Dos jóvenes en su primera cita. Ilusión. Miradas. Sonrisas. Un bar con neones que prometen un luminoso futuro. Un café, un batido de chocolate y unos gofres. Las primeras frases para intentar conocerse y las primeras dudas. ¿Dónde pongo las manos para estar más natural? ¿Qué puedo preguntarle sin parecer demasiado indiscreta?
Ceres Machado, como ya lo ha demostrado en su ópera prima, Reflejos en una habitación, es una cineasta de situaciones y una excelente directora de intérpretes. Su último corto es una bomba de relojería sobre la violencia contra las mujeres, con dos jóvenes actores que darán que hablar.
En Génesis la cineasta en tan solo diez minutos crono inicia el mecanismo de una bomba narrativa, gracias a su guionista habitual Salva Martos Cortés, en un proyecto financiado por la Viceconsejería de Igualdad de Melilla.
Tras el contacto inicial los jóvenes empiezan a relajarse. Las preguntas son más fluidas. Las miradas más intensas. Pero el suave tic tac, tic tac, tic tac inicial comienza a hacerse más presente. Respuestas aparentemente anodinas de él, primeras sospechas e inquietudes de ella.
Gracias a la larga experiencia de Ceres Machado en el teatro, los dos protagonistas reúnen lo mejor que podía ofrecer una interpretación para este guion: ningún gesto parásito en réplicas que exigen un tono que no haga sus intenciones evidentes, contención, interiorización de los personajes y mucha presencia.
Samuel López, en este papel, tiene algo de Timothée Chalamet, pero como si fuese el hijo de Robert Mitchum, en La noche del cazador, de Charles Laughton, y Claudia García las de notas de evanescencia e infinita confianza de una joven Lillian Gish.
Que como ella, en aquella película memorable, acabará sentada en su porche, con un rifle en la mano, para ahuyentar a los hombres que merodean alrededor de su hogar. Una experiencia, como la que va a vivir, no se olvida jamás y la marcará para toda su vida.
Esa cita a ciegas, inocente, es casi un juego que acabará con la independencia y libertad de la chica. ¿Un asunto de dos personas? No. Salva Martos Cortés cierra este guion, en hormigón armado, con una tercera persona. La actriz Carmen Águila, en un papel que va más allá de la camarera del bar de brillantes neones, es la misma sociedad. Una sociedad que mira a los jóvenes yéndose y se pregunta hasta cuándo durará esta situación.
Génesis es un corto que va más allá de lo cinematográfico. Como todo buen cine es social, político y comprometido con nuestra sociedad, que refleja a través de una ficción impecable, para abrir debates y reflexiones. Una película mucho más brillante que los neones del bar. Brava Ceres Machado.
Ansiosa esperando por ese estreno… que sin dudas será un éxito total.
Cuando el talento se junta… delante y detrás de cámaras, solo tiene un camino que recorrer: el del SUCESO!