Por Ana Gámiz
Este miércoles de cine amaneció en el Festival de Málaga en forma de ópera prima e historias que apuntan directas al corazón. La Sección Oficial de Largometrajes en competición presentó la producción española Verano 1993, que firma Carla Simón, y la primera aventura en la gran pantalla para el brasileño José Luiz Villamarim, que dirige el filme Redemoinho (Remolino).
Destaca la apuesta de la directora novel que convierte el relato de su vida en una película. Se arriesga con esta historia autobiográfica en la que narra la vida de una niña que afronta la muerte de sus padres, enfermos de VIH, y lucha con sus propias emociones por entender su dura realidad. Simón emociona al público malagueño, al igual que lo hizo en el Festival de Berlín, donde se alzó con el premio a Mejor Ópera Prima.
El encuentro con el cine andaluz se fue sucediendo en diferentes formatos a lo largo de la jornada. El thriller malagueño Las pesadillas de Alberto Soto, dirigido por Miguel Ángel Almanza, contó con sus ‘5 minutos de cine’ en un espacio al que acudió también el elenco, entre ellos, Salva Reina, Juanma Lara y la popular cantante Diana Navarro que protagoniza su primer largometraje.
Volveríamos a ver a la intérprete malagueña, pero esta vez como espectadora, en el estreno del documental Ruibal por libre, dirigido por César Martínez Herrada. Un filme en el que Javier Ruibal retorna a sus orígenes en el Puerto de Santa María, para descubrirse, tal y como hace en sus canciones, en cuerpo y alma ante su público.
Mientras las salas malagueñas continuaban con las proyecciones de las nuevas propuestas para 2017, en los encuentros con los medios los profesionales del audiovisual hacían números, lanzaban reflexiones y peticiones para que nuestro cine tenga la oportunidad de crecer y ampliar fronteras en el mundo.
En el salón Rossini del céntrico Teatro Cervantes, los medios acudieron en masa a la convocatoria de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE) para informar sobre la salud del cine español en el mercado internacional y hacer entrega del premio a la película española de mayor repercusión mundial.
Julieta, dirigida por Pedro Almodóvar, recibió el reconocimiento por parte de FAPAE tras haber viajado por más de 50 países, recaudando más de 20 millones de euros, y encumbrarse, entre otros méritos, como la única película de habla no inglesa que alcanza una taquilla de más de 1,5 millones de euros en Reino Unido, desde el estreno de la francesa Intocable en 2011.
El presidente de FAPAE, Ramón Colom, lanzó un mensaje esperanzador para el cine español, que goza “de buena salud”, dijo Colom, no sin dejar claro que queda aún camino por recorrer. “Al cine español le faltan vitaminas, necesitamos un cambio de concepción en la industria audiovisual española”, matizó, “que se adapte a las nuevas formas de hacer cine“.
El cine español proyectado a nivel internacional crece cada año de forma lenta pero sin retrocesos. Desde 2008 los largometrajes exhibidos en salas fuera de España se han duplicado, pasando de 74 a 146 filmes de producción española en 2016. El drama es el género más distribuido, después la comedia y el tercero, como novedad este año, es el documental.
A la rueda de prensa también asistió representación andaluza con Manuel Gómez Cardeña, presidente de la Asociación de Empresas de Producción Audiovisual y Productores Independientes de Andalucía (AEPAA_APRIA). Gómez Cardeña sentenció desde su primera frase: “Quiero reivindicar el cine de las comunidades, el cine de autor, las películas de bajo presupuesto, el cine realizado en la periferia española”.
Fotos: Servicio de prensa del Festival de Málaga