El boom de los rodajes de series ha complementado la histórica presencia de rodajes publicitarios, hasta provocar escasez de mano de obra

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29 Jul 2019
Néstor Cenizo
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Cerca de cien rodajes, una inversión directa de casi siete millones y medio de euros, y la sensación de que es difícil repetir una cosecha de series en Málaga como esta: Brigada Costa del Sol, producida por Warner TV para Mediaset; Toy Boy (de Plano a Plano para Atresmedia); Malaka (de Globomedia para TVE), con estreno previsto para otoño; o Warrior Nun (Netflix).

Entre los productores malagueños consultados hay acuerdo: las cifras de los rodajes en Málaga durante el primer semestre de 2019 son un éxito y la culminación de un trabajo que se apoya en varias patas. El trabajo de las productoras y empresas locales, el apoyo decidido del festival de cine, la labor promocional de las film offices y la generación de talento local desde la Escuela de Cine. No obstante, de entre la ronda de consultas realizada surgen dos aspectos a mejorar: la escasez de ayudas directas y la falta de apoyo decidido a la producción local.

Los datos distribuidos por la Málaga Film Office muestran una realidad que se percibe desde hace tiempo: los rodajes son cada vez más y de mayor impacto. Si en todo 2018 la inversión directa bordeó los 13 millones de euros, en el primer semestre de 2019 rondó los 7,5 millones. La mayoría de las producciones (76 de las 94) son españolas, pero ha habido rodajes internacionales muy esperados, como Warrior Nun o Famous (The power of love), el biopic de Celine Dion.

“Es una alegría que venga tanto rodaje. Nunca en la historia había coincidido tantos rodajes nacionales y extranjeros, sobre todo series”, valora José Antonio Hergueta, presidente de la Plataforma de Empresarios y Creadores del Audiovisual Andaluz (Pecaa). Como él opinan Ezekiel Montes y Daniel Ortiz Entrambasaguas, presidente de Procinema, la Asociación de Empresarios y Productores de Cine de Málaga. Los tres están satisfechos con los resultados difundidos por la Film Office.

Sin embargo, Hergueta echa en falta que los rodajes internacionales y nacionales se sirvan de más empresas locales, y que en las cifras oficiales se pueda comprobar cuáles son los proyectos locales o con coproductor local. “Eso significa que queda valor aquí y no solo mano de obra y contrataciones”, explica. “Es tan importante que vengan a rodar películas y series internacionales que contraten equipos y empresas de servicios locales, como que los productores locales podamos producir películas que no solo se vean en España, sino en el mundo entero”, completa Montes, productor de Este amor es de otro planeta.

Una extraordinaria cosecha de series

Más allá de las cifras, está el impacto cualitativo de algunos rodajes. Y este semestre han sido las series. “Mediapro con The Paradise, Warner y Toy Boy, TVE con Malaka, nosotros vamos a producir 50 kilos de nosotros, Warrior Nun de Netflix, y Brigada Costa del Sol. Hace cinco meses Snatch para Sony, y Juego de Tronos. Ha sido un boom maravilloso”, comenta Ezekiel Montes. Las series tienen una (posible) ventaja: si funcionan, se abre la puerta a una nueva temporada.

Brigada Costa del Sol

El boom de las series ha provocado que cuando ha habido rodajes simultáneos de varios proyectos haya sido difícil encontrar técnicos locales para algunas producciones. “Se estaban rodando tres o cuatro series, y dos películas. Si te sale una publi o un videoclip, no encuentras a la gente porque está toda ocupada”, dice Ortiz Entrambasaguas: “Bendito problema”.

Esta demanda de profesionales está nutriendo a un sector capaz de dar salida a los recién titulados de la Escuela de Cine, e incluso de repatriar a profesionales que en su día tuvieron que marcharse a Madrid. “Hay un núcleo de profesionales que hace 20 años trabajaba en publicidad y service de producción, y de la Escuela de cine todos los años salen 15 0 20 técnicos que se incorporan al sector profesional. Ese equilibrio es buenísimo, porque se va regenerando el sector”, señala Ezekiel Montes. No obstante, matiza: los jefes de equipo siguen siendo mayoritariamente no locales.

La publicidad sigue a la cabeza por número de rodajes, aunque ya no por cuantía económica. 32 de los 94 rodajes fueron publicitarios, alguno tan destacado como el anuncio internacional de Coca Cola rodado en Frigiliana. “Málaga empezó como territorio atractivo para el mercado publicitario, en buena medida gracias a extranjeros que vivían aquí, y eso ha generado profesionales de alto nivel. Que ahora haya más variedad de producción es positivo para que enganchen todo tipo de profesionales”, opina Hergueta.

La importancia del festival de Málaga

Todos coinciden en señalar la importancia del Festival de Málaga en la consolidación del tejido local. Ortiz Entrambasaguas resalta la incorporación, hace tres años, de una sección de industria que se ha ido convirtiendo en referencia en Latinoamérica y Europa: “Los creadores que empezamos hace 20 años no teníamos nada, y después de mucha siembra estos son los resultados”. Para Montes, el festival conecta a los productores locales con la industria española, y da visibilidad.

Al festival se suman la apuesta especializada del Polo de Contenido Digitales, donde ya se han instalado varias productoras madrileñas, y al que en Filmand ya hemos dedicado un reportaje. También, recientemente, de la Cámara de Comercio. Pero todavía se echa en falta a algunas instituciones. “Estamos atrayendo a la Confederación de Empresarios, pero nos gustaría que otros organismos, como las gestoras de los museos, fueran más atentas a las productoras locales, e incluso a darle espacio de exhibición”, pide Hergueta.

Ortiz Entrambasaguas añade otra petición: un mayor compromiso con las ayudas a la producción. “La Comunidad Valenciana dedica a la producción del cine valenciano cinco millones. Si se repiten los Presupuestos, en Andalucía son 1,2 millones. Dime dónde está el cine andaluz y dónde está el valenciano”, lamenta el productor, que echa de menos un apoyo firme de las administraciones: “Lo que generamos es muy superior a lo que recibimos. Esto también es una industria, y la proporcionalidad de inversión pública es nimia”.

Los datos servirán, dice Ortiz Entrambasaguas, como arma defensiva ante los “cuñados”, porque demuestran que el cine es una industria que genera tejido económico. “Es una alegría que una economía local perciba que el sector audiovisual es una fuente de ingresos, que es una plataforma para crear tejido empresarial y local, que lleva la imagen del territorio más lejos. Hemos batallado mucho tiempo para que se notara, y siempre tienen que venir los de fuera para vender lo que no nos compran desde aquí”, añade Hergueta.

Por su parte, Montes está seguro de que si se mantiene el nivel de los técnicos, los servicios de calidad, las comunicaciones y la ciudad se presta, los proyectos seguirán llegando: “No me cabe duda de que los productores de estas series y los locales estamos encantados con Málaga”.


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