El festival de Sevilla ha conocido unos meses veraniegos muy agitados en un mar turbulento de malas noticias. Manuel Cristóbal, nombrado hace tan solo unos meses coordinador general de la edición, ha sabido aportar la escucha y comunicación, que tanto falta entre los sectores industriales de nuestro país, incluido el audiovisual.
Una lúcida visión del sector, un profundo conocimiento de sus necesidades y su profesionalidad impecable han convertido una controvertida edición en lo que más necesitaba: un momento de reflexión para construir su futuro, mucho más sólido y con identidad propia puesta al servicio del sector audiovisual andaluz.
Manuel Cristóbal nos desvela en esta entrevista cómo han sido estos últimos meses y avanza los mejores momentos de una edición que promete ser apasionante.
¿Cómo se ha podido sacar adelante una edición que se presentaba como perdida?
Creo que este año iba a ser especial y todo el mundo pensaba que iba a ser por los 20 años. Desgraciadamente se desencadenó una tormenta perfecta que ha hecho que se celebre el festival en unas fechas posteriores a las habituales. Desde que me incorporé como coordinador general he tenido el compromiso absoluto por parte del ayuntamiento de Sevilla, con Minerva Salas, portavoz del gobierno municipal, y de todas las instituciones del sector.
Había mucha complicidad, tanto con la Academia de Cine Andaluz como con ANCINE. En realidad, como con todas las asociaciones que están colaborando con el festival y digamos que también había un equipo que ya estaba preparando la edición y el trabajo de programación que ha sido estupendo.
Tú no puedes sacar un festival en contra. El sector estaba decidido a sacarlo adelante y el diálogo ha sido muy fluido y positivo, en todo momento.
¿Cuál ha sido la clave para que se pueda celebrar la 20 edición del festival de Sevilla?
Creo que ha sido un ‘todos a una’, colaborando y mirando en la misma dirección. En la reunión que hubo entre Minerva Salas y Ruperto Merino, responsable programación cultural en Sevilla, con el sector se pactó realizar un festival en unas condiciones asumibles. Me alegra que mucha gente se haya sorprendido de que al final se celebre y de que haya una programación acorde con la calidad del festival que no desmerece a la de otras ediciones anteriores.
¿Cómo está siendo tu experiencia en los dos meses que llevas en tu puesto en el festival?
Muy intenso. Había muchas cosas que se habían dejado de hacer, de renovar y que ha costado mucho relanzar. Esto ha sido como reiniciar un ordenador, solo que de un de los grandes festivales de España. Se ha podido acometer y esa es una buena noticia.
Lo que esperamos es que Tito Rodríguez se recupere. Ha habido una productiva colaboración con los equipos de programación, producción y educación y he encontrado un equipo muy motivado. Básicamente ha sido saber a lo que nos podíamos comprometer e ir a por ello, sin tener la obligación de hacer lo de siempre. También hacerlo con unas actividades paralelas que también estuviesen a la altura, dirigidas al público y la industria.
¿Existe una posible colaboración por parte con el festival cuando Tito Rodríguez se reincorpore?
Ahora mismo mi compromiso solo es para este año. Obviamente elaboraré un informe cuando finalice el festival, pero por el momento solo es por esta edición.
Todos los compañeros de prensa te han preguntado por este tema desde tu incorporación, ¿no?
Muchas veces por una razón u otra no habido suficiente información y si no haces la información, te la hacen. Una de las primeras cosas que hice al incorporarme es determinar una fecha para la rueda de prensa y anunciar las fechas para el 2024 para mostrar así el compromiso del ayuntamiento de Sevilla con el festival. Son unas fechas muy difíciles de establecer en el calendario y hay que lucharlas mucho, porque se han peleado durante 20 años.
Existe una acumulación de fechas de festivales en este mes de noviembre y la prensa es limitada, ¿existe una solución para esta situación?
Hay que coordinarse entre festivales sobre este tema, pero también tiene que haber distintas personalidades y cada uno debería buscar su espacio.
¿Cuál es la filosofía de esta edición del festival del Sevilla? Resalta la importancia que se le ha dado al talento andaluz.
Mi prioridad es hacer un festival de Sevilla y no en Sevilla. Es muy importante darse cuenta de que muchas de estas obras cinematográficas están por mérito propio, ya han tenido un recorrido por otros festivales y es mostrar el respeto debido a ese recorrido que ha conquistado varias selecciones y palmarés internacionales. Además, la sección es un panorama porque lo que caben propuestas muy distintas.
En principio no íbamos a poner cortos pero se hizo un esfuerzo adicional porque, al final, quedaba cojo ese panorama.
Además, la calidad del corto español está en sus mejores momentos, de los 5 cortos nominados a los premios de cine europeo, dos son nacionales.
Qué me vas a decir a mí, que me he formado, vengo del mundo del cortometraje y me reivindico de él. A mí toda la parte del corto y los cortometrajistas me hace recordar por qué empecé en esto.
Parece incluso que antes era una forma de comenzar y ahora los grandes autores de largos vuelven a este formato. Volviendo a la programación hay también muchas más producciones españolas.
Sevilla es un gran festival que se celebra justo antes del periodo navideño. Unas fechas muy importantes para el sector también por el tema de las nominaciones a los distintos premios. Queríamos poder ofrecer a los cineastas un trampolín para sus estrenos. Por ejemplo, Pablo Berger con una película que se estrena el 6 de diciembre. Nos parecía que ganamos todos: un gran director con un estreno cerca del festival.
La parte más importante de los festivales hoy es servir de difusión de esos estrenos para el resto de la geografía del país. Todo lo que sea colaborar en ese camino es importante. Por ello hemos decidido hacer una exposición sobre el arte de Robot Dreams y una entrevista en profundidad con su director.
Acercándonos a las distintas secciones, Nuevas Olas, esas películas que triunfan en el extranjero y son menos conocida en el extranjero, ¿crees que pueden conectar con un público más joven?
Cuando vives en una generación en que el cine forma parte del día a día, tienes que intentar seducir a un público para el que este cine ya no es día ya día. Un festival tiene que ser un lugar de descubrimiento y, desde luego, Sevilla lo es. El público es muchas veces muy agradecido y ve nuevos cineastas u otra manera de disfrutar del cine o géneros que, a priori, no son tan transitados. Que estas Nuevas Olas sean refrescantes y que estos cineastas sean reconocidos es la intención última de la sección.
¿Cómo se encuentran las relaciones con la Academia de Cine Europeo?
Es estratégico restablecer relaciones con la Academia de Cine Europeo. La lectura de sus nominaciones tiene que ver con la propia estrategia de la Academia. Si vuelve a realizarse en Sevilla, nosotros nos sumaremos, por supuesto. Soy miembro de la Academia de Cine Europeo y creo que tenemos todo lo posible para que ella y sus miembros se sientan absolutamente en casa en Sevilla. Es absolutamente prioritario. El festival le debe mucho a la Academia de Cine Europeo y eso hay que reconocérselo y ampliar esa colaboración.
Una vez que el MERCI se ha trasladado a la Seminci, ¿cómo se va a completar el programa de industria del festival?
A nivel de industria, el director de Film i Väst Analysis, Tomas Eskilsson, va a analizar el informe Todo lo sólido se funde en el aire: la financiación pública del cine en una encrucijada II, que fue presentado en el festival de Venecia. En una jornada profesional organizada en colaboración con la Oficina Europa Creativa MEDIA Andalucía y con la colaboración de ANCINE y la Academia de Cine de Andalucía se invitará a los productores a debatir sobre este tema tan trascendental.
Un trabajo esencial de hoy es generar una cinematografía diversa y variada y ese es lo que se va a hablar el 24 de noviembre, logrando que la producción independiente sea sostenible. Toda la política audiovisual europea se pensó en un momento concentro, ya muy lejano, y ahora hay que volver a replanteársela. Por ejemplo, en España se producen más películas que en Alemania, hay que reflexionar sobre ello y otros muchos temas.
En cuanto a las actividades educativas de los festivales, ¿cuál creas que es su función respecto de este tema?
Desgraciadamente la educación a la imagen y al cine depende más de iniciativas voluntaristas que a la propia política del país. Los festivales tienen que asumir ese rol y coordinar esa educación. Educar en la imagen logra también que los jóvenes disfruten del cine de otra manera y consigue que tengan más herramientas para abordar las imágenes.
¿Dónde ves el festival de Sevilla en 5 años?
Como en uno de esos festivales que se esperan porque pasen cosas. Y Sevilla, también hay que decirlo, es unas de las ciudades más bonitas que hay en Europa. Y como festival es un tesoro para disfrutar.
Desde FilmAnd no podemos estar más de acuerdo con la opinión de Manuel Cristóbal sobre la belleza de esta ciudad. Y estamos seguros de que van a pasar muchas cosas, y muy buenas, en esta edición del festival de Sevilla y en las futuras, gracias a su escucha, diálogo, profesionalidad y entusiasmo sin límites. Buen festival a tod@s.
