Entrevistamos a Ana Graciani, otra de las guionistas que participarán en la cuarta sesión del ciclo Los Oficios del Cine, que celebraremos el martes 8 de mayo, a las 18:30 h. en la sede en Sevilla de la Fundación Cajasol (Plaza de San Francisco, 1, acceso por la calle Chicarreros). Los Oficios del Cine es un ciclo organizado por FilmAnd en colaboración con la Fundación Cajasol y la inscripción en esta jornada, como en las anteriores, es gratuita y debe hacerse a través de este formulario.
La manchega Ana Graciani estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció como periodista durante diez años antes de dedicarse en exclusividad a la escritura dramática. En paralelo a su carrera como dramaturga y directora de escena, ha firmado el guion de tv movies como Ciudadano Villanueva (Francisco Pinteño, 2013), La soledad del triunfo (2012) y La rueda (2014), estas dos últimas dirigidas por Jaime de Armiñán. También ha trabajado como guionista en series como La Princesa de Kapurthala, Perdóname, señor o Entreolivos. Entre sus últimos trabajos, destaca la coautoría del guion de El mundo es suyo, esperadísimo segundo largo de Alfonso Sánchez y Alberto López (“Los compadres), que tiene previsto su estreno en junio de 2018.
En FilmAnd ya hablamos con ella hace unos meses en una entrevista que le hicimos de forma conjunta con Mercedes Hoyos y Ana Rosa Diego, analizando la situación de las mujeres en la industria audiovisual. En este caso, hemos querido acercarnos de forma más directa a su experiencia como guionista y apuntar a algunas de las cuestiones que se desarrollarán luego en la jornada de Los Oficios del Cine, donde Graciani estará acompañada de sus colegas de profesión Rafael Cobos y Antonio Onetti.
¿Cuál ha sido tu relación con la escritura en general y en qué momento decidiste dedicarte a escribir guiones?
Para mí escribir siempre fue una necesidad y un placer. Escribo desde que recuerdo. Hace como once o doce años decidí aparcarlo todo (puesto de trabajo incluido) para intentar vivir de escribir. Comencé con el teatro, que era el medio que conocía mejor. Y unos años después me embarqué en el audiovisual.
En tu caso, te licenciaste en Periodismo. ¿Crees que hay alguna formación específica que debe seguir alguien que quiera dedicarse de forma profesional a escribir guiones?
Se supone que el camino más lógico debiera ser estudiar Comunicación Audiovisual y especializarse en la rama de guion. Pero a la escritura se llega de maneras muy diversas, desde la literatura, desde la sicología, desde la filosofía, desde la antropología…
¿Y tu trabajo como periodista te ha predispuesto de alguna forma a la hora de trabajar como guionista? ¿Ves muchas conexiones entre ambas profesiones?
Con el periodismo aprendí el oficio de escribir, de hacerlo correcta y sintéticamente, y de ir al grano, y también de escribir con urgencia, supongo que me hizo una trabajadora eficiente. Pero para mí escribir ficción es algo muy distinto, es otro oficio que hay que aprender. Y en eso estoy.
El guion es una de las disciplinas cinematográficas sobre las que más se ha teorizado, quizá la que más. ¿Consideras que a la hora de escribir es útil seguir lo que cuentan los manuales? ¿Recomendarías alguno en particular?
Recomiendo leer bastante y quedarse con lo que a cada uno le sirva en su proceso, que es muy distinto para cada guionista, incluso para cada proyecto. Pero si tuviera que recomendar un libro sería sin duda la Poética de Aristóteles.
Más allá de la formación y lo que pueda aprenderse en los manuales, ¿qué le recomendarías a alguien que quiera dedicarse a escribir para el audiovisual?
Que viva. Y que lo haga con los sentidos muy abiertos, y no solo con el oído o la vista, sino con todos. Y por supuesto que vea mucho cine y que lea. Es difícil escribir bien si no se lee mucho y bien.
Llevas unos años escribiendo de forma simultánea para el teatro y para el audiovisual, y dentro de este último en varios formatos (series, cortos, largos…). ¿Hay alguno de esos registros en los que te sientas más cómoda o más realizada?
El teatro no me gustaría aparcarlo nunca, porque creo que enseña mucho y ayuda a no perder la perspectiva de lo que es realmente importante en el hecho de contar historias. Y en el audiovisual me interesan todos los registros que he tocado, ya que cada uno plantea sus retos. Pero también los que me faltan por tocar, como por ejemplo los videojuegos.
¿Y hay algún guion en concreto con el que te sientas especialmente satisfecha?
El que estoy escribiendo ahora… Siempre.
En la televisión, se suele trabajar en equipos que se reparten las diferentes tareas de escritura. ¿Cómo llevas trabajar en grupo?, ¿te resulta cómodo o prefieres los proyectos en los que todo el guion depende solo de ti?
Me gusta trabajar en equipo, sobre todo cuando se forman equipos de profesionales creativos y apasionados, creo que es muy enriquecedor. También practico la escritura en solitario, sobre todo en el teatro, y el viaje es diferente, y también su punto.
¿Cómo sueles afrontar la creación de personajes? ¿Te preocupa mucho la “vida” que puedan tener fuera de la película, su biografía completa?
Me apasiona la creación de personajes, creo firmemente que es lo más importante en la escritura dramática. Los personajes potentes son los que hacen fluir las buenas historias. Lo que me necesito saber de cada uno es lo suficiente –lo mucho o lo poco- para poder actuar, hablar, sentir y decidir por ellos.
Cómo guionista y mujer, ¿sientes una responsabilidad especial con respecto a la brecha de género en el audiovisual?, ¿te sientes en la obligación de dar voz a historias protagonizadas por mujeres o lo haces como algo natural?
Creo que todas y todos debemos responsabilizarnos respecto a la brecha de género. Para mí no es una obligación contar historias protagonizadas por mujeres, es un placer y una oportunidad, ya que como tradicionalmente la figura del héroe ha estado encarnada en varones, hay infinidad de personajes femeninos por escribir.
Foto de portada: Curro Medina