Manolo Solo destaca desde hace tiempo como uno de los actores más carismáticos y talentosos de su generación. Ahora parece que muchos lo han descubierto con su papel del juez Ruz en B, la obra de teatro y la película, y sobre todo en Tarde para la ira, la ópera prima de Raúl Arévalo que le ha valido su primer Goya. Pero lleva brillando más de dos décadas en las pantallas y los escenarios españoles.
Su currículum audiovisual es apabullante: ha trabajado con Guillermo del Toro (El laberinto del fauno), Fernando León (Amador), Manuel Martín Cuenca (La flaqueza del bolchevique, Caníbal), Daniel Monzón (Celda 211) o Alberto Rodríguez (casi todas las películas del director sevillano), entre otros grandes. Y ha participado en algunas de las series más renombradas de la televisión española reciente, de Cuéntame a La peste, proyecto este último en cuyo rodaje está inmerso ahora mismo.
Hemos hablado con él en una plaza de Pío XII, el barrio sevillano al que llegó desde su Algeciras natal y al que vuelve cada vez que “baja” desde Madrid, la ciudad en la que reside en la actualidad. Sentado en un banco de esa plaza, nos ha contado sus sensaciones tras ganar su primer Goya y su experiencia trabajando en el teatro, la televisión y el cine. Y se ha atrevido a dejarnos algunos consejos para quien quiera empezar en el mundo de la interpretación.