Conmemoramos el 8 de marzo recogiendo la opinión de ocho mujeres andaluzas que trabajan en el audiovisual sobre qué se puede hacer para reducir y evitar la brecha de género en el cine.

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8 Mar 2018
Redacción filmAnd
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Conmemoramos un 8 de marzo muy especial. Coincide, en el contexto español, con una huelga a la que desde FilmAnd queremos sumarnos, convirtiendo también en nuestras sus reivindicaciones. Somos un medio de comunicación hecho por mujeres y por hombres, y desde nuestro nacimiento una de nuestras vocaciones principales ha sido contribuir a reducir la brecha de género en el sector audiovisual, aportando lo mejor que sabemos hacer: debate y visibilidad para el trabajo de las mujeres en nuestro contexto más inmediato, el cine andaluz.

Este 8 de marzo viene acompañado también de una corriente de denuncia cada vez más explícita de la discriminación en el acceso, el trato, el reconocimiento y la representación que sufren las mujeres en el sector audiovisual. Los datos son tozudos y contundentes. Por citar solo algunos recogidos en el último informe de CIMA y referidos al cine español, solo el 26% de los cargos de responsabilidad son ocupados por mujeres, con porcentajes escandalosos en algunas áreas de trabajo (16% en dirección; 17% en guion; 8% en composición musical; 7% en sonido; 2% en dirección de fotografía…). Y no es solo un problema de la industria nacional: en los últimos Oscar, solo una de las nueve películas nominadas al premio principal (Lady Bird, de Greta Gerwig) estaba dirigida por una mujer; solo en una de las noventa ediciones que se han celebrado el Oscar a la Mejor Dirección ha sido para una mujer (Katryn Bigelow por En tierra hostil en 2009).

Recogida la denuncia de esta preocupante desigualdad ¿qué se puede hacer para solucionarla? Justo eso es lo que hemos querido plantearle a ocho mujeres andaluzas que trabajan en el audiovisual.

Irene Hens (productora)
Para empezar, hay que asumir que existe esa brecha, y que los desequilibrios numéricos que reflejan las estadísticas, en lo relativo por ejemplo a la presencia de mujeres en ciertos puestos o departamentos, no son el resultado de un ejercicio de libre elección despojado de cualquier herencia o influencia de patrones que son manifiestamente desiguales y que se han perpetuado en nuestra educación, pensamiento, costumbre y modos de vida.
En el momento en el que hayamos entendido y reconocido la circunstancia de la que partimos será más fácil no ya mejorar la brecha sino sanarla, porque sin duda se trata de una herida lo suficientemente profunda que hay que curar, pero que además hay que prevenir.

Piluca Querol (directora de la Andalucía Film Commission)
No conozco a ninguna profesional que esté feliz por exigir cuotas para poder trabajar, pero son necesarias, y lo serán mientras existan las enormes diferencias de empleo, de ocupación de puestos de responsabilidad en nuestro sector y en nuestra sociedad. El talento no se cuestiona, el talento existe y se está demostrando, lo que si habrá que cuestionarse la sociedad es la imposibilidad de desarrollar una carrera profesional cuando las mujeres son madres, cuando las mujeres son cuidadoras, cuando la organización de la familia corre a su cargo principalmente.
Como recoge AAMMA en sus objetivos “Queremos que en las pantallas se refleje la igualdad en los contenidos audiovisuales para contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, libre de prejuicios y estereotipos y ajena a la violencia contra las mujeres y niñas”.
Personalmente, me gustaría que todas las mujeres sintieran como suyas las denuncias que las mujeres del audiovisual llevan a cabo. Tenemos a nuestro alcance herramientas muy poderosas: las cámaras, los guiones, los focos y los micrófonos, y esta lucha es por ellas también.

Mónica Rey (actriz)
Tengo 45 años y las mujeres de mi edad solo podemos aspirar a papeles episódicos, muy breves, sin importancia en la trama. Solo se crean personajes femeninos muy jóvenes o mayores de 60 años, siempre dependientes de un protagonista masculino y con roles muy marcados: la madre, la abuela, la novia o la amante. No son importantes por lo que son ellas mismas (no se destacan por su papel en la sociedad, como abogadas o científicas, por ejemplo) sino por lo que son en relación al hombre. Para corregir eso, la única solución es que haya más guionistas y directoras mujeres, que más mujeres tengan acceso a contar sus historias, desde un punto de vista femenino.

Julia Oliva (delegada de CIMA en Andalucía, actriz de doblaje y docente)

En CIMA  estamos convencidas de que los procesos necesarios para aumentar la presencia de las profesionales en la industria audiovisual pasan por aumentar en número de mujeres profesionales en las jefaturas de equipos donde están menos representadas y  conseguir la igualdad en las profesiones de liderazgo creativo y ejecutivo que tienen capacidad de decisión y de creación y cambio de contenidos:

En este criterio último se contemplan:

1- Las guionistas: creadoras de contenidos.

2- Las directoras: responsables finales de los contenidos y líderes de los proyectos con capacidad de incidencia y decisión en composición de equipos.

3- Las productoras ejecutivas: líderes en la elección y desarrollo de los proyectos en todas sus fases.

Ana Rosa Diego (presidenta de AAMMA, directora y script)*
Asociarse, tener una red de apoyo, es importante. En AAMMA, por ejemplo, estamos haciendo una labor titánica para concienciar sobre la igualdad, para abrir los ojos… Pero basta un anuncio para tirar por tierra todo nuestro trabajo. No solo en la tele hay muchos ejemplos denigrantes para la mujer: en Youtube, en los vídeos virales… Y a la parte institucional le cuesta mucho llegar ahí, compensar eso.  Le cuesta incluso apoyarnos. Lo hacen, pero toda ayuda es poca.
La discriminación positiva es necesaria y es importante también que en los festivales los jurados sean paritarios. A la hora de elegir, de premiar y todo eso es fundamental. Aunque luego las producciones son las que son y no llegan tantas películas hechas por mujeres.
Y al mismo tiempo la coeducación en valores para que las niñas no sean las que se vayan poniendo ellas mismas en segunda fila. Nuestras niñas tienen que estar educadas en valores que les enseñen a ser capaces. Ese extra de empoderamiento es lo que más falta hace.

Mercedes Hoyos (actriz)*
Ahora mismo, la única solución que hay es la discriminación positiva. Hay que romper, y para romper está eso. A igualdad de condiciones, la mujer debe tener un punto más.
Y sobre todo lo fundamental es la educación. Hay que irse a las escuelas y a los institutos y educar a los niños en otros valores. Pero no como una clase aislada, un tallercito que se hace una vez al año, no. De manera transversal, a diario.

 

 

Manuela Ocón (directora de producción)*
El cine está dentro de la sociedad y vivimos en una sociedad patriarcal. Podría ser un buen campo de estudio para saber qué hacer. El cine es más “liberal”, es decir, en él hay a priori menos prejuicios en relación a cómo se reparte el trabajo entre hombres y mujeres; y sin embargo la brecha de género es mayor que en otros sectores de cualquier otro tipo de industria. Creo que eso tiene que ver con la precariedad laboral, por un lado, y con la locura de horarios que llevamos, por otro.

 

Agus Jiménez (productora)*
En mi caso, pertenezco a AAMMA, desde donde trabajamos la igualdad en el cine y el audiovisual andaluz a muchos niveles. Es un colectivo de mujeres profesionales muy diverso desde donde impulsamos actividades y proyectos concebidos desde la perspectiva de la igualdad en festivales de cine, espacios culturales, universitarios y educativos. Somos interlocutoras en procesos tan importantes como la Ley Andaluza del Cine o la Ley del Audiovisual consiguiendo avances importantes en materia de igualdad. También trabajamos para visibilizar el trabajo de compañeras y de sus obras e impulsar y fomentar una imagen más justa, real e igualitaria entre hombres y mujeres. Nos queda mucho trabajo por delante pero queremos que haya un mayor número de mujeres directoras, guionistas, productoras, creadoras, técnicas que participen y cuenten historias, abrir el espacio creativo, compartir el relato social y nuestra visión del mundo.

 

* Las declaraciones de Ana Rosa Diego y Mercedes Hoyos están extraídas de esta entrevista que le hicimos hace justo un año. Las de Manuela Ocón y Agus Jiménez, de su participación en la sesión III del ciclo Los oficios del cine.


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