Por tercer día consecutivo, el Patio de Luces de la Diputación Provincial ha sido el escenario para una nueva Mesa Redonda del Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL), la tercera bajo la denominación de ‘Encuentros sobre Cine y Televisión’, que modera Luis Alegre. Si el primer día los protagonistas fueron Marta Hazas y los ‘chanantes’ Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla y Carlos Areces, y el segundo las actrices Mirela Balic, Helena Ezquerro y Mariam Álvarez (presentes como público en la de este domingo), hoy han sido Nathalie Poza, Goya Toledo, Alba Planas y Mireia Oriol las voces invitadas. Dos generaciones reunidas en torno a la mismo profesión y pasión, la del oficio actoral.
La llamada a la interpretación llegó para todas de una manera muy orgánica, “eso de que nos decían nuestras a madres o nuestros padres, que éramos muy teatreras desde chicas… y es que es un poco así. Va un poco en el ADN. Además en mi caso coincidió con una profesora de literatura que nos hacía estudiar Shakespeare de manera muy amena. Ahí me di cuenta”. Goya Toledo ha recordado que “jugaba a eso, a inventarme historias, a preparar comidas para mi familia ficticia y un día en la sala de espera de una consulta, con 6 o 7 años, creo que tuve claro que me gustaba la sensación de tener una vida propia y poder interpretar otras”.
Alba Planas ha dado otra clave común para todas y es que “mis padres y mis abuelos veían mucho cine, íbamos al teatro. Recuerdo que de niña me llamaba la atención los colores de una academia que había en mi barrio y resulta que era una escuela de teatro, le pedí a mi madre con 6 o 7 años que me apuntara y a ella le pareció genial porque yo hasta entonces era muy introvertida, casi hasta lo patológico. Pero yo me apunté por las paredes, si llega a ser una academia de flauta travesera igual ahora sería una profesional de flauta”, ha bromeado. Mireia Oriol, por su parte, llegó al mundillo después de haberse iniciado en el mundo de la moda, desde los 15 o 16 años. “Tuve una experiencia no muy buena en un casting de moda en París y coincidió que me recomendaron apuntarme a un curso con un profesional inglés que había allí. Fue como una catarsis”.
Sobre la existencia o no de momentos cruciales que aposentaron la idea vocacional las cuatro han considerado que aunque el azar es importante, también es necesario estar siempre en movimiento y en contacto con otras personas más que esperando una llamada. Goya Toledo ha narrado cómo surgió su primera película, “estaba rodando un documental sobre volcanes, paró un coche y me dijeron que fuera a una prueba porque me vieron como la protagonista de lo que luego sería ‘Mararia’, de Antonio Betancor”.
Nathalie Poza considera que “a mí todo me ha llegado de una manera encadenada y te tiene que pillar trabajando. Si Luisa Narciso no hubiese ido aquel día a la obra de teatro, quizá nunca nadie me hubiese propuesto hacer televisión. No puedes estar en casa esperando a que venga alguien a descubrirte, sobre todo en mi época, donde no había redes sociales ni móvil, y lo importante era moverte haciendo cosas, mucha calle”.
Con una sorprendente madurez, pese a la juventud de ambas, tanto Mireia Oriol como Alba Planas coinciden en que lo importante es el trabajo duro. “Los golpes de suerte existen, pero es mucho picar piedra, muchos momentos de replantearte y de reflexión. Mientras estoy haciendo un proyecto soy actriz, pero en el tiempo en el que no te llaman, ¿qué eres entonces?”, ha cuestionado Mireia. “Los golpes de suerte, si no llevan trabajo detrás al final se caen por su propio peso”, ha apostillado Alba.
Otras cuestiones abordadas a lo largo de una charla cruzada, en la que casi ha sido más un coloquio entre las cuatro actrices, ha sido la necesidad de “aprender a no trabajar”, como ha planteado Poza, o “también saber decir que no, porque la carrera se construye a través de muchos ‘sí’ pero también saber decir que ‘no’”, como ha aportado Planas. “Es que es un trabajo exigente, cuando termina el rodaje no considero que termine el proyecto porque después hay que dejarlo ir para poder volver a ser tú misma y poder hacer lo siguiente”, ha aseverado Oriol. “Al final se trata de buscar tu camino y aunque haya que hacer cosas para poder seguir viviendo es no perder nunca tu foco”, ha dicho Toledo.
La necesidad de aprender a valorar los halagos y valorar el éxito de un proyecto como de relativizar las críticas nada constructivas (más si cabe en tiempos de redes sociales) han sido otras de las cuestiones planteadas.
La sesión ha terminado con una bonita anécdota ya que Marta, una niña de once años sentada entre el público, les ha pedido consejo para ser actriz el día de mañana. “Que te guste mucho, muchísimo… Tanto, que no puedas pensar en ser otra cosa. Es un juego maravilloso. Y es importante que bailes, que juegues, que vayas a cosas relacionadas con la música, que te muevas… Este es el trabajo más bonito del mundo”, le ha dicho Nathalie Poza, premio ‘Almería, tierra de cine’ de FICAL en 2023 y con estrella en el Paseo de la Fama.