Llega la esperada Semana Santa y no quieres escaparte junto a las hordas de personas que hay en todos los rincones del país. Tu eres más cool y prefieres quedarte en casa, con tu maravillosa super tele de sonido surround e imagen 4K. Te ha costado una pasta y tienes que amortizarla. Aún así, quieres un poco de ambiente vacacional y te apetece ver alguna peli que te ponga en el mood de Semana Santa. Le das a las plataformas y el muñón se te va hacia todas esas películas que hemos visto más de cien veces en nuestra vida: ya sea con nuestros padres cuando éramos niños, resarciéndonos de una buena resaca en nuestra juventud o incluso superando algún que otro desengaño amoroso. Pero, ¿Cuántas veces tenemos que tragarnos Ben Hur, Los diez mandamientos, La vida de Brian o Jesucristo Superstar los días más santos del año? Basta.
Queremos ayudarte a escapar -por una vez- de la Pasión de nuestro Señor y encomendarte a los brazos del mismísimo Diablo, que seguro que te lo pasas mejor. Así que te dejamos con los mandamientos que adoran el nacimiento, la vida, la muerte y la resurrección de Satanás o del Mal, llámalo como quieras que a él no le importa, mientras lo llames como a Candyman. Nos vemos en el infierno.
Primer Mandamiento: Engendrarás al Diablo
La semilla del diablo (Rosemary’s baby) – Roman Polanski, 1968 – Filmin
Roman Polanski, antes de convertirse en un personaje repudiado por todo Dios (siempre con nosotros), rodó en Estados Unidos Rosemary’s baby, película que lo consagraría como uno de los directores más importantes de su generación. Antes de entrar a valorar su sinopsis parémonos un momento y pensemos en cómo la traducción en España destripa totalmente el argumento. Por Dios santo (siempre con nosotros) ¿era necesario?
Los Woodhouse se mudan a un edificio sobre el cual pesa una maldición. Una vez instalados, se hacen amigos de Minnie y Roman Castevet, unos vecinos que los colman de atenciones. Ante la perspectiva de un buen futuro, los Woodhouse deciden tener un hijo. Con el paso del tiempo, Rosemary empieza a sospechar que su embarazo es un poco rarito.
Poca presentación necesita una de las películas más terroríficas de todos los tiempos y que te permite asistir en primera persona al preciso momento del engendro del Diablo, con una Mia Farrow que puso de moda un corte de pelo que todavía hoy causa estragos y que solo supera Jean Seberg en Al final de la escapada (À bout de soufflé, 1960) de Jean Luc Godard.
La semilla del diablo debió entrar sin pedir permiso en el cuerpo de Polanski tras el estreno, porque a partir de aquí todo se le torció al pobre: en 1969, su esposa Sharon Tate fue brutalmente asesinada por la secta La Familia -liderada por Charles Manson-; y en 1977 fue acusado de violación de la menor de 13 años Samantha Geimer. Señor, líbranos del mal (que diría Abraham Boba, líder de la banda León Benavente).
Segundo Mandamiento: Santificarás las Fiestas
Midsommar – Ari Aster, 2019 – Netflix
Que Ari Aster es uno de los directores más molones del cine de género en la actualidad no es una novedad. Y que Midsommar gusta y disgusta por igual, tampoco. El film venia precedido de Hereditary (2018), un clásico instantáneo para muchos fieles del terror y no era fácil superarlo. Quizás por esta razón, este cuento donde reina la luz, los vestidos cándidos y las flores de colores se convierte en una pesadilla para cualquiera que se atreva a verla.
El film cuenta como una pareja estadounidense que no está pasando por su mejor momento acude con unos amigos al Midsommar, un festival de verano que se celebra cada 90 años en una aldea remota de Suecia. Lo que comienza como unas vacaciones de ensueño en un lugar en el que el sol no se pone nunca, poco a poco se convierte en algo así como un mal viaje causado por un puñado de tripis.
A esta peli no le falta de nada: sacrificios humanos, violaciones, danzas macabras, animales sin cabeza…un festín de la paganía moderna. Pero no sería justo hablar de Midsommar sin citar la fuente de inspiración: The Wicker Man (El hombre de mimbre, 1973) y al maestro que ha enseñado a Aster el camino: Robin Hardy.
Tercer Mandamiento: Mostrarás el camino a las nuevas generaciones
The Wicker Man – Robin Hardy (1973) – Filmin
Ahora sí que estamos ante una rara avis inclasificable que nadie debería perderse. Un regalo de Dios (siempre con nosotros) que hará las delicias del más peinado. La película cuenta cómo el sargento Howie de Scotland Yard decide viajar hasta Summerisle, una isla en la costa de Inglaterra, para investigar una desaparición de una joven. Allí el inspector se adentrará en un culto pagano y conocerá a Lord Summerisle, el líder religioso de la isla, interpretado por el siempre maligno Christopher Lee.
Católicos y paganos deberían dejar a un lado sus diferencias para disfrutar de esta película que une (sin manías) el género musical y el folk horror y en la que se hace uso de un buen puñado de símbolos que te acercan a Satán y a Dios por igual. Cuenta con muchos momentos estelares, pero quizás uno de los más inolvidables es la performance de la bella (y deseable) Britt Ekland, cuando se pavonea como Dios (siempre con nosotros) la trajo al mundo, restregándose en la pared contigua de la habitación del inspector e incitándolo al pecado carnal, al son de Willow’s Song, compuesta por Paul Giovanni. Una curiosidad melómana: Alejandro Amenábar utilizaría años más tarde para la banda sonora de Abre los ojos una versión que hicieron los ingleses Sneaker Pimps.
Una obra de culto. No en vano, la banda Radiohead liderada por Thom Yorke, otro hijo de Satanás, cuenta la historia del hombre de mimbre en el vídeo de su hit Burn the witch. Gracias, Señor, por mostrar el camino a tus sucesores y regalarnos un par de cánticos indies para invocarte.
Cuarto Mandamiento: Tomarás el nombre de Dios en vano
Saint Maud – Rose Glass (2019) – Amazon Prime Vídeo
Maud es una joven enfermera que, tras un oscuro trauma, se vuelve devota de la fe cristiana. Cuando empieza a trabajar cuidando a Amanda, una bailarina jubilada enferma de cáncer, la fe de Maud le inspira la obsesiva convicción de que debe salvar el alma de su paciente de la condena eterna… a cualquier precio.
Con esta premisa, la debutante Rose Glass nos da una buena lección: utilizarás el nombre del Señor cuando cometas tus peores fechorías. Su personaje realiza un viaje íntimo hacia la santificación que se convierte en toda una pesadilla para los que se van encontrando en su camino. Maud es algo así como una enfermera fatal que se escuda en el seno de Dios para justificar los pecados que ejecuta bajo su propia locura adolescente. Es un ejercicio fílmico que analiza la promesa cristiana de la salvación eterna. Un producto que los más católicos van a rechazar. Y quien avisa no es Satanás.
Quinto Mandamiento: Honrarás a tu hermano y no te separarás de él
Maligno – James Wan, 2021 – Amazon Primer Video
Y llegamos a nuestro último mandamiento satánico: el que revisa el amor fraternal, a la carne de tu carne, a tu hermano, por muy rarito que sea. Y para ello, nos servimos de una película incomprendida por muchos y que para una servidora es una master piece. Dirigida por James Wan, responsable de algunas de las mejores sagas del cine de terror contemporáneo, como The Conjuring y Saw, nos cuenta la historia de Madison, una joven que está paralizada porque no para de tener visiones de asesinatos espeluznantes, algo que empeora cuando descubre que estos sueños de vigilia son, de hecho, realidades aterradoras.
Maligno es un neogiallo con todas las de la ley que homenajea a Brian de Palma y a David Cronenberg, pero también a Frank Henenlotter y a su divertidísima y ochentosa película de serie B Basket Case. Un refrito de referentes de los 80 y los 90 que nos lleva a Phenomena, Atracción Diabólica o Vestida para matar. A momentos es delirante y cuenta con diálogos absurdos que parecen extraídos directamente de un VHS (malo) del videoclub de tu pueblo. Todo ello hace de esta cinta una criatura extraña que se antoja para muchos como una obra maestra y para otros como una basura infecta. Para nuestro Dios, por supuesto, es divina.
Que el Diablo esté con todos vosotros y con vuestro espíritu. Amén.