Cuando una se baja de un avión en Nueva York siente que está en casa. Todo es familiar: la boca de metro y los taxis amarillos, la sombra de los rascacielos, los helicópteros revoloteando sobre la gran manzana, las aceras anchas y los bares y las tiendas, el edificio del New York Times y el del MOMA. Central Park y su lago. El puente de Brooklyn. De hecho, si una no ha pisado Manhattan jamás también siente que está en casa porque lo ha visto mil veces en el cine y en la pequeña pantalla.
Porque ha vivido allí, en alguna película de Woody Allen o en el apartamento de los amigos de Friends, ha perseguido a algún malhechor por sus calles o se ha ido de compras con Carrie Bradshow. Ese es el enorme poder global de las historias contadas a través del audiovisual.
Muy lentamente, en esta orilla del océano algunos de quienes nos gobiernan han empezado a darse cuenta de que el cine, al igual que la cultura, no es el enemigo a batir. Todo lo contrario, se trata de una herramienta fundamental para la comunicación y la convivencia. Aparte, si lo miramos en términos económicos, es un hecho lo que el audiovisual significa como gran escaparate para proyectar un territorio y su sociedad dejando profundas huellas de complicidad en el espectador.
Juego de Tronos: un antes y un después
Bajando a esta latitud, que existe un turismo de cine es una realidad en muchos lugares y en Córdoba, sin ir más lejos, hubo un antes y un después en Almodóvar del Río.
En 2016 su famoso castillo se convirtió en Altojardín, el reino de la Casa Tyrrel, en la séptima temporada de Juego de Tronos. Al año siguiente el turismo en esta localidad cercana a Córdoba no solo aumentó un 40%, sino que comenzó a recibir a muchos más visitantes internacionales y además se alcanzó la ansiada desestacionalización turística con la que sueña cualquier político.
Unos kilómetros más allá, en plena campiña cordobesa, el municipio de Montilla ha tomado buena nota de esta y otras experiencias similares y justo antes de la pandemia puso en marcha la sede de Montilla Film Office de la mano de la Andalucía Film Commission. Pero no ha podido ser hasta este otoño cuando se ha organizado su primer Famtrip, un viaje de familiarización para productoras y, sobre todo, localizadores que tuvo lugar los pasados 14 y 15 de octubre.
Foto: Turismo de Córdoba
Montilla, una ciudad de cine
El ayuntamiento montillano organizó una visita de dos días a lagares, bodegas, viñedos, a los paisajes de sierra y de campiña del municipio, así como una visita guiada por los principales elementos culturales del casco antiguo, incluyendo la gran calle histórico-comercial de la ciudad, la calle Corredera.
También a la mítica, centenaria y modernista confitería de Manolito Aguilar en dicha calle, la Basílica dedicada a San Juan de Ávila así como la casa de este doctor de la iglesia, del siglo XVI, fantásticamente conservada.
El Museo Garnelo, del pintor que fue subdirector de El Prado y que está ubicado en la majestuosa casa de las aguas, la olorora Casa de Alvear, los restos del antiguo Castillo medieval, la Casa del escritor Inca Garcilaso de la Vega, también del siglo XVI, o el entorno del monasterio de Santa Clara. Asimismo, se visitaron espacios de la ciudad que bien podrían ser utilizados como oficinas para futuros rodajes.
Autoridades locales, entre ellas el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, provinciales y autonómicas dieron la bienvenida en un acto a todos los participantes, una docena de personas principalmente localizadores de Sevilla, Málaga y Madrid, así como representantes de algunas productoras, en donde se habló de Montilla como “destino de cine”, se presentó la Plataforma del Cine y Audiovisual de Córdoba, y se realizó un recorrido por los diferentes festivales de microcine que tienen lugar en Montilla.
Parking: una vendimia… en primavera
El objetivo de esta actividad ha sido mostrar las fantásticas localizaciones de la comarca y atraer, de este modo, rodajes publicitarios y cinematográficos al territorio de la campiña cordobesa.
Un programa acción diseñado para responder a las expectativas más exigentes de las productoras y para que los emplazamientos visitados sean tenidos en cuenta para futuros proyectos vinculados con el rodaje y la filmación. Con este viaje de familiarización el Ayuntamiento de Montilla ha puesto en valor las posibilidades culturales de su entorno.
El encuentro con las autoridades de este Famtrip se cerró con la proyección del video promocional Montilla como destino de cine, realizado por la productora cordobesa Inania y dirigido por Jose A. Gutiérrez. También tuvo una intervención espontánea de uno de los profesionales participantes, Fidel Pérez, quien formó parte del equipo del filme Parking, una coproducción andaluza-rumana estrenada hace un año que rodó algunas escenas en Montilla.
“Intentamos rodar unas escenas de la vendimia en abril, así que os agradecemos que nos ofrezcáis todo lo que queramos, pero sabed que solemos pedir cosas imposibles, como recrear una vendimia en primavera”, explicó entre risas. La magia del cine.
Fotos: Imágenes cedidas por La Claqueta
Gran apuesta !! Una oportunidad de generar actividad cultural, turística y económica que se debe de aporvechar. Enhorabuena al ayuntamiento de Montilla y sus técnicos.
¿El enlace al vídeo no está?