El célebre actor recibe el Giraldillo de Honor del XXI Festival de Cine Europeo de Sevilla y recuerda junto al productor David Puttnam la aventura de rodar su mítica película

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16 Nov 2024
Rosendo M. Diezma
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A dos noches de terminar, la vigesimoprimera edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla otorga su Giraldillo de Honor a uno de los intérpretes más destacados de la gran pantalla. Jeremy Irons, quien fuera los retorcidos gemelos de Inseparables (1988), Humbert Humbert en Lolita (1997), o, por supuesto, el Padre Gabriel en La misión (1986), vuelve a Sevilla por primera vez desde que rodó El reino de los cielos hace ya dos décadas.

En el Cartuja Center, nueva sede del SEFF, sube al escenario el célebre productor David Puttnam, también galardonado el viernes pasado, que tilda de “gran honor” poder hacer entrega de este premio a uno de sus mejores amigos. “Escoged a vuestros amigos cuidadosamente” es el consejo que siempre acompaña a Puttnam, retirado ya del cine y volcado en la educación y la política desde entonces.

Su trayectoria como productor acumula tres nominaciones y una victoria en los Óscar, numerosos BAFTAs, y una Palma de Oro en Cannes: La misión, película de 1986 dirigida por Roland Joffé y protagonizada por Irons y Robert De Niro, sobre la que pone el foco el festival a causa de la reunión de los dos premiados. “Me gustaría mostraros un poco de nuestra aventura,” dice Puttnam. Las luces se apagan, y se proyecta un montaje de los momentos estelares de la cinta, acompañado de la inolvidable banda sonora de Ennio Morricone, antes de invitar a Irons al escenario a recibir su colorida estatuilla.

“Me ha hecho llorar. ¿Por qué es eso?”, comienza Irons, con su poderosa voz e Inglés de la Reina. “¿Cuántas películas hoy nos afectan emocionalmente, y cuántas simplemente nos ayudan a pasar el rato? No creo que pudiéramos hacer La misión hoy.” Sus palabras retumban por el auditorio, y obligan a reconocer que sí, La misión es una película de otro tiempo, de otro Hollywood. “Ahora probablemente sería una serie de Netflix en ocho partes,” bromea.

Como buenos y viejos amigos, Puttnam e Irons se sientan a charlar sobre la aventura que fue el rodaje de La misión en las selvas de Colombia y Argentina allá por 1985. Recuerdan historias descabelladas, como la insistencia de Irons de trepar él una cascada en lugar de un especialista, a escondidas del preocupado productor, o el descubrimiento de que habían alquilado los caballos de un peligroso narcotraficante local.

De vez en cuando se interrumpen al recordar un detalle que al otro se le ha escapado, y se ríen como dos colegas. “¡Cuenta la historia de las ratas!,” dice Puttnam, refiriéndose a una invasión en el set por parte de ratas salvajes, detenida por un chamán de los Guananos, la tribu indígena que interpretó en la película a los Guaraníes (nunca habían visto una cámara, y al principio pensaban que para el rodaje tendrían que morir de verdad).

Tras librarse de las ratas, llegaron los mosquitos, y Puttnam cuenta que preguntó al chamán por si conocía algún truco: “Se empezó a reír y reír, y yo pensé, ‘¿Habré dicho algo equivocado?’ Y me dijo: ‘¿Cómo piensas que podría hablar con un mosquito?’”.

“Como actor, no sabes de dónde vendrá tu próxima comida,” responde Irons a una pregunta del público sobre la incertidumbre de comenzar una carrera artística. Antes de ganarse la vida como actor, Irons cuenta que limpiaba cristales. “Sé que siempre habrá gente que querrá sus cristales limpios. Y mi miedo desapareció.” “No puedes sentarte y preguntar ‘¿Cómo me convierto en actor?’. Tienes que hacerlo.”

A medida que Puttnam e Irons rememoran, también miran hacia el futuro, ofreciendo consejo a nuevas generaciones. Puttnam cita la célebre frase del Padre Gabriel: “Si la fuerza es lo que vale, no hay lugar para el amor en el mundo. Puede que sí, que así sea, pero yo no tengo ánimo de vivir en un mundo así. Ahí hay una película: ‘Creo que hay amor en el mundo, y así es como lo demostraré.’ Nosotros ya hicimos nuestro trabajo. Necesitamos ahora que otra generación muestre su versión de la esperanza.”


Un comentario sobre “Jeremy Irons: “Hoy no podríamos hacer La misión”

  1. El artículo está muy bien escrito y redactado. Me ha gustado mucho. Te informa sutilmente de sus experiencias cinematográficas y vitales

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