Antes de su estreno en Sevilla, previsto para este miércoles 10 de enero, el cineasta Alberto Rodríguez ha hecho escala en Madrid para presentar su primera incursión en el mundo de la televisión. Como casi todos nuestros lectores sabrán, se trata de ‘La Peste’, una ficción de Movistar + que invita al espectador a sumergirse en la Sevilla del siglo XVI.

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9 Ene 2018
Redacción filmAnd
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Antes de su esperadísimo estreno en Sevilla, previsto para este miércoles 10 de enero, el cineasta andaluz Alberto Rodríguez ha hecho escala en Madrid para presentar ante los medios su primera incursión en el mundo de la televisión. Como casi todos nuestros lectores sabrán, se trata de La Peste, una ficción de Movistar + que, con más de 10 millones de euros de presupuesto, invita al espectador a realizar un paseo por la Sevilla del siglo XVI. La peste, antes de su estreno real este viernes 12 de enero en la plataforma digital, cuenta ya con varios logros, entre ellos haber sido la primera serie de televisión en participar en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián.

“La gran diferencia entre una película y una serie es el volumen. Hacer series es brutal y te deja exhausto, es una maratón, supone mucho trabajo concentrado de una forma explosiva”, ha confesado Rodríguez este martes 9 de enero durante una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de la llegada de esta serie a la televisión. La acción de La peste se desarrolla en la segunda mitad del siglo XVI, cuando la ciudad de Sevilla era la metrópoli del mundo. Durante una plaga de peste, Mateo, un exmilitar, regresa para rescatar al hijo de un amigo fallecido y es arrestado por el Gran Inquisidor y obligado a resolver una serie de asesinatos. En palabras de Rafael Cobos, creador junto a Rodríguez de esta serie, hubo un tiempo en que Sevilla era la ciudad más importante del mundo e “influía económicamente en todo”, por lo que la intención de esta serie es reflejar cómo se vivía en aquel momento en la ciudad por la que “pasaba todo el oro y la plata que llegaba” del nuevo mundo.

 

 

Por su parte, Rodríguez ha señalado que “hay problemas inherentes a la condición humana”, como es el caso de la corrupción, por lo que su intención ha sido crear un “diálogo” entre dos tiempos “tan remotos” pero con elementos en común. En este sentido, Cobos añade que “la enfermedad puede ser un negocio y esa corrupción que conlleva está muy pegada a lo que se ha vivido en los últimos 20 años”.

En el aspecto técnico, La peste ha sido muy fiel a la iluminación doméstica de la época y reproduce cómo vivía la gente “cuando caía el sol”, en unas casas “muy cerradas y con pocas ventanas”, lo que puede llevar al espectador a pensar en artistas como Caravaggio.

Paco León o el poder del dinero

Uno de los actores principales en el reparto de La peste es Paco León, que da vida a Zúñiga, alguien de “origen humilde que se ha enriquecido con el descubrimiento de América” y que representa a una “burguesía incipiente tras la llegada de barcos llenos de oro”. Con sus “malas artes”, este “representante del poder del dinero” alcanzará el poder político mediante la compra de títulos nobiliarios.

En palabras del actor, que también ha acompañado a los creadores de la serie en su presentación en la capital de España, esta serie retrata “muchas tragedias de parias como la homosexualidad o la prostitución, unas conductas castigadísimas, incluso a veces con la hoguera”. En este sentido, ha contado una anécdota real de esa época en Sevilla, según la cual se llegó a quemar vivos a dos niños de ocho años acusados de homosexualidad.

Así explica el propio director de la serie, Alberto Rodríguez, la importancia del personaje encarnado por Paco León en La Peste:

 

 

Por su parte, la actriz Patricia López Arnaiz interpreta a Teresa, una mujer noble y pintora que acaba de enviudar y que hasta ese momento ha sido “la hija y la mujer de”. Tras vivir en “la comodidad y la ignorancia”, conoce la “soledad”, sin la “autoridad masculina”, y con la barrera de una sociedad que limita las vías por las que quiere caminar.

En palabras de la actriz, con este personaje ha encontrado una “vía que va directa al presente” y “una forma distinta pero que en esencia es una misma estructura que se repite hoy en día”.

Por su parte, Sergio Castellanos da vida a Valerio, un niño bastardo abandonado que se cría en un hospicio. En su vida irrumpe Mateo (Pablo Molinero), un exmilitar que abandonó el ejército por cuestiones éticas y que recibe la petición de un amigo de sacar de la calle a su hijo bastardo. Molinero ha señalado que Rodríguez insistió mucho en no entrar en aquella época con una moral actual, “sin juzgar desde los ojos de hoy en día”. No obstante, la peste, título y telón de fondo de este thriller, sirve para hablar del “lado oscuro del ser humano”.

 


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