A raíz del próximo estreno de la producción andaluza “El Hombre del saco”, analizamos el origen de la leyenda de uno de los monstruos que más han aterrorizado a los niños y niñas de nuestro país y de todo el mundo.

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11 Ago 2023
Esther Lopera
the nest

Duérmete niño, duérmete ya que viene el coco, y te comerá. Duérmete niño, duérmete ya que viene el coco, y te llevará…

El coco, cuco o cucuy es una criatura ficticia, sin forma conocida que tiene su origen en España, Portugal y algunos paises de América Latina. Caracterizado como asustador de niños, su presencia se utiliza como amenaza a los niños que no quieren dormir. Este “tierno” hit histórico de cuna, que todos hemos escuchado canturrear alguna vez, encierra mucho más de lo que cuenta su macabra letra. Más allá de una advertencia oscura y terrorífica que emanaba de nuestros padres, Que viene el coco (1799) es también es un grabado de Francisco de Goya con el que aborda el pernicioso sistema de educar a los niños mediante la amenaza con seres monstruosos que no existían.

Las formas del mal

A través de los años, el mal se ha encarnado en monstruos como el coco o el hombre del saco, una amenaza dirigida a los niños y niñas que ha ido adquiriendo diferentes formas y nombres en el mundo, dependiendo del folclore propio de cada país. Los ingleses le llaman boogeyman, los franceses croquetamine y los americanos prefieren the slender man o the tall man (el hombre delgado o el hombre alto). Altos o bajos, delgados o de buen ver, con pelo o sin pelo, con aspecto humano o animal, todos estos seres tienen un denominador común: han venido a este submundo para llevarse a los niños malos. Ya lo contaba el rey del terror, Stephen King, en su relato corto El coco, que publicaba por primera vez en la edición de marzo de 1973 de la revista Cavalier y luego recopilada en la colección de cuentos El umbral de la noche, uno de sus cuentos más terroríficos.

En España no nos quedamos cortos y forjar la educación bajo la batuta del miedo ha sido y es una práctica habitual a través de los años. Nuestro coco u hombre del saco tiene su origen en 1910 en el pueblo almeriense de Gádor, y es más conocido en la cultura popular como “el Sacamantecas”.

El Sacamantecas de Gádor

Cuenta la leyenda que Francisco Ortega el Moruno era un padre de familia de 55 años, enfermo de tuberculosis que buscaba desesperadamente una cura para su enfermedad. Para ello acudió a la curandera Agustina Rodríguez, quien a su vez le envió al barbero y también curandero Francisco Leona Romero. Al parecer, Leona ya tenía antecedentes criminales y, a cambio de 3000 de los antiguos reales, le reveló la supuesta “cura”: beber la sangre que emanara del cuerpo de un niño y untarse en el pecho sus mantecas aún calientes. Ortega aceptó la cura.

Francisco Leona Romero se convirtió en el cabecilla del rapto (con saco), asesinato y siniestro ritual de sangre de un niño de 7 años. Un crimen cruel cuyos detalles despertarían las pasiones de directores como Chicho Ibáñez Serrador o el siempre encantador Gaspar Noé, si bien ha sido el andaluz Ángel Gómez Hernández quien ha cogido el saco por los cuernos y se ha atrevido a llevar esta historia a la pantalla.

De la leyenda a la pantalla

Tras su ópera prima Voces (2020), Ángel Gómez estrena en cines este mes de agosto El hombre del saco. Con su segundo largometraje aborda la leyenda del Sacamantecas, a través de la historia de tres hermanos que se mudan con su madre a un pequeño pueblo, tras la muerte de su padre. Pronto descubrirán que en los últimos meses allí se han producido misteriosas desapariciones de varios niños y se embarcarán en una aventura a contrarreloj para descubrir la verdad que se esconde tras los hechos.

El film cuenta con pesos pesados del mundo del fantástico y del terror, como lo es la carismática Macarena Gómez, habitual en este circuito; o Javier Botet, el actor que da vida al hombre del saco y que ha encarnado durante años a los monstruos más terroríficos de la historia del cine reciente. No en vano, su cuerpo ha llevado a la pantalla a las criaturas de It (2017), Slender Man (2018), Insidious: la última llave (2018), Anabelle Creation (2017) y un largo etcétera. El reparto también cuenta con un buen elenco de jóvenes actores que cumplen bien con su cometido.

El film del director andaluz bebe de esos referentes norteamericanos del cine fantástico de los 80 con los que nos pirramos los boomers. Producciones clásicas de esa época dorada como Cuenta conmigo (Rob Reiner, 1986), Los Goonies (Richard Dooner, 1985) o la miniserie It (Tommy Lee Wallace, 1990), están presentes en la gran mayoría de escenas, junto a una banda sonora que reproduce el sonido propio de la época, abanderado por grandes como Claudio Simonetti, más conocido con su banda de rock electrónico y progresivo como Goblin.

Cuenta con una atmósfera bastante terrorífica que se nutre a base recrear escenas clásicas que hemos vivido de niños: mirar debajo de la cama aguantando la respiración u observar sin pestañear cómo se abre un armario, mientras juras por el niño Jesús que nunca más volverás a insultar a tu hermano pequeño. Estos momentos se conjugan acertadamente con los ya clásicos jump-scare, que funcionan bien en la historia. Todo ello, junto a un desenlace que indaga en la aceptación de la culpa y que libera a las víctimas de todo castigo moral, hacen del film un divertimento para ver en familia estos días de verano.

La universalidad del hombre del saco

La versión española del hombre del saco se suma a otras películas internacionales que se han acercado a la leyenda a través de los años de diferente manera, algunas con más fortuna que otras.

En 2012 el francés Pascal Laugier -quien ya revolucionó el género con Martyrs (2008), una de las cintas más extremas que se han hecho hasta la fecha- presentaba The tall man, donde muestra al hombre del saco como un ser oscuro y alto, con un rostro blanco deformado, y convierte la leyenda en un tremendo viaje al interior de nuestros miedos, jugando con los límites de la realidad.

Otra película que entra dentro este saco es la incomprendida Slender Man (2018). Dirigida por Sylvain White nace de una de las leyendas urbanas de internet más populares, en base de una recopilación de imágenes manipuladas en el foro Something Awful que, hoy en día, pertenece a la cultura “creepypasta” (algo así como un foro de relatos cortos terroríficos en los que no puedes distinguir la realidad de la ficción).  La historia cuenta como un grupo de amigas descubre en internet a una extraña y espeluznante criatura conocida como slender man. El misterioso ser, de origen desconocido y aterradores poderes, despierta la curiosidad y el morbo de las jóvenes y deciden invocarlo.

Para finalizar, y casi coincidiendo con el estreno de la producción española, en breve llegará a nuestras pantallas The Boogyman, la esperada adaptación que ha hecho el norteamericano Rob Savage (Host, 2020) del relato corto firmado por Stephen King sobre el universo del coco.

Bauticémosle como queramos, pero lo que está claro es que el hombre del saco ha traspasado la leyenda para convertirse en un monstruo habitual en nuestras pantallas que además alimenta las pesadillas de los más pequeños, ya sea a través de nanas terroríficas o de las amenazas que perpetúan algunos padres en su sistema educativo. Tal y como dice el bueno de Stephen King: “los monstruos son reales y los fantasmas son reales también. Viven dentro de nosotros y a veces ellos ganan”. El Rey no engaña.

 


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