El Festival de Málaga cierra la competición en Sección Oficial de largometrajes con un cóctel que bien puede resumir la esencia de esta renovada edición: las óperas primas Pieles y La historia de mi padre, y la despedida con el drama bélico El jugador de ajedrez.
Eduardo Casanova se estrena a lo grande en su primer largomentraje como director: apadrinado por Alex de la Iglesia, seleccionado en la sección Panorama de la Berlinale, y ahora en Málaga generando la misma expectación que despertó en tierras alemanas. Es arriesgada, Pieles molesta a quien no quiere ver, y Casanova no se corta un pelo: “La película está hecha desde la libertad más absoluta”, contó.
Historias de personas con malformaciones en su cuerpo, en su mente, “personas, dice el director, diferentes que luchan por buscar su lugar en la sociedad”. En Pieles todo es muy rosa, con pinceladas violaceas, pero de mil tonos rosa. Casanova elige esta estética kitsch -ya marca personal para endulzar, para poetizar una realidad difícil de mirar, pero que sin duda es una bella y profunda oda a la diferencia.
De una propuesta con personalidad pasamos a una película personal. La ópera prima La memoria de mi padre, dirigida por el chileno Rodrigo Bacigalupe, aborda la relación entre un padre y un hijo que ven agotarse las posibilidades de reconciliarse por el alzheimer que sufre el progenitor, obsesionado con encontrar a su esposa ya fallecida.
Y despedimos la Sección Oficial a concurso con la producción española El jugador de ajedrez, de Luis Oliveros. Una historia enmarcada en la Francia de la Segunda Guerra Mundial que propone como salvoconducto emocional la pasión del protagonista por el ajedrez, que comparte con su carcelario alemán. El juego tiende un puente que demuestra, explicó Oliveros, “que con la cultura podemos entendernos todos”.
El Teatro Cervantes acogió este viernes una gala muy emotiva en la que se entregaron las biznagas Málaga Cinema en reconocimiento a destacados profesionales del cine malagueño. Entre los premiados, destacaron la Biznaga Oficiones de Cine para el compositor José Antonio Villalobos y el Premio ASFAAN a la Trayectoria para el actor José Miguel Guardiola, que recibió una gran ovación del público.
Adelfa Calvo y Jaime Ordoñez fueron los galardonados con las Biznagas a mejor actriz y actor. Los dos intérpretes han dado el salto a la televisión nacional y trabajado en grandes producciones de largometraje. En este homenaje de su tierra, reinvidicaron el talento y calidad de los profesionales del cine de Málaga, y pidieron inversión para ser “una verdadera ciudad del paraíso cultural.”
Como broche final del día, unas horas más tarde se hizo entrega del Premio Retrospectiva a Fernando León de Aranoa. El director y guionista madrileño recibe este premio como reconocimiento a toda su trayectoria profesional. El cine, expresó el cineasta, compone “un mosaico de quiénes fuimos durante un año determinado”. Por eso reinvidicó que las instituciones “cuiden esta industria igual que hacen con otras”.
