“Qué ordinariez”. A María León no le importa dar zarpazos de leona, cuando le ponen por delante los insultos que algunos políticos profieren sobre los andaluces. Así ocurrió el pasado domingo en el programa de televisión Liarla Pardo de la Sexta. La leona de María, como se hace llamar por redes sociales, es una fiera delante de la cámara, ya sea un plató de televisión, en el set de una serie o en el de un largometraje.
Atesora una Concha de Oro y un Goya por La voz dormida (Benito Zambrano), acumula más de medio centenar de capítulos en Allí abajo, la serie que se mofa de los tópicos sobre vascos y andaluces, y acaba de estrenar Sin fin de los hermanos Alenda. Producida por el malagueño José Antonio Hergueta, Sin fin saca dos espléndidas actuaciones de la actriz sevillana y Javier Rey (Biznaga de Plata) en una película con aires de ciencia ficción que permite tejer este drama sobre el amor.
El papel de María en Sin fin plantea varias dificultades, como los saltos temporales, la evolución del personaje o la mezcla de géneros. ¿Qué retos supuso para ti?
Era un personaje muy complicado. Lo que más me costaba mantener un mismo alma, porque María se encuentra en dos estados completamente diferentes. Con 40 años arrastra una depresión y con 20 años tiene muchísimo ímpetu, mucha energía, una búsqueda constante de la felicidad, pero no hay nada más.
¿Con qué María te sientes más identificada: con la de 20 o con la de 40 años?
Me siento más identificada con la de 20. Cuando algo me gusta, voy a por ello, aunque me caiga por el precipicio. Creo que no tengo nada que ver con el personaje, pero hay una cosa que las dos tenemos en común: el motor de vida, porque las dos necesitamos el amor para vivir y trabajar.
Javier Rey es uno de los actores del momento, después de éxitos en televisión como Velvet Collection o Fariña, y en cine como Sin fin, que le dio la Biznaga de Plata en el Festival de Málaga. ¿Cómo ha sido tu experiencia con él?
La Biznaga me la llevé yo (por trabajar) con él. Javier Rey es un animal como actor y como persona… le estoy haciendo un contrato, porque quiero que sea el tío de mis hijos cuando los tenga. Tiene una calidad humana tremenda y una calidad actoral impresionante. Si no hubiera sido por Javier, no habría habido ni el personaje de María ni la película. Siento que pertenecemos a una misma especie actoral, la de los leones.
¿Qué especie es esa?
Javier se tira a la piscina y eso hace muy fácil trabajar con él. Los dos hemos compuesto el personaje individualmente y cuando nos hemos unido, ha sido excepcional. Javier ha sido la generosidad absoluta y eso se refleja en el trabajo. Si te tiras al vacío, te va a recoger.
Con Sin fin, los hermanos Alenda han debutado con su primer largometraje. ¿Qué te han transmitido?
Ha sido un descubrimiento. Tienen mucho talento, mucho gusto, las ideas muy claras y mucha comunicación entre ellos. Hemos trabajado con un equipo técnico brillante, dando el corazón a este proyecto, porque los directores los habían implicado. Han tenido la generosidad de dejarnos bailar. Ellos nos dirigían, pero nos daban libertad y confianza.
Son muchas las localizaciones andaluzas que aparecen en Sin fin. ¿Qué significa para ti poder trabajar en tu tierra?
Me inspira la verdad más absoluta. Cuando María dice que es la puesta más bonita del mundo, para mí lo es. He tenido la suerte de estar en muchos sitios, pero como la puesta de El Palmar de Vejer (Cádiz) no la hay en ningún sitio. Me dio la oportunidad de dar la verdad más absoluta. Estar en mi tierra ha sido una herramienta estupenda, porque el espacio de rodaje tenía mucho que ver conmigo.
¿En qué momento consideras que marcaste la diferencia en tu carrera?
Yo diría que todo lo que he hecho desde el principio. La escuela de interpretación, SMS, Hospital Central… Hay muchos puntos importantes en mi carrera. Estoy aprendiendo y no puedo decir que haya cuajado. Creo que sigo revoloteando. He hecho televisión, cine, comedia, drama, y considero que este cuerpecito se está formando y está por decir: “ahora sí”. Si hay algo me gusta de esta profesión, es que no te da seguridad y siempre estás aprendiendo. Yo espero seguir mucho tiempo así.
¿A nivel profesional, qué representa tu hermano Paco para ti?
Personalmente es un pilar súper importante. Es mi hermano mayor, una de las personas que más admiro. Es una referencia vital, me da ejemplo a mí y a todo un país, de lo que es la dedicación y amar esta profesión.
¿Qué dirías que te ha dado más satisfacciones: el cine o la televisión?
No te puedo decir. Con algunos (proyectos) he aprendido más y con algunos he desaprendido más. Los placeres y los dolores me los han dado todos… y por oficios diferentes. Y espero que me sigan dando mucho movimiento (Ríe).
¡Qué sexual!
La profesión es como el sexo y como la vida misma… es uno de los amores de mi vida.
María León y Javier Rey, en la presentación de ‘Sin fin’
En Carmina o revienta o en Carmina o Amén, te interpretas a ti misma. ¿Cuánto hay de ti en tus papeles?
Nada. Si realmente me mostrara a mí misma, no podría actuar, porque me daría pudor. Lo único que le dejo a mi personaje es mi cuerpo, mi mirada, mi mecanismo de sentir…. Ni siquiera los de Carmina. Es una María que, a la vez, tiene mucho de mí y nada. Aunque yo parezca muy extrovertida, soy muy pudorosa. Por eso creo que soy actriz: me es más fácil comunicar desde los demás que desde mí misma.
Entre tus próximos largometrajes se encuentra Los Japón, rodada en Coria del Río (Sevilla) con Dani Rovira.
A ese personaje le tengo mucho cariño, porque tiene mucho que ver con Andalucía. Es una historia de amor con Dani Rovira, él y ella son dos chicos de Coria. Yo digo de mí misma que tengo muchas cosas machistas y que en mí está aprender. Al personaje le pasa eso: es una tipa con mucha fuerza, madre de familia, con dos hijos y echada palante. A su marido lo hacen emperador de Japón y a ella le parece una oportunidad de sobrevivir y volar. Al llegar a Japón, termina defendiendo que sea una mujer la que herede el trono y se convierte en la más feminista del mundo.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
En 15 días empezamos a rodar la quinta temporada de Allí abajo y en primavera estreno una película independiente con Sarah Hirtt, una belga que se llevó un premio en Cannes, por su primer corto, que cuenta en su reparto con Sergi López y muchos actores franceses.
¿Qué potencial le ves a Andalucía como industria cinematográfica?
En Andalucía hay mucho talento, y gente con muchísimas inquietudes, como los de Ánimas (Laura Alvea, José Ortuño). Somos muchos los andaluces produciendo, dirigiendo y actuando desde hace años y que hoy en día estamos todos a pie del cañón. Además, se están rodando muchísimas películas y series españolas, americanas… Andalucía es un lugar rico para rodar.