment consideran que desde la llegada de plataformas como Netflix o HBO el término webserie ha dejado de tener sentido. “Una gigante como House of Cards no deja de ser una serie para consumir por internet”, explican Segura y Sainz. “Pasó la fiebre del formato cuando en España se producían unas 600 series a la vez, pero sin embargo sigue…”, comentan. En su opinión, el término webserie no hace referencia a un género, sino a un formato “que ha terminado fundiéndose con el de la serie ordinaria”. Para Diffferent Entertainment “la diferencia está más en la plataforma y el presupuesto que en cualquier otro aspecto”.

Una escena de la webserie Buster

Una escena de la webserie Buster

La webserie Buster, que acaba de ser galardonada con el premio Asecan Otros Formatos, se realiza al mismo tiempo que otros dos grandes proyectos de la productora andaluza: Síndrome Valyrio para HBO y Mambo para Playz (plataforma digital de RTVE), que según aclaran Segura y Sainz, “requerían un equilibrio positivo en el tono”. Buster es todo lo contrario, matizan, es casi un contenedor de todo lo que han censurado en los otros trabajos: “humor incómodo, más oscuro y patético…”, explican Segura y Sainz.

Como proyectos para el 2018, la segunda temporada de Mambo para Playz y al mismo tiempo desarrollar otras creaciones que por el momento no pueden decir si verán la luz ni cuándo.

 

Draw My life

La serie malagueña Draw my life cuenta la historia de tres amigos que se topan de pronto con la realidad del mundo adulto. Como peculiaridad: la mezcla de personajes reales y animación tradicional, una idea que surge de la admiración de su creador, Luigi Rodríguez, por los dibujos animados hechos a mano. Como él mismo la define Draw my life es una serie gamberra que en el fondo es una reflexión sobre algo por lo que todas las personas pasan: “crecer y dejar atrás ciertas cosas”. En este escenario, los personajes de dibujos animados ayudan al protagonista a llevar su día a día. “Las animaciones son un apoyo cómico para crear comedia de una forma más original, más creativa”, aclara el director de la webserie.

Reparto de la webserie 'Draw my life'

Reparto de la webserie ‘Draw my life’

Respecto al futuro de Draw my Life, Rodríguez aclara que en estos momentos tienen dificultades para encontrar financiación o una productora que les ayude a sacar adelante la segunda temporada. “Por ganas de nuevas historias no será, nos encanta el formato y la experiencia vivida”, afirma Rodríguez, para quien a pesar de que hay otras plataformas que apuestan por las webseries, en Youtube no llegan a ser rentables”, asegura el director. “El público de Youtube a lo largo de los años caído en una dinámica de consumo rápido de un contenido que no es, por desgracia, la ficción audiovisual”. Para Rodríguez las tecnologías ofrecen un escaparate a millones de personas y, además, permiten crear con mucha libertad, pero por otro lado, advierte, “es imposible aun, trabajando muy duro, llegar a tu público específico”.

Nohappyendings Films, la productora de la webserie, está centrada actualmente en la creación de obras de microteatro, aunque están desarrollando otras ideas “más productivas, factibles y enormemente originales que pueden derivar en otras series”, comenta el director.

 

Akemarropa

Akemarropa es un ejemplo un proyecto que crece en diferentes formatos, además de una propuesta de riesgo: una webserie improvisada. Comenzó como un trabajo para el Festival de Málaga, comenta el director Ezekiel Montes. “Cada día nos plantábamos en el festival sin saber qué íbamos a rodar, nos encontrábamos con actores como Antonio Dechent, Fran Perea, Alberto San Juan, Nancho Novo que buenamente nos prestaban su colaboración…” recuerda. “Allí mismo escribía la secuencia y se rodaba para tenerla lista antes de las diez de la noche en la web del festival”. El resultado: diez capítulos de cinco minutos, con diez making-off, con foto fija y un cómic, cada día del festival. “Fue una bendita locura de la que hicimos tres temporadas y ahora se estrena un largometraje en salas cinematográficas”.

El proyecto evolucionó en dos direcciones: primero, como una webserie, ahora Hazte un akemarropa, a cargo del alumnado de la Escuela de Cine de Málaga, que “durante el festival cada día escriben, ruedan, editan y publican un episodio”; y segundo, una película, improvisada bajo el mismo esquema de la serie. “Me pareció una locura, comenta Ezekiel Montes, “pero también la mejor forma de terminar el proyecto, un largometraje”. Se estrenará en Abril, pasado el Festival de Málaga, en salas de cine.

Escena de la webserie malagueña Akemarropa

Escena de la webserie malagueña ‘Akemarropa’

Para el director, la generación de los últimos años se ha autoproducido gracias a las nuevas tecnologías, aunque añade que “tarde o temprano, para dar el salto al sector profesional, estrenar tu película en salas o vender tu serie tienes que ser una empresa o trabajar para una productora”. Para Montes, las nuevas tecnologías hacen que lo más difícil sea tener algo que contar, no cómo contarlo ni dónde. “Actualmente hay tanto ruido, tanto contenido y todo gratuito, que muchos días me pregunto hacia dónde vamos…”.

“Como demostración de talento sí son rentables”, afirma Montes, empresarialmente no. “El público de las webseries lo quiere gratuito, mientras esa sea la relación entre creador y espectador, las webseries estarán ancladas en esa fina línea de nuestro sector que se llama promoción”, reflexiona. “Eso sí, gracias a esa promoción, han aparecido grandes talentos y gente nueva en la industria”.

Actualmente Ezequiel trabaja en la preproducción de un nuevo largometraje que comenzará el rodaje en abril. En mayo, igualmente, se estrenará en Marbella el piloto de la serie 50kilosdenosotros; y para final de año es posible que rueden otro largometraje más. “Tenemos un reparto increíble y hemos puesto mucha ilusión”.

 

*Puedes leer las otras entregas que hemos ido publicando sobre webseries andaluzas en los siguientes enlaces:

Primera parte: La libertad creativa de la autogestión. 

Tercera parte: Una visión personal y artística del audiovisual

Cuarta parte: Un primer paso en el sector audiovisual


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