Una declaración de amor a Cádiz: ‘así es ‘Antes de la quema’, la nueva película de Fernando Colomo, mezcla la comedia con el cine de atracos sirviéndose de los carnavales gaditanos

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17 Mar 2019
Néstor Cenizo
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El tráfico de drogas ha suministrado buen material a la comedia. Ahí está Bajarse al moro (1989), una cinta que con el tiempo adquirió rango de clásico y relanzó la carrera de Fernando Colomo, su director. Veinte años después, Colomo repite con Antes de la quema, una película que navega también por las aguas de las películas de atracos, con un elemento diferencial: esto es Cádiz y por aquí desfilan la gracia, el barrio de La Viña, el paro, la jeta y, por supuesto, las chirigotas.

La nueva película del veterano director, que se ha estrenado este domingo en el Festival de Málaga dentro de la sección oficial a concurso, cuenta la historia de un pobre hombre, uno de tantos que malvive a base de pequeñas chapuzas.

“¿Con esto ya puedo cobrar el paro?”, pregunta Quique, interpretado por Salva Reina, cuando consigue un trabajo de un mes para arreglar el jardín donde la Policía custodia la droga incautada. El resto se lo pueden imaginar: Quique se deja camelar por el capo local, Tuti (Joaquín Núñez), para afanar la droga cuando el depósito esté lleno. Por el camino se enamora de una ladrona (Manuela Velasco).

Una declaración de amor a Cádiz

Hasta ahí el guion podría dar para una revisión de Atraco a las tres (José María Forqué, 1962). Pero Antes de la quema es una declaración de amor a Cádiz y a los gaditanos, a base de tomarse a guasa sus particularidades. “¿Cotizar?”, pregunta uno. “Yo siempre he creído que eso era un whisky”. Es sólo uno de la retahíla de gags. “Hay que ver cómo somos en Cádiz que hasta la Policía te pone a trabajar sin contrato”, dicen. Lo decía Colomo durante el rodaje: “Cádiz es la joya de Antes de la quema.

Antes de la quema es una comedia que no olvida los patrones clásicos del cine de atracos, de modo que acaba convertida en una película de “género fluido”, en palabras de su director: “Cuando vimos el guion nos parecía una comedia, pero al hablar con Javi [Javier Jáuregui, guionista] nos dijo que quería hacer un thriller”.

Fotograma de ‘Antes de la quema’

Por ella se filtra la amargura del drama diario en una ciudad a la cola de casi todos los indicadores económicos. “Si cuentas la historia es un dramón. Parecía del subgénero de atracos pero traslucía una realidad social”, ha señalado Colomo. “La vida no tiene un género. Conoces algunas realidades de la ciudad y las intentas trasladar lo más fielmente que puedes”, completa Jáuregui.

El resultado es una película dinámica que se ve a gusto y que trata a cachondeo algunas realidades hirientes. No podía ser menos tratándose de Cádiz. Es también un homenaje a lo gaditano en una película hecha en gran parte por malagueños, tanto entre el equipo como los tres actores principales, Salva Reina, Joaquín Núñez y Maggie Civantos (hermana de Quique).

Los tres clavan el acento, hasta el punto de que en la presentación se ha revivido la polémica sobre el subtitulado de Roma. “La pertiguista era catalana y a veces decía “¡Pues yo no me he enterado!”. Pero es que en Andalucía hablamos rápido. Los acentos están enriqueciendo el panorama español”, ha argumentado Reina, que asume aquí su primer papel protagonista.

Fotograma de ‘Antes de la quema’

De entre el público de la rueda de prensa se ha levantado un gaditano y chirigotero por el tratamiento que la película da a Cádiz y los carnavales. “Lo hemos hecho desde el cariño y desde el respeto”, ha resaltado Salva Reina.

El cómico malagueño llegó a acoplarse a la chirigota de José Antonio Vera Luque, que ha participado con la música y puliendo las letras. “Para mí ha sido una pasada descubrir esta fiesta por dentro. Hacen ensayos de seis o siete horas, con un nivel de excelencia espectacular”.

“Esta película sólo se podía rodar en Cádiz“, ha rematado Colomo. Así es, porque en Cádiz nació ese subgénero afilado de la sátira española que son las chirigotas, la excusa perfecta para reírnos de nosotros mismos y no tomarnos muy en serio ni siquiera aquello que hacemos mal. Sobre todo si se trata de sobrevivir.

Fotograma de ‘Antes de la quema’


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