La comedia andaluza ‘De Caperucita a Loba’, dirigida por Chus Gutiérrez y producida por Álvaro Ariza, fantasea con un regreso de fiesta a lomos de unicornio y corta la Gran Vía madrileña de madrugada en un hito para el cine andaluz

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14 Oct 2021
Alejandro Ávila
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Cortar una de las principales arterias de la capital del país se asemeja a una misión imposible.

A lo largo de la historia del cine español reciente, apenas lo han han conseguido cineastas de la talla de Álex de la Iglesia, Alejandro Amenábar o Carlos Vermut. En nuestra retina, nos sigue hiptonizando cómo Eduardo Noriega deambula en soledad por la Gran Vía, Santiago Segura y compañía se cuelgan del anuncio más famoso de España o Eva Llorach hace su gran actuación en el célebre teatro Capitol.

A Abre los ojos, El día de la bestia o Quién te cantará se une ahora la comedia andaluza De Caperucita a Loba, como un nuevo hito en la historia del cine español, al haber logrado cortar la Gran Vía de Madrid, durante la madrugada del pasado miércoles 13 de octubre.

“¡Esas deberíamos ser nosotras!”

Poco antes de medianoche el equipo de la cineasta andaluza Chus Gutiérrez ya está listo en puntos claves de la Plaza de Callao y las calles de Silva, San Bernardo o Jacometrezo. Los cortes van llegando con cuentagotas, lo justo para lanzar una toma, mientras Marta González de Vega cabalga lentamente por la avenida, cruzándose en su camino con un barrendero, que le reprocha que le pise lo barrido y otra amazona que también regresa de fiesta. Sin embargo, conforme avanza la noche, el ensanche madrileño quedará totalmente paralizado.

La secuencia es una especie de ensoñación: “¿Quién no ha regresado alguna vez de fiesta, de madrugada por una Gran Vía medio desierta?”, se pregunta la productora ejecutiva, María Luisa Gutiérrez (Bowfinger), mientras observa a los blancos corceles, atendidos en todo momento por sus cuidadores. Dos chicas jóvenes, en llamativas minifaldas fucsias, corroboran sus palabras al ver a las dos amazonas: “¡Esas deberíamos ser nosotras volviendo de fiesta!”, gritan entre risas.

Un hito para el cine andaluz

Álvaro Ariza (Esto También Pasará), uno de los productores andaluces más prolíficos del momento (La casa del caracol, El refugio, Lobo feroz, The Caddy, Con los años que me quedan…), se muestra entusiasmado con un hito histórico para el cine andaluz y con la idea de que una productora de Guadalajara y un productor de Cádiz hayan logrado cortar la principal calle del país. Norte y sur confluyendo en el centro.

Lo han hecho apostando por dos talentos como la directora de esta ácida comedia, Chus Gutiérrez, y Marta González de Vega, su guionista, protagonista y artífice de la idea original, gracias a su obra de teatro De Caperucita a Loba en solo seis tíos, que sigue triunfando tras seis temporadas en cartel.

González de la Vega describe De Caperucita a Loba como “un concienzudo estudio de campo en el mundo de las relaciones basado en el conocido método del ensayo-ostión, que nos demostrará que la risa es la única forma de sobrevivir al patetismo en que nos coloca el amor, tanto a hombres como a mujeres. Porque todos somos igual de patéticos cuando nos enamoramos, y convertirnos al humor es nuestra única salvación. En el amor triunfa el que aplica esta máxima: el que ríe el último… ha perdido un tiempo precioso”.

Todas las caperucitas llevan una loba dentro

Tras la cámara, se encuentra Chus Gutiérrez, una veterana cineasta andaluza con doce largometrajes a sus espaldas, como Alma gitana, El calentito o Retorno a Hansala, y nominada hasta en tres ocasiones a los Premios Goya. Gutiérrez, que dirige la secuencia con veteranía, cuenta que “muchas veces el cine, las canciones y la literatura nos cuentan que el amor tiene que ver con sufrir, con penas y conflictos”.

Sin embargo, para la directora andaluz, “el amor debería ser un lugar de disfrute y de alegría. Por eso me lancé encantada a rodar De Caperucita a Loba, porque me encanta la idea de demostrar que todas las caperucitas llevan una loba dentro. Sólo hace falta permitirse disfrutar”.

Y para disfrutar sin pedir permiso, Chus Gutiérrez y Marta González de Vega se han rodeado de intérpretes cómicos de la talla de Berto Romero, David Guapo, José MotaMarco ZuninoMartita de Graná, Melania Urbina, Antonio Resines o Elena Irureta.

Una coproducción internacional

De Caperucita a Loba cuenta con la producción del andaluz Alvaro Ariza (Esto también pasará) y de De Caperucita a Loba AIE en coproducción con BowfingerGlow y Tondero. Con la participación del ICAA PRIME VIDEO y con la distribución de A Contracorriente y Latido. La producción ejecutiva es de María Luisa Gutiérrez, socia de Bowfinger. Cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid.

Sinopsis

Una loba es una caperucita que ha aprendido a reírse de si misma. Y ese es el mayor superpoder que existe porque cuando nos convertimos al humor no hay nada que pueda hacernos daño. Una historia que nos demuestra que todos somos patéticos en el amor pero que aprender a reírnos de ello, convierte automáticamente el drama en comedia. Y por lo tanto a Caperucita en loba.

El proceso de conversión de Marta, nuestra protagonista, le llevará varios años y varios tíos, desde que decide convertirse en loba hasta que lo logra, porque tendrá que aprender que a la risa no se llega evitando el bosque del drama sino atravesándolo hasta el fondo.  Sometiéndose al método del ensayo-ostión, pasará por un montón de situaciones patéticas hasta que aprenda a abandonar el autoengaño y a enfrentar la realidad, descubriendo que del drama brota la risa y de la risa brota… el poder.


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