El cine andaluz hace historia, logrando que una de cada cuatro nominaciones a los Goya sea para producciones andaluzas como ‘La trinchera infinita’, ‘Intemperie’ o ‘Adiós’

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12 Ene 2020
Alejandro Ávila
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El cine andaluz está de moda. Hasta se habla de lobby andaluz en esos mentideros de la cinematografía española, que impulsan las películas hacia los ansiados Goya. Cierto o no, hay un dato irrebatible: una de cada cuatro nominaciones a los premios Goya de 2020  -que este año se volverán a celebrar en Andalucía, después de que Málaga le tome el relevo a Sevilla- es para producciones andaluzas.

Ahí está la vuelta de Benito Zambrano (Intemperie), el regreso de Paco Cabezas (Adiós) o la consagración del trío vasco de Handía en estrechísima colaboración con la industria andaluza (La trinchera infinita), que acaba de ganar el premio Forqé a mejor película en una edición, que premió a Antonio Banderas como mejor actor y  El nadador (Pablo Barce), como mejor cortometraje.

El cine andaluz no brilla ya solo a través de grandes actores o directores forzados a emigrar, sino de un sector que veinte años después del estreno y triunfo de Solas (Benito Zambrano) es una realidad apuntalada por el impulso público y privado, una Ley del Cine y una red de productoras y profesionales capaces de alumbrar sus propias películas Made in Andalucia.

Un resultado histórico

El resultado es esperanzador. E histórico. En 2019, cuatro producciones andaluzas han sumado 25 nominaciones a los GoyaLa trinchera infinita, Intemperie, Adiós y los cortometrajes Foreigner (Carlos VioladéEl nadador (Pablo Barce). El año que termina ha supuesto el regreso a la gran pantalla de dos cineastas andaluces de la talla de Benito Zambrano y Paco Cabezas.

Zambrano ha transformado Intemperie, la exitosa novela de Jesús Carrasco, en un producto cinematográfico de gran nivel, que ha la Seminci de Valladolid y se ha colocado entre las 20 películas españolas más taquilleras del año, con una recaudación de medio millón de euros.

La taquilla le ha sonreído este año a las coproducciones andaluzas. Lejos, eso sí, de un dominio global y demoledor de Disney (que domina el top 10 de la taquilla general, tras adquirir Pixar, Marvel y Star Wars) y las grandes comedias españolas comerciales, financiadas por las televisiones privadas, entre las que se ha colado Los Japón(Álvaro Díaz Lorenzo).

Rodada en Coria del Río (Sevilla), protagonizada por María León y Dani Rovira, ha logrado sumar más de 2,7 millones de euros. El cine de género sigue ahondando en la fórmula abierta por Alberto Rodríguez (La Isla Mínima): thriller con personajes, localizaciones, historias y sabor andaluz.

Los Japón, con María León y Dani Rovira

La ‘pegada’ del cine de género

Es así, como otro sevillano, Paco Cabezas, ha regresado a su tierra cual hijo pródigo, para rodar Adiós, con Natalia de Molina y Mario Casas, en las mismísimas Tres Mil Viviendas, un barrio dominado por la pobreza extrema, el desempleo y el narcotráfico. Cabezas ha aplicado los conocimientos de una década en Hollywood, sacándose “de la chistera” todos esos trucos que lo han convertido en uno de los directores de escenas de acción más solventes de Hollywood.

Apoyado por Sony, la productora madrileña Apache y la sevillana La Claqueta, Cabezas teje un oscuro thriller de norteamericanas maneras y trasfondo sevillano. Las Tres Mil es el Bronx; Mario Casas, una suerte de Robert de Niro buscando venganza. La taquilla le terminó dando la razón y obtuvo una recaudación cercana a los dos millones de euros.

Para el recuerdo, una escena escalofriante y conmovedora con un roedor, una indigente y un par de policías, que le ha valido a la onubense Pilar Gómez, la nominación a actriz revelación en los Goya y los premios Asecan del Cine Andaluz. Natalia de Molina y Mona Martínez también están nominadas a los grandes premios del cine español y la película suma 10 nominaciones a los premios andaluces.

El éxito de la conexión vasco andaluza

La trinchera infinita, nominada a mejor película en los Goya, arrancó su andadura con una ovación cerrada en el Kursaal de San Sebastián. La película dirigida por el trío de directores vascos de Handía (Jon Garaño, Aitor Arregi, Jose María Goenaga), se hizo con seis premios a la dirección, el guion o el Feroz de la crítica española, entre otros.

La conexión vasco andaluza hizo que saltaran chispas de talento, logrando (una vez más) una de las mejores interpretaciones de Antonio de la Torre y la consolidación de Belén Cuesta en su primer papel protagonista en un trama. Rodada en Higuera de la Sierra (Huelva) y con el trasfondo de los topos de la guerra, la pareja de actores malagueños brilló y emocionó con uno de los acentos andaluces más cuidados y bellos que se hayan visto jamás en la gran pantalla. Con 15 nominaciones, es la película andaluza con más opciones en los premios Goya.

La trinchera infinita

‘Intemperie’, el desierto de la soledad

Una de las zonas más áridas de Granada ha vivido el regreso de Benito Zambrano, el director que inició con Solas, premiada en la Berlinale y laureada hace justamente 20 años con cinco premios Goya, lo que hoy en día es la cinematografía andaluza.

 Zambrano logra pellizcarnos en el estómago con la historia de un niño (Jaime López) que huye de un cacique y encuentra en un refugio en un viejo pastor protagonizado por Luis Tosar. Once nominaciones a los premios andaluces y cinco a los Goya corroboran que el regreso del maestro Zambrano es un hecho y cuenta con productoras andaluzas como la sevillana Áralan Films para llevar a cabo sus nuevas aventuras cinematográficas.

En definitiva, los premios por antonomasia del cine español han terminado dando fe de que el cine andaluz no solo goza de buena salud a través de sus directores más consagrados o sus pujantes productoras, sino del talento emergente. Es el caso del sevillano Carlos Violadé o el malagueño Pablo Barce, que han firmado dos cortometrajes de corte social, Foreigner y El nadador, que han ido sumando éxitos a lo largo del año, hasta culminar en una de las categorías más reñidas.

Banderas, el éxito internacional

Los éxitos del cine andaluz no se han restringido a las fronteras españolas y el propio Violadé, por poner un ejemplo, ha triunfado en algunos de los festivales europeos, asiáticos y latinoamericanos más importantes del mundo.

Pero, para grandes éxitos fuera de nuestro país, el de Antonio Banderas, que se ha instalado definitivamente en su tierra, Málaga, y ha levantado su propio teatro, el Soho, sin dejar de cosechar éxitos internacionales.

De la mano de Pedro Almodóvar, Banderas ha estrenado en 2019 uno de los mejores papeles de su carrera, interpretando al alter ego del cineasta manchego en Dolor y gloria. Su triunfo en Cannes y los Premios EFA del Cine Europeo le han abierto las puertas hacia los Globos de Oro, los Goya y, posiblemente, los Oscar.

Almodovar Festival de Cannes dolor y gloria Antonio Banderas.

Almodovar Festival de Cannes dolor y gloria Antonio Banderas.

Vuelve la Generación Cinexín

2019 ha supuesto también el regreso de la Generación Cinexin, el grupo de compañeros de facultad de Alberto Rodríguez. El propio Rodríguez ha regresado, junto con el showrunner y guionista Rafael Cobos, a La peste, la mayor producción de la historia de la televisión española. La segunda temporada, con más luz y acción, ha vuelto a poner el foco en numerosas localizaciones de Andalucía. Junto a Rodríguez y Cobos, han regresado cineastas como Santi Amodeo y Paco Baños, que estrenaron, respectivamente, en el Festival de Málaga, Yo, mi mujer y mi mujer muerta y 522. Un gato, un chino y mi padre.

522. Un gato, un chino y mi padre

2019 también le ha dejado lugar a las risas con el actor malagueño Dani Rovira ejerciendo un dominio incontestable en comedias como Los Japón o Taxi a Gibraltar, mientras Fernando Colomo firmaba una sencilla comedia con los carnavales de Cádiz de trasfondo, Antes de la quema, producción andaluza protagonizada por un pujante Salva Reina, nominado a los premios del cine andaluz por este papel.

El actor malagueño ha hecho acto de aparición en una de las series españolas más aclamadas por la crítica y rodada, precisamente, en los bajos fondos malagueños: Malaka, de Televisión Española, y ‘rival’ de otra serie rodada en la provincia, Brigada Costa del Sol.

Los rodajes externos siguen siendo uno de los grandes motores de la industria andaluza y el lugar donde maduran muchos de los profesionales andaluces que aplican luego el conocimiento de esas grandes producciones en sus propias películas.

Récord de rodajes

Según datos aportados en su último informe por la Andalucía Film Commission, el organismo encargado de atraer rodajes a la región, la comunidad andaluza volvió a batir su récord histórico de filmaciones: 1.447 grabaciones, 130 millones de euros y 23.500 empleos en 2018. 2019 ha seguido atrayendo rodajes de la talla de las producciones de Netflix The Crowny Warrior NunThe Power of Love (el biopic de Celine Dion, rodado con la producción de service de Áralan Films) o producciones nacionales comoLa lista (Álvaro Díaz Lorenzo), Operación Camarón (Carlos Therón) o Superagente Makey (Alfonso Sánchez).

Superagente MAKEY Alfonso Sanchez Leo harlemn Silvia Abril

Superagente MAKEY Alfonso Sanchez Leo harlemn Silvia Abril

Aunque han escaseado las películas dirigidas por mujeres respecto al año anterior, en el que triunfaron los largometrajes de Celia Rico (Viaje al cuarto de una madre), Marta Díaz de Lope Díaz (Mi querida cofradía) o Laura Hojman (Tierras solares), 2019 ha impulsado la carrera de directoras como Remedios Malvárez (Menese), la productora Paola Sainz de Baranda (que ha creado su propia compañía, Malandar, y ha triunfado con el documental Manolo Sanlúcar. El legado) o la directora de arte Vanesa de la Haza (Adiós).

El futuro del cine andaluz

2020 será el año en el que directores como Alfonso Sánchez, creador de parodias sociales como El mundo es nuestro o El mundo es suyo, estrenarán su tercera película, como Para toda la muerte(31 de enero), una comedia negra, de elegante factura y trasfondo social o el segundo documental de Laura Hojman, (con estreno previsto en otoño), sobre el exilio de Antonio Machado en Colliure y la fragilidad de la democracia.

El año que arranca también será el de las óperas primas de Guillermo Rojas (Una vez más, su particular carta de amor a Sevilla y la joven generación forzada a emigrar), Bernabé Rico (El inconveniente), protagonizada por Kiti Mánver, José Sacristán, Carlos Arece y Juana Acosta), David Martín de los Santos (La vida era eso, con Anna Castillo), Javier Barberó (Los ojos de Érebo)José Antonio Hergueta (Caleta Palace) o Ezekiel Montes (Hombre muerto no sabe vivir).

Para consolidar esta industria cultural, el sector sigue reclamando mayores incentivos fiscales para los rodajes, el impulso de las ayudas al cine del gobierno andaluz y Canal Sur, la puesta en marcha de la Ley del Cine aprobada en 2018 y una Academia del Cine Andaluz, cuya creación se vislumbra lentamente en el horizonte.

Desde septiembre, la comunidad cuenta además con una nueva Asociación Andaluza de Productores de Cine (Ancine), que reúne ya a más de 40 productoras del sector o la Plataforma del Cine y el Audiovisual Cordobés, que reclama más apoyo público, atracción de rodajes y mayor visibilidad del audiovisual cordobés.


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