Jaime Chávarri, Benito Zambrano, Narciso Ibáñez Serrador… y, desde hoy, Alberto Rodríguez. El director de títulos como La Isla Mínima, Grupo 7, El hombre de las mil caras o Modelo 77 recibirá este sábado 5 de julio, en la inauguración del 18º Festival de Islantilla, su gran reconocimiento honorífico: el Premio Francisco Elías.
«Acepto este premio encantado, pero quiero destacar que formo parte de un colectivo más amplio que lleva ya 25 años haciendo cine juntos, desde El Factor Pilgrim. He tenido la enorme suerte de contar siempre con unos compañeros excelentes, que han sabido mantener la armonía del grupo y que están acostumbrados a hacer las cosas en equipo… hemos llegado al punto de hacer una asamblea para acordar un plano.
Y ha abundado: «El cine es un arte muy jerárquico, pero todos tenemos mucho respeto por el compañero. Ese ha sido el truco de mantenernos tanto tiempo juntos», ha elogiado el cineasta, en la charla que ha mantenido con el director del Festival de Islantilla, Esteban Magaz, al que ha agradecido los 18 años de historia del festival y una programación con destacados títulos internacionales y andaluces como Atín Aya, Antonio el bailarín o Fandango, entre otros.
Los Tigres, rodada en Huelva
Para Alberto Rodríguez, que grabó en la provincia de Huelva parte de su próxima película, Los Tigres –con Antonio de la Torre y Bárbara Lennie en su reparto- aceptar este Premio de Honor en el 18º Festival de Islantilla «tenía todo el sentido». Del film, que cuenta con un 20% de metraje subacuático, Alberto asegura que «he aprendido una barbaridad. Lo más bonito que tiene el oficio es sumergirte en universos nuevos: el de los buzos (Los Tigres), las cárceles de la Transición (Modelo 77) o el de las marismas, con todo lo que tiene de misterioso (La Isla Mínima)».
En el caso de Los Tigres ha aprendido que «para hacer un rodaje en mar abierto submarino, necesitas mucho control sobre la marea y el viento» y que «lo ideal es grabar en un punto donde te puedas de una parte de la costa a la otra donde no sople el viento. Grabar bajo el agua es un proceso muy lento, donde la importancia de la seguridad es máxima: estás grabando a dos buzos y tienes a siete más alrededor».
Una trayectoria de 25 años
Abundando en su filmografía, el director de cine sevillano asegura que 7 Vírgenes es, sin duda, «la película en la que mejor me lo pasé, por la ilusión que tenían los chavales y el manantial de energía de unos adolescentes que querían hacer mil cosas a la vez. Su energía y sus ganas terminaron contagiando a un equipo de rodaje pequeño, que se movía con mucha facilidad. La película tenía algo muy especial y fue la primera que escribimos Rafa (Cobos) y yo».
7 Vírgenes no solo fue la película más vista de su fin de semana de estreno, sino que ha quedado grabada en la memoria de muchas personas que, en aquel momento, eran adolescentes. «Fui a hablar sobre ella a los institutos, a algunos de ellos con Jesús (Carroza). La película generaba mucha controversia, pero los chavales se sentían muy identificados. Esa gente no estaba representada en la pantalla y, sin querer, dimos con la clave. Hacer una película sobre chavales, pero sin juzgarlos… ese fue el secreto».
Curiosamente, el rodaje de La Isla Mínima, una de las películas con más Premios Goya de la historia, fue «infernal, ya que me pasé enfermo la mitad del tiempo. En cualquier caso, en tu recuerdo te quedas con lo bueno y te olvidas de lo malo. La propia vida hace que tus recuerdos de los rodajes sea bueno».
Precisamente, sobre la fortuna en premios y taquillas de sus películas, algunas de ellas grandes taquillazos como 7 vírgenes, Grupo 7 o La Isla Mínima, Alberto Rodríguez afirma que «quieres a tus películas por igual, a pesar de que luego tengan una suerte desigual».
Cine y series
El cineasta, que ha rodado obras para televisión y plataformas como la propia Hispania, La Peste, Apagón o, ahora, Anatomía de un instante, destaca que Movistar+ » ha abierto, en la etapa de Domingo Corral, la posibilidad de rodar series con mucha libertad. Lo ha hecho, además, siguiendo la máxima de que el espectador es inteligente. Querer o Antidisturbios son dos de las mejores series que he visto nunca, son prácticamente cine».
Para Rodríguez, la principales diferencias entre cine y series son «el canal de distribución, ya que las películas están hechas para verlas en pantalla grande» y «los procesos naturales del rodaje de una película, el amor que se le pone a 2 o 3 años, es diferente. Cuando hay algo más industrioso, se agota esa manera de trabajar».
Con acento andaluz
Sobre el protagonismo que ha adquirido el acento andaluz en el cine español durante los últimos años, Alberto Rodríguez que considera que «hemos conseguido poner en valor algo que es habitual en Estados Unidos: que los personajes hablen como la gente habla, porque es mucho más rico. La primera película en la que fuimos conscientes de que necesitábamos el acento fue en 7 Vírgenes, por su código naturalista, pero al estrenarse en Sección Oficial de San Sebastián, la principal crítica era que la película estaba muy bien, pero que no se entendía nada. Ahora, en Los Tigres, el logro ha sido trabajarlo a la contra: que Bárbara Lennie sonara natural con acento andaluz».