Si su primer objetivo fue consolidar una programación equilibrada con prestigio y credibilidad, José Luis Cienfuegos (Avilés, 1964) encara como director su sexta edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla (del 3 al 11 de noviembre) con la sensación de haberlo conseguido. Entre sus estrategias, un reto: acercar el cine de autor a nuevos públicos desde la formación y la educación audiovisual para alcanzar así una de las principales metas del festival: apoyar y defender el cine de autor.
Ignacio Gutiérrez (IG): ¿Cómo es el público que se interesa por el festival y asiste a su programación?
José Luis Cienfuegos (JLC): La gente que asiste al festival es absolutamente heterogénea. Cuando llegamos al festival se nos dijo que el público era básicamente universitario, pero luego la realidad dictó otras cosas. El primer objetivo era asentar el festival en la ciudad. Desde entonces, los objetivos y los públicos han cambiado, se han adaptado a los tiempos y, sobre todo, se ha conseguido una cierta identidad clara y definida.
La media de edad de la gente que acude a los eventos musicales y cinematográficos ha subido. Nosotros, los festivales, tenemos que buscar nuevas estrategias para acercarnos al público, explicarles cuáles son los contenidos del festival, qué tipo de cine programamos, porqué lo programamos así. No solo seleccionamos películas. Programar es fácil, debemos presentar, arropar y defender nuestras propuestas. La cuestión es, primero, conseguir credibilidad y luego acercarse al público.
IG: Una nueva generación de directores como Carlos Vermut o Carlo Padial apuesta por un cine que rompe con la retórica tradicional, que juega con los niveles de ficción y realidad, ¿este nuevo tipo de cine reclama un nuevo tipo de espectador? O desde otro punto de vista, ¿está preparado el público para este tipo de cine?
JLC: Para eso servimos los festivales: para que las propuestas más radicales lleguen a públicos más amplios. Es necesario que esas películas en los festivales sean defendidas por los propios autores. Que hablen de cara al público, que las defiendan, que las expliquen, que cuenten sus referentes. En definitiva, que cuenten por qué han hecho sus películas así.
IG: Esta idea conduce a otra de las líneas estratégicas del festival: las propuestas educativas. Este año las secciones ‘Cinéfilos de Futuro’ y ‘Europa Junior’ acercarán el cine de autor a jóvenes de entre 3 a 18 años.
JLC: Las películas que se proyectarán en ‘Europa Junior’ y ‘Cinéfilos del futuro’ son todas estrenos en Sevilla. Traemos a los directores, organizamos encuentros y talleres sobre esas películas. El departamento de educación nos ayuda a evaluar qué películas son convenientes para público adolescente. La educación audiovisual de los jóvenes espectadores nos preocupa. Creo que es un deber moral dedicarle tiempo y esfuerzos a este tipo de público. Intentamos trabajar estas dos secciones con mimo. Es muy importante la complicidad, la convivencia y colaboración de los colegios y de los institutos.
IG: El público adolescente será quien llene (o no) las salas de cine en el futuro cercano.
JLC: Ahora mismo el reto que tenemos los festivales y programadores es el público entre 18 y 25 años. Una generación que gestiona su propio ocio, qué decide cuándo y cómo ve las películas en los diferentes soportes. Les tenemos que seducir. Tenemos que convencerles para que se acerquen al festival y hacerles entender las propuestas, el porqué de esta programación. El público hace que los festivales seamos útiles para las películas. Los festivales somos esenciales para la supervivencia del cine de autor.
IG: ¿La apuesta por la vanguardia y el cine arriesgado definen la programación del Festival de Cine Europeo de Sevilla?
JLC: Buscamos el equilibrio. No todo es tan radical. De ser así no tendríamos tantos espectadores. Si algo hacemos bien es el diseño de la programación. Tenemos claro dónde estamos y cuánto podemos exigirle al público a la hora de presentar propuestas exigentes. No somos suicidas: no puedes hacer un festival ensimismado y todo rigor. Dentro de este festival hay tres, cuatro, cinco festivales diferentes y de un buen nivel. Todo el mundo ha entendido que el Festival de Cine Europeo de Sevilla es la Sección Oficial y Nuevas Olas, las dos juntas.
IG: ¿Qué papel ocupa el cine andaluz dentro del Festival de Cine Europeo de Sevilla?
JLC: Yo creo que hay una línea clara y una apuesta: el Festival de Cine Europeo de Sevilla debe programar películas andaluzas coherentes con la línea de programación del festival. Estamos poniendo voluntad, criterio (equivocado o no) y todo el trabajo del mundo para apoyar a los cineastas de aquí.
Existe un espectro altísimo de creadores andaluces que son referentes (o por lo menos son programados) y conocidos en toda Europa y una nueva generación muy interesante. De ellos destaco el empeño de los cineastas andaluces de seguir rodando aquí con su gente, de generar puestos de trabajo y sacar el audiovisual desde Andalucía para el mundo. Es un modelo para el resto del estado.
IG: Con un presupuesto similar al de las últimas ediciones, ¿hacia qué direcciones puede crecer el Festival de Cine de Sevilla?
JLC: Intentamos ser prudentes y cuándo presentamos el proyecto del festival a las diferentes subvenciones nos planteamos mantener el mismo número de espectadores, si aumenta, es maravilloso. No obstante, tenemos que crecer donde hemos crecido en los últimos años más allá de las cifras. Es decir, crecer para ofrecer un festival profesional, mejorando el servicio al público y a los profesionales.