Los lunes son el peor día de la semana, aquí y en Belgrado. Una acaba de terminar de reponerse de los estragos de la semana anterior del fin de semana de desenfreno (las cartas sobre la mesa) cuando de repente tiene que recomponerse y hacer frente a una nueva semana.
Sin embargo, hay series que hacen que los lunes sean menos lunes, y yo vengo a hablarles de una de ellas: Outlander. La serie de la cadena Starz, que emite en España Movistar +, acaba de estrenar en España su quinta temporada, marcada por el inicio de la Revolución Americana, con los protagonistas viviendo en primera persona cómo se gesta.
La cadena ya ha confirmado la sexta temporada, que, al igual que la quinta, tendrá 12 capítulos (pausa para saltitos de alegría). Y, como yo callada no me puedo estar y ya he declarado en más de una ocasión mi amor incondicional por esta serie, aquí van siete razones por las que, si no la han visto, dejen lo que están haciendo y se pongan a disfrutar de esta joya televisiva.
1. Su protagonista, Claire
Claire Randall es una enfermera de combate de la Segunda Guerra Mundial que, tras reencontrarse con su marido al finalizar la guerra, viaja con él a las Tierras Altas de Escocia. Mientras está buscando nomeolvides en un círculo de piedras a las afueras de Inverness, pone las manos sobre una de ellas y aparece en la Escocia del siglo XVIII, concretamente en 1743. Y ahí comienza su aventura.
Claire una mujer adelantada a su tiempo, asertiva, feminista, altruista y muy inteligente. El cambio hacia un siglo aún más machista que el suyo propio no consigue amilanarla, sino todo lo contrario. Habla con valentía y franqueza, con una determinación (y un lenguaje, sobre todo) que asombran a todo aquel que la conoce. Pero no es una protagonista femenina al uso (¿Cuántas protagonistas conocen ustedes que lleguen con resaca a su propia boda?).
A lo largo de los episodios, y por ende, de los siglos, va desafiando convenciones sociales, encontrando un extraño equilibrio entre la lealtad a la Claire del siglo XX, y su nuevo rol en el siglo XVIII. Su identidad se va transformando con el tiempo, y sin embargo, ella consigue dar sentido a las contradicciones de su existencia. Un papel que le ha dado a Caitriona Balfe muchas alegrías, entre ellas, varias nominaciones a los Globos de Oro.
2. La presencia femenina en el guión y la dirección
Sin ser una serie totalmente paritaria, la presencia de directoras y mujeres guionistas es más alta que en otras producciones (chúpate esa, Juego de tronos). De los 52 episodios que componen la serie hasta la fecha, 16 están dirigidos por mujeres y 31 están escritos por guionistas mujeres.
Y el espectador lo nota. Los capítulos dirigidos por directoras tienen un ritmo más pausado y se fijan más en los pequeños detalles. La propia autora de la saga literaria en la que está basada la serie, Diana Gabaldon, ha escrito alguno de los episodios, además de ser asesora de la serie; ésta se aproxima a temas como el cambio de rol de la mujer con el paso de los años, el machismo, la cultura de la violación o el aborto con un sólido equilibrio entre delicadeza y realismo, sin caer en amarillismos y con un respeto exquisito, lo que le ha granjeado muchas alabanzas, sobre todo esta última temporada.
3. La banda sonora
La BSO corre a cargo de Bear McCreary, compositor estadounidense que ha trabajado en series de televisión como The Walking Dead, videojuegos (The God of War, Defiance) y multitud de películas. Desde los primeros acordes de The Skye Boat Song, interpretada magistralmente por Raya Yarbrough, hasta la música de los créditos finales, cada melodía está compuesta de forma que se acopla perfectamente a cada escena.
Bear McCreary no sólo hace un ejercicio musical, sino también geográfico y humano, sabiendo reflejar fielmente cada lugar visitado, cada emoción sentida y cada batalla perdida. Y si no me creen, simplemente escuchen Fallen Through Time o The Wedding y vean si no se emocionan hasta el tuétano.
4. Escocia, Escocia, Escocia
Aunque sea sólo por beber whisky, en cuanto una ve la primera temporada de Outlander le dan ganas de comprarse un billete de ida, o en su defecto amarrarse cual polizón al tren de aterrizaje del primer avión que salga directo hacia Escocia.
Cada temporada se desarrolla en un lugar diferente, pero ninguna como la primera para despertar en el espectador el deseo de visitar las Highlands, buscar el monstruo del Lago Ness, pasear por Falkland (donde se rodaron las escenas de Inverness de los años 40 y cuando Claire vuelve, en los 60) o simplemente sentarse en una taberna a brindar, con whisky, por la libertad.
5. El diseño de producción
Outlander ocurre en diferentes lugares y en diferentes épocas. Claire baila a través del tiempo y del espacio, y lo que empieza en Escocia en 1945 acaba (por el momento) en Carolina del Norte en 1765, pasando por el Boston de los años 60 del siglo XX. Unos saltos geográficos y temporales que, si bien no serían fáciles de plantear y de manejar con la adecuada coherencia, en la serie están perfectamente hilados.
Parte del mérito está, sin duda, en la dirección de producción de la serie (sí, ese premio que siempre se da en todas las galas y que nunca nadie sabe qué es exactamente, y que hace referencia al equipo que trabaja con los decorados, localizaciones y la escenografía) y en el departamento de vestuario. Así, cada fotograma refleja fielmente el lugar y la época en la que se encuentran los protagonistas.
6. El otro protagonista, Jamie.
Señoras y señores, agárrense los kilts, que es el momento de dejar a un lado la prosa elaborada para hablar de ÉL. Al margen del poco o mucho atractivo físico de Sam Heughan (disculpen, es que lo mío con los pelirrojos es ya algo personal), lo cierto es que el escocés ha sabido crear un personaje por el que más de una (y de uno) se quedaba en el siglo XVIII sin pensárselo dos veces.
Jamie es un hombre leal, honesto y valiente. Su orientación hacia sus propios principios éticos hace que anteponga la causa jacobina a su felicidad personal e incluso a su propia vida, convencido como está de que hay causas que trascienden la propia existencia. Al igual que Claire, es una persona peculiar, y si bien su carácter es más acorde con el siglo en el que vive, es un hombre poco convencional, tolerante y compasivo.
Casarse con una mujer que viene del futuro pone a prueba su visión del mundo y de las relaciones; es el personaje al que los acontecimientos más retan su sistema de creencias, y sin embargo es capaz de sobrevivir y salir fortalecido de cada una de sus desdichas. Y, si bien es verdad que a lo largo de las temporadas hay sucesos que no es capaz de comprender del todo, el esfuerzo que hace bien merece su recompensa. Aunque tarde dos décadas en llegar.
7. Miscelánea de géneros.
Starz clasifica Outlander como “serie drama” y “basada en un libro”. Y hombre, algo de razón tienen. Pero no es tan sencillo clasificar su género. Es drama, sí. Pero también es ciencia ficción. Y serie histórica. De hecho, uno de los grandes aciertos de Diana Gabaldon fue, en su día, plantear una mezcla de géneros con viajes en el tiempo que justificaran, entre otros, el carácter progresista de su protagonista.
Y tiene lo mejor de cada género. Del drama, el sentir el dolor de los protagonistas como propio (yo no sé ustedes, pero qué angustia pasé mientras veía la primera mitad de la tercera temporada). De la ciencia ficción, el elaborar toda serie de teorías sobre el multiverso (¿Soy la única que piensa que en realidad existen dos líneas temporales distintas y que todos los protagonistas están vivos a la vez?).
Del género histórico, el aprovechar la coyuntura y aprender sobre historia de otros países (muy mal, lo sé, pero no supe nada acerca de la revolución jacobina hasta que no vi la primera temporada). Pero sobre todo, el gran acierto de Outlander es saber cómo hacer que el espectador se sienta identificado con los personajes. Porque, ¿quién no ha amado y ha perdido? ¿Quién no ha tenido que decir adiós a amigos a lo largo del camino?
¿Quién no ha dejado atrás a su familia para emprender una nueva vida? ¿Quién no ha tenido que luchar contra los elementos para conseguir aquello que desea? Una serie redonda, llena de matices y de emociones que, si no he conseguido despertar en ustedes el deseo de terminar de leer y correr a verla, entonaré el mea culpa mientras me sirvo un whisky, o en su defecto, una copita de crème de menthe.
Genial! Me ha encantado tu comentario y tus argumentos, Irene Mata. Corro no solo a ver la serie, que aún no he visto, sino a buscar otras crónicas tuyas. Gracias! Y enhorabuena!
Te encantará, seguro
Estoy leyendo este articulo y me parece que lo he escrito yo, estoy de acuerdo en todo lo que explicas, viajé a Escocia despues de ver la serie, la historia, no conocia nada de los jacobitas, me informé despues de la serie y los libros, tambien los estoy leyendo todos, es verdad, es una serie fantastica y la primera temporada, la mejor.
Totalmente de acuerdo…
Soy una recién llegada al mundo Outlander, pero desde hace tiempo pero leyendas medievales escocesas…. Y me encanta
Estoy por comprarle un kilt a ….
Totalmente de acuerdo…
Soy una recién llegada al mundo Outlander, pero desde hace tiempo leo leyendas y novelas medievales escocesas…. Y me encanta
Estoy por comprarle un kilt a ….
Totalmente de acuerdo. A mi me ha gustado tanto que también me estoy leyendo los libros, estoy acabando el tercero, son un poco diferentes pero… Igualmente fantásticos.
Y de Jamie que voy a decir… Yo creo que Sam lo borda y en el fondo todas nos enamoramos de él perdidamente.
Ma habían recomendado mucho la serie, pero hasta hace poco empecé a verla y realmente me declaro fan, tanto que ya empecé a leer el primer libro, y estoy encantada.
Soy una fan de la lectura y realmente es un deleite poder leer a Diana Gabaldón, te atrapa desde las primeras líneas el libro.
Muy recomendable la serie y el libro, yo nunca había leído en IPad, pero solamente conseguí el libro electrónico en español y lo he disfrutado igual.
Muy recomendable.