El director de fotografía que firma algunas de las películas más importantes del cine independiente de este país (‘Morir’, ‘Verano 1993’, ‘Los Ilusos’…) participa este jueves 2 de noviembre en la primera entrega del ciclo ‘Los Oficios del Cine’. Organizado por Filmand y la Fundación Cajasol, el primer encuentro girará en torno a la Dirección de Fotografía.

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31 Oct 2017
Amalia Bulnes
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Santiago Racaj, madrileño, es el responsable de la fotografía de algunas de las grandes sorpresas del cine español independiente de los últimos años, como El muerto y ser feliz (Javier Rebollo, 2012), La herida (Fernando Franco, 2013), Los ilusos (Jonás Trueba, 2013), Magical girl (Carlos Vermut, 2014) o Verano 1993 (Carla Simón, 2017), la película que representará a España en la próxima edición de los Oscar. Profesor en la ECAM, tiene además una extensa carrera en el mundo de la publicidad y como autor de los videoclips de artistas como Vetusta Morla, Dover o Bunbury. Junto con Migue Amoedo y Remedios Malvárez, participa este jueves 2 de noviembre en el ciclo Los Oficios del Cine (registro de asistencia aquí), donde nos desvelará las claves de su profesión. Como anticipo, nos responde a este cuestionario.

¿Qué es y qué hace un director de fotografía?

El director de fotografía es la argamasa del rodaje. Es la persona que pone en imágenes junto al Director, el trabajo del resto del equipo. Creo que el Dop es una pieza clave porque tiene que ser capaz de previsualizar cómo contar junto al director lo que éste quiere y además ser capaz de transmitir al resto del equipo de rodaje que esto se está haciendo bien y que el trabajo de todos sumará para conseguirlo.

¿Cuánto de creación artística y cuánto de profesión técnica tiene la dirección de fotografía?

Tiene un porcentaje muy alto de creación artística, altísimo. Así debería de ser al menos. No estoy hablando de que haya que sublimar o sofisticar la puesta en escena o la luz, si no que éstas sean siempre las que aporten lo que se busca en cada momento. Manejamos herramientas , tecnologías, en ese sentido nuestro trabajo pasa por conocer perfectamente esas herramientas, luego tenemos que tener una formación técnica suficiente porque nos permitirá llegar donde queramos y porque es nuestra responsabilidad,¡ y no es poca!. Faltaría otra parte muy importante de nuestro trabajo: La parte de gestión, de relación y de compartir la toma de decisiones más de logística o desarrollo práctico del rodaje. Y esta es una parte muy importante también. De muchas de nuestras decisiones depende en buena medida el ritmo de rodaje.

¿Cómo llegó a la dirección de fotografía? ¿Por el cine o por la fotografía?

Llegué desde la fotografía. Empecé en la fotografía como aprendiz, como ayudante de fotógrafos de publicidad y moda. Estudié las tecnologías de la imagen en movimiento y pasé a la fotografía en movimiento después.

¿Cuántas personas suele tener a su cargo un director de fotografía en el rodaje de una película?

El número puede variar lógicamente en función del tipo de producción. Algún documental o pequeña producción lo hemos hecho entre dos personas en el departamento. Y es muy interesante trabajar así si es la manera adecuada para conseguir llegar a lo que buscas. Con sólo dos personas de equipo en cámara y luz se puede uno integrar prácticamente en cualquier lugar. En otras ocasiones hemos podido ser diez o doce. Cinco en cámara y seis o siete entre eléctricos y maquinistas. La clave está en ser el equipo que sea necesario.

¿Qué trabajo le gusta más: el que se realiza antes, durante el rodaje, o el de la postproducción?

A mi personalmente me gusta más el trabajo de preproducción y rodaje. La preparación junto al director es fundamental y creo que es clave para cómo será el rodaje posterior. Es un periodo muy interesante y puede llegar a ser fascinante si el director te permite entrar en los entresijos de la construcción, del proceso de creación, incluso en el guión. Trabajar desde el guión es fundamental para mí, comprender lo que se quiere contar, el fondo, etc…

El trabajo de un director de fotografía debe estar perfectamente coordinado con el director de la película, por cuanto afecta directamente a la estética del filme…

Claro, sin duda, pero no sólo afecta a la estética de la película, afecta a la esencia , a cómo será  la película en sí, porqué el trabajo del director de fotografía también pasa por encontrar junto con el director la manera de contarla, la manera de filmarla, de búsqueda del punto de vista narrativo, de la construcción de la mirada, de la elección de la posición de cámara, las ópticas, el lenguaje, etc.… Y ese, es uno de los cometidos del Dop más interesantes a mi juicio. Es la parte más interesante de hecho. La luz, la atmósfera visual vendrá después.

Firma su primera película, Lo que sé de Lola, de Javier Rebollo, en 2006. ¿Por dónde había caminado profesionalmente hasta entonces?

Mi primer crédito como Director de Fotografía de ficción es de 1991. Fue una serie en tres episodios en coproducción Hispano alemana. Antes, había empezado con producciones industriales, corporativas y en aquellos años, también con publicidad y televisión. Estuve todos esos años compaginando mi trabajo en productoras y televisión como iluminador, operador y operador de steadicam. Desde el año 1997 hasta el 2006 fundamentalmente rodando publicidad, lo que he seguido haciendo después también.

Uno de sus últimos trabajos ha sido, precisamente, Verano 1993, la película de Carla Simón que representará a España en Los Oscar. ¿Cómo ha sido este trabajo, de corte tan naturalista?

Mi último trabajo estrenado  es la película Morir, segundo largometraje del director Fernando Franco, que estuvo en el pasado Festival Internacional de San Sebastián. En cuanto a Verano 1993 ha sido una gran alegría para todos los que trabajamos en ella. Fue una apuesta muy difícil por parte de Carla Simón, su directora, que se atrevió a embarcarse en una primera película tan compleja, tan arriesgada y tan expuesta. No cabe duda de que le ha salido bien y eso nos entusiasma a todos.

Fue un trabajo muy complicado. Muy exigente por muchas razones, pero como se puede intuir, tan sólo intentar conseguir que todo el mecanismo de rodaje no se haga evidente en la interacción con las niñas exigió mucha preparación y unos cuantos sacrificios a todos los que participamos en ella, empezando por los actores y  siguiendo por todos los departamentos. Desde luego puedo decirte que es un claro ejemplo de trabajo previo en la determinación del punto de vista y la estructura narrativa. Buscábamos constantemente la coherencia.  Es una película con mucho trabajo de iluminación intentando constantemente que no lo parezca.

Me alegra mucho que Carla haya tenido reconocimiento por este trabajo porque no siempre se suele tener esta suerte aunque se trabaje tanto.

¿Qué otros trabajos, no estrictamente cinematográficos, nos destacaría de su producción audiovisual?

He tenido la suerte de poder rodar documentales, algunos con Javier Rebollo lo fueron para Documentos TV, y otros con otros directores. Creo que el documental debería de ser una recomendación prioritaria para los cineastas. Pasar por el documental, como cineasta y como espectador, nos enriquece siempre, nos hace no perder el sentido de la realidad y nos obliga a encontrar una mirada sobre el mundo que nos rodea,

Como director de fotografía de las películas más significativas del cine independiente actual en España, ¿qué destacaría de los nuevos discursos narrativos del cine español?, ¿qué le interesan de autores como Jonás Trueba, Rebollo, Fernando Franco, Carlos Vermut…?, ¿por qué cree que triunfan estas películas que están concebidas, desde su origen, para su exhibición fuera de los circuitos más comerciales?

Lo que más me interesa de estos autores que me menciona es su actitud. Su actitud frente al hecho de filmar, de contar, su capacidad de buscar y encontrar una mirada personal con la que hacer cine. Reconozco que soy un enamorado del cine como experiencia expresiva y tengo la enorme suerte de que ellos hayan querido confiar en mi para acompañarles en ese recorrido. Nunca podré agradecérselo lo suficiente.

Por otra parte creo que hay muchos espectadores que piensan como ellos y que conectan con sus propuestas. Que les interesan los temas y la manera en que estos autores se los cuentan. Tal vez no sean la cantidad que disfruten con otro tipo de cine de más fácil digestión, pero creo que hay un público muy interesado en el cine que se hace fuera de lo comercial y que por ello mismo, es mucho más libre.

Fotografía: Santiago Racaj, tras la cámara, durante el rodaje de ‘Los Ilusos’.


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