A sus 27 años, la actriz andaluza Ingrid García-Jonsson recibe el premio Luz en la 44º edición del Festival de Huelva, donde estrenará la ópera prima ‘Ana de día’ de Andrea Jaurrieta

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16 Nov 2018
Alejandro Ávila
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La actriz andaluza recibe el premio Luz en la 44º edición del Festival de Huelva y asegura que el galardón le permite “revisar lo que vengo haciendo y recibir una palmadita en la espalda”.

Le gusta verse como la chica que pasea el perro por el barrio. Que ha trabajado duro para que le dejen “seguir jugando” a ser actriz. Y que no se considera una “musa millennial y del cine indie”, porque no es un “objeto pasivo de creación”.

Directa y elocuente. Así se muestra esta actriz nacida en Skelleftea (Suecia), de madre española, padre sueco y criada en Sevilla. A sus 27 años sabe lo que es pisar la alfombra roja de Cannes, haber sido nominada a los premios Goya, Forqué y Gaudí y tener 15 largometrajes con directores como Santi Amodeo, Koldo Serra o la novel Andrea Jaurrieta. El Festival de Huelva ha querido reconocer su breve pero intensa trayectoria en la inauguración de su 44ª edición con el Premio Luz.

Ingrid García-Jonsson. Foto: Alberto Díaz

García-Jonsson hace gala de su buen humor durante la rueda de prensa en el festival. Ese humor que le ha llevado a pulsos épicos, literalmente hablando, con el humorista jiennense (al menos de adopción) David Broncano en el programa de entrevistas La resistencia… adonde ha ido hasta tres veces, hasta convertirse en un auténtico fenómeno viral.

“Yo siempre he sido así de subnormal. Fui a hacer una entrevista y de pronto aquello se fue un poco de madre y he repetido cada vez que había hueco. Quiero ser una actriz temida y respetada (bromea). Es una plataforma que se me ha dado bien. En la vida hay que pasárselo bien”, explica.

La intérprete aclara que esa manera de manejar la fama, con naturalidad y humor, es para plantarle cara a las imposiciones al “star system” que sufren “las actrices, esa cosa impuesta de manera las apariencias y seguir una norma establecida. Nunca he sentido que encaje al cien por cien. Somos más que una cara bonita y tenemos algo que decir”.

Ingrid García-Jonsson. Foto: Alberto Díaz

La protagonista de Hermosa juventud (Jaime Rosales) se encuentra ahora mismo rodando La pequeña Suiza (Kepa Sojo). “Terminamos a finales de noviembre. Es una comedia sobre un pueblo castellano que quiere ser vasco y, de pronto, quiere ser suizo. Tiene un humor muy vasco”.

Reconoce que no deja de sorprenderle que, dada su juventud, reconozcan su trayectoria. “Y más a mi padre y mi madre. El premio me sirve para revisar lo que vengo haciendo. No quiero decir que no me lo merezca, pero llevo muchos años luchando por darle su sitio a un cine diferente. Es una palmadita en la espalda de que lo estoy haciendo bien”.

La actriz recuerda que, al igual que el festival de cine iberoamericano onubense, ella también mantiene una relación “más o menos estrecha con Latinoamérica, ya que mi primer trabajo pagado fue cruzando el charco, en Argentina”.

Asegura que le gustaría rodar a las órdenes de Carlos Vermut, que acaba de estrenar la coproducción andaluza Quién te cantará, o de la directora Laura Alvea, ya que tiene “la espinita clavada, porque no pude hacer un cameo en Ánimas”. Le gustaría trabajar con actrices y directoras de su edad, porque “compartimos problemáticas”. De hecho, estrena en este festival Ana de día, de Andrea Jaurrieta.

Ingrid García-Jonsson. Foto: Alberto Díaz

Afirma que “lo hicimos sin un duro, con un equipo con muchas ganas de hacer cine. Había muchas chicas jóvenes, que es algo que siempre me divierte. Es una película muy especial, muy millennial, sobre la búsqueda de la identidad de uno. De cómo querer pertenecer al grupo mata la individualidad”.

Y añade: “las operas primas tienden a ser muy sencillas, porque tienen un presupuesto muy pequeño. Pero en ésta hay muchísimas localizaciones y mucho trabajo de arte detrás. Tira de ciencia ficción y no es tan intimista como las pelis de los 70 o los 80”.

Para cuando dejen de llamarla para protagonizar películas, porque “la carrera durante hasta los 40 siendo muy positivo”, se ha propuesto “forrarme antes” y ser “la mejor actriz que sé” y terminar dirigiendo o produciendo sus propias películas. Así de claro lo tiene.


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