Tras el aplazamiento en marzo debido a la pandemia del coronavirus, el Festival de Málaga celebra su 23ª edición del 21 al 30 de agosto como el gran evento del cine en español, con una Sección Oficial que mantiene a la mayoría de los títulos previstos en marzo e incorpora algunos nuevos y con una decidida apuesta por la utilidad para la industria audiovisual española e iberoamericana.
Nuestro objetivo es hacer un festival amable y seguro en el que primará el cine (exhibición) sobre el evento social, con supresión de actividades que suponen aglomeración de personas sin posibilidad de respetar la distancia de seguridad. Es el caso de la tradicional alfombra roja a las puertas del Teatro Cervantes, que se transforma en un gran photocall para medios de comunicación que tendrá lugar en los salones del Gran Hotel Miramar.
Adaptamos nuestro modelo a las circunstancias convirtiéndolo en un formato. Y siempre bajo criterios de seguridad y de responsabilidad desde el punto de vista sanitario, pero también para con nuestro sector, nuestro público y nuestra ciudad. Para ello, hemos diseñado un plan que recoge una extensa relación de medidas higiénico-sanitarias, que abarcan desde consideraciones generales a la correcta operativa en el uso de espacios comunes y a la gestión de públicos e invitados.
‘Mi gran despedida’ (Antonio Hens, Antonio Álamo)
Apoyo del sector audiovisual
Desde el anuncio del aplazamiento hasta el anuncio de las nuevas fechas, el Festival ha sentido y recibido el apoyo de todo el sector audiovisual. Tan fundamental es nuestra cita, que el ICAA – Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, en colaboración con la Academia de Cine, nos ha escogido para lanzar parte de la campaña ‘El cine es un lugar seguro – #YoVoyAlCine’, con diversas acciones de apoyo al sector y la vuelta a las salas.
Y es que Málaga se convertirá del 21 al 30 de agosto en el epicentro del deseado primer reencuentro del cine en español. Y lo hará en un nuevo formato en el que se reduce la programación para minimizar la operativa y los riesgos sanitarios, centrado en las secciones oficiales a competición.
El apoyo del sector –que debemos agradecer y del que nos sentimos orgullosos- se materializa también en el importante número de películas que mantienen su compromiso con el Festival. La mayoría de títulos confirmados en marzo continúan en esta edición aplazada. Tendremos una programación que, aunque más sintética, mantiene las características y nivel de la programación primitiva.
‘El inconveniente’ (Bernabé Rico)
Veteranía y nuevos talentos
Porque el aplazamiento ha permitido también que algunos títulos que no estaban disponibles en marzo, ahora sí lo estén y puedan integrarse en nuestra programación. En ella hay nombres muy destacados de nuestro cine, prueba de la creciente confianza hacia el Festival entre los directores de mayor trayectoria, que se combinan con nuevos nombres muy prometedores, que nos consolidan como descubridores de nuevos talentos.
La colaboración y apoyo de todos es más importante que nunca y en la que no podemos dejar de recordar que la cultura es segura
A ellos se unen nuestros homenajeados, en un plantel del que un año más nos sentimos muy orgullosos. El Premio Retrospectiva – Málaga Hoy será para el director mexicano Arturo Ripstein. El Premio Málaga Talent – La Opinión de Málaga será para Carlos Marques-Marcet. El premio Ricardo Franco-Academia de Cine será para la diseñadora de vestuario Tatiana Hernández y la Biznaga Ciudad del Paraíso se le entregará a la actriz Kiti Mánver y al actor, autor y director argentino Óscar Martínez.
Protagonistas, títulos y encuentros que nos hacen afrontar con ilusión y fuerzas renovadas una 23ª edición compleja en la que la colaboración y apoyo de todos es más importante que nunca y en la que no podemos dejar de recordar que la cultura es segura. Os invitamos a vivirla y disfrutar de nuestro 23º Festival de Málaga.
