Almería: la reivindicación del figurante de cine

La historia del cine en la provincia de Almería no sería la misma sin la incansable y abnegada labor de los figurantes. Algunas de las escenas más míticas rodadas en los paisajes almerienses, como la toma de Akaba en la Playa del Algarrobico de Lawrence de Arabia, las batallas de Cleopatra, el recibimiento al general Patton en la Plaza de la Catedral, o la Calle Almanzor, a los pies de la Alcazaba, convertida en un zoco árabe en las películas Indiana Jones y la última Cruzada, no habrían existido o no tendrían tanta fuerza sin la aportación de esas personas anónimas.

Y eso que el trabajo del figurante, o extra, históricamente no ha disfrutado de la más mínima consideración en la industria de los sueños. Si los departamentos que componen un equipo de rodaje se estratificasen en una pirámide, los extras, sin duda, se agruparían en la base. De hecho, hasta hace relativamente poco tiempo, no existía un marco legal que regulase laboralmente a los figurantes, más allá del Estatuto de los Trabajadores.

En el Boletín Oficial del Estado del 18 de mayo de 2016 se publicó el I Convenio Colectivo Estatal Regulador de las Relaciones Laborales entre los Productores de Obras Audiovisuales y los Figurantes que prestan sus servicios en las mismas. En ese texto se definen las condiciones de trabajo, derechos y obligaciones de los figurantes, desde su jornada laboral, las horas extras o las retribuciones salariales mínimas, que en 2019 están fijadas en 46 euros por día, más 12.50 euros por hora extraordinaria de trabajo.

Almeriacine, espacio pionero en internet sobre todo lo relacionado con el cine en Almería, ha lanzado una campaña reivindicativa para ensalzar al extra y resarcir en parte este desagravio. Juanen Pérez Miranda es su fundador y el impulsor de este proyecto a través del cual solicita a todas aquellas personas que quieran sumarse, y que hayan tenido alguna experiencia como figurantes, que compartan sus fotografías y recuerdos en el séptimo arte.

Pérez Miranda acentúa el valor emocional que se asienta en los recuerdos de quienes alguna vez han sido extras y que, en muchos casos, son aventuras que por la tradición oral pasan de padres a hijos y de abuelos a nietos, experiencias que nunca se olvidan. En una provincia como Almería, tan ligada al cine a través de centenares de rodajes desde 1951, estas historias forman parte del acervo popular. Una herencia que resiste el paso del tiempo al ponerse a salvo en el imaginario colectivo de todo un pueblo.

El fundador de Almeriacine detalla que “este proyecto nace con el objetivo de visibilizar y reconocer el papel anónimo de cientos de figurantes que han participado en la historia cinematográfica de Almería”. Gente a la que rendir un modesto homenaje. “Pretendemos que salgan a la luz imágenes con cierta antigüedad, que en muchos casos se terminan perdiendo al pasar de padres a hijos y nietos, y que nos parece que tienen un valor histórico y sentimental importante, que merece ser conocido”, comenta.

Las anécdotas, tan valiosas o más incluso más que las propias fotografías, se multiplican hasta el infinito entre los figurantes. Pérez Miranda recupera dos de rodajes recientes que ha conocido a raíz de esta iniciativa: “Enrique Candea, que hizo de guerrillero afgano en Los nuestros 2, serie recientemente emitida por Tele 5, nos contaba que fueron ya maquillados y vestidos desde el hotel y que, al regreso, después de dejarlos, un coche de policía paró al conductor de la furgoneta porque alguien había denunciado haber visto un vehículo lleno de talibanes”. Y otra anécdota para recordar siempre es la que contó Federico Sáez, comandante hitita en Exodus, “a quién la mismísima familia real le pedía posar con ellos para hacerse una foto como recuerdo”.

 

El Habichuela

Y si se habla de figuración en Almería sería imperdonable, casi un sacrilegio, no reivindicar el papel de José Galera Balazote, conocido cinematográficamente como Pepe ‘El Habichuela’. Como él mismo se definía, “el figurante más famoso del mundo mundial”, mucho antes de que Manolito Gafotas, que posteriormente popularizó esa expresión, ni siquiera se hubiese asomado por la mente de Elvira Lindo.

Personaje singular donde los haya, El Habichuela pudo participar como extra en la mayoría de las películas que se rodaron en Almería entre los sesenta y hasta bien entrados los noventa. Su género predilecto fue el western. Vivía su día a día como el protagonista de una película que rodaba a diario. Rostro curtido, pronunciada barba, voz ronca, sombrero de cowboy, chaleco y revólver con canana al cinto, y poco más de metro cuarenta de altura que movía con una pronunciada cojera, le conferían un aire místico que parecía sacado del universo onírico de Fellini o Buñuel.

Su cara llenó primeros planos de numerosos directores que rodaron en Almería. Aunque muchas personas le hicieron la vida imposible, tal vez por esa incomprensión hacia el diferente, despertaba simpatías entre las grandes estrellas que requerían su presencia y compañía en los rodajes. Así ocurrió con Brigitte Bardot, Giuliano Gemma o Terence Hill, entre otros. En el caso de este último, cuando vino a Tabernas para recibir un homenaje en el Almería Western Film Festival, en la rueda de prensa Hill recordó espontáneamente a su colega: “Almería la llevo en el corazón gracias a amigos como El Habichuela”.

Giuiano Gemma, el héroe sonriente del spaghetti western, también recordó al Habichuela en el prólogo que escribió para el libro Western a la europea… Un plato que se sirve frío, de Anselmo Núñez Marqués. En ese texto Gemma evoca los recuerdos que asaltaron su mente cuando visitó en 2003 Almería para recibir un homenaje en el, por entonces, Festival Internacional Almería en Corto: “Todo ello me hizo retroceder en el tiempo y revivir aquellos días apasionantes de antaño, volviendo a mi memoria otras muchas personas que colaboraron en aquellos films como actores, técnicos, extras, todos de gran nivel; algunas todavía hoy recordadas con afecto en su tierra, como aquel figurante especial y querido de todos apodado El Habichuela, al que quiero destacar”.

Juanen Pérez Miranda reconoce el legado de El Habichuela y cuenta que protagoniza otra iniciativa en Almeriacine: “es el emblema de la figuración en Almería. Su imagen inauguró otro álbum que vamos ampliando hace tiempo, llamado ‘Almerienses en el cine’, en el que mostramos fotogramas de aquellos figurantes que, además de participar, tuvieron un golpe de fortuna en el montaje final para terminar apareciendo en pantalla, lo mismo en una de James Bond, caso de El Habichuela en Nunca digas nunca jamás, que andando con el pueblo dothraki justo delante de la Khaleesi de Juego de tronos, que ha sido el caso de Antonio Saldaña, y por eso nos envió el fotograma bien orgulloso”.

El mejor homenaje a José Galera Balazote, que además disfruta de una calle en el barrio de El Alquián, se lo dieron sus amigos el director de producción José Salcedo y su mujer Alicia López, que actuaron como unos padres para él hasta que falleció en 2005. En su lápida inscribieron un epitafio lleno de amor: “Quisiste tocar el cielo como actor, hoy te aplauden las estrellas”.

 

El resurgir del extra

Con las últimas grandes producciones que se han cristalizado en Almería en los últimos años, especialmente a raíz de Exodus: Dioses y reyes en 2013, el interés de los almerienses de todas las edades por convertirse en figurante y vivir de cerca la experiencia de un rodaje, al lado de alguna de sus estrellas de referencia, ha crecido hasta situarse a la altura de la época de mayor esplendor del cine en Almería, la segunda mitad de los sesenta.

El caso de Exodus resultó especialmente significativo. Se convocaron varios castings en la provincia y se desbordaron todas las previsiones. En Pechina se rozó el drama con más de cinco mil candidatos en un pueblo que tiene poco más de cuatro mil habitantes. Entre las diferentes convocatorias se presentaron más de 28.500 personas, en algunos casos haciendo cola y pasando la noche en las puertas de los lugares del casting como si del concierto de una estrella juvenil se tratase.

Por último Juanen Pérez Miranda plantea una interesante reflexión que radica en el papel que se reserva a los profesionales autóctonos en las producciones que se ruedan en Almería, y que se puede aplicar a toda Andalucía. En el pasado, debido a la falta de formación especializada, los almerienses en muchos casos solo podían trabajar como figurantes. Esa realidad hoy ha cambiado y Almería cuenta con excelentes profesionales en todos los departamentos de los que se compone un equipo de rodaje.

El fundador de Almeriacine explica que “las productoras suelen venir con sus equipos cerrados y solo se requiere gente de aquí para puestos menores. En Almería existen profesionales preparados y con una importante experiencia ya en numerosos rodajes. Seguimos viendo a almerienses trabajando en los departamentos de transportes y producción pero yo me alegro especialmente cuando los veo dar el salto a otras profesiones del cine. Me viene a la memoria ahora mismo el tabernense Rafa Alcaraz, con una dilatada experiencia en los departamentos de arte y efectos especiales de casi cualquier producción que viene a Almería y con proyección fuera de los límites provinciales. Últimamente ha trabajado en Molly, en la serie francesa Joséphine, ange gardien o en Terminator 6. En la misma serie francesa citada ha trabajado como ayudante de cámara otro joven y gran profesional almeriense, Pablo Miralles. Este es el camino deseable”.

A pesar de que el trabajo de figurante puede ser muy desagradecido con largas horas de espera, frío o calor según la época del año, repetición de tomas hasta el hartazgo, escaso reconocimiento y remuneraciones que no se ajustan al esfuerzo desplegado, el cine posee tanto poder de seducción que siguen siendo legiones las personas que desean convertirse en ‘estrellas’ por un día como extras, y si es al lado de sus héroes en la ficción, mucho mejor.

Si alguien guarda una imagen de su experiencia como figurante en Almería, en Almeriacine la esperan con ahínco para ampliar un álbum fotográfico del que forman parte varias generaciones de almerienses a los que les une la pasión por el séptimo arte.