El Festival de Cine, Medio Ambiente y Mundo Rural Biosegura Cine ha llevado del 21 al 25 de junio un soplo de cinematográfico aire fresco a la localidad jiennense de Beas de Segura. El largometraje El lápiz, la nieve y la hierba, dirigido por Arturo Méndiz, y ambientado en los Pirineos, donde retrata la experiencia de escuelas unitarias en las que conviven niños de diferentes edades, ha conseguido el Premio al Mejor Largometraje de un certamen integrado en Biosegura, muestra más amplia que desde 1999 plantea alternativas sostenibles para la economía rural de la zona.
El galardón para el Mejor Cortometraje ha sido para 56, del director Marco Huertas, corto que venía precedido ya de una gran trayectoria nacional e internacional. Cuenta la lucha de tres niños por conseguir 56 kilos de arroz, que es el precio que deben pagar para poder estudiar en escuela primaria de Soavinarivo, una pequeña aldea en el interior de Madagascar.
Por último, el Premio del Público ha ido para Mi valle, de Lores Espinosa y Mario Santos, documental que recoge la historia de dos hermanos que pasaron su juventud en el antiguo pueblo de Riaño, antes de verse obligados a abandonarlo por las obras del embalse que dejó bajo las aguas el emplazamiento original de esa localidad leonesa.
Biosegura Cine ha llevado a Beas cerca de medio centenar de proyecciones (entre ellas el estreno de El amor de Julia, del director local David Heredia) y otras muchas actividades que relacionan audiovisual y naturaleza.
