Nuestra crítica Esther Lopera recomienda en este artículo las mejores películas de terror clásicas y contemporáneas, para que estas vacaciones no te falte tu dosis de cine… y pavor

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2 Ago 2022
Esther Lopera
the nest

¡Alegría, jolgorio, las vacaciones ya están aquí!  Billetes reservados, hoteles molones y bañador nuevo (que no estrenarás porque irás a playas nudistas). Tienes la maleta preparada pero sabes que te dejas algo. Que no cunda el pánico, piensa… ¿Qué vas a hacer esas 12 horas de avión, atrapado en un asiento de 40 centímetros? ¿Y cuando no puedas dormir por la noche porque te has cascado una siesta de tres horacas?

Siempre puedes llevarte Crimen y Castigo (otra vez), escribir tus memorias o hacer macramé, te querremos igual. Pero en el fondo, lo que te más apetece es devorar pelis y series sin la angustia de madrugar al día siguiente. Con nosotros no tienes que fingir. No estás solo y sabemos que te gustan las experiencias fuertes.

Así que te hemos preparado una selección muy especial de miedo que incluye novedades y otros films imperecederos, porque a nadie le amarga un clásico. Descárgate nuestras recomendaciones de tus plataformas favoritas y prepárate para disfrutar pasándolo mal, pues no hay mejor antídoto contra el calor que una buena historia de terror. Y a Dostoievski, si eso, ya te lo leerás en Navidad.

 

JOYAS RECIENTES DEL TERROR
GOODNIGHT MOMMY – Filmin

Es pleno verano y dos hermanos gemelos juegan en un paisaje -tan idílico como asfixiante- mientras esperan pacientemente a que su madre regrese a casa tras una operación de cirugía plástica. La madre llega con la cara completamente vendada y mostrándose fría, distante y obsesiva. Tremendo relato no apto para todos los públicos con una puesta en escena dura y efectiva, gracias a la interpretación de Susanne Wuest. Dicen por ahí que es la hija bastarda de Funny Games (Michael Haneke, 1997) y la prima segunda de Canino (Yorgos Langthimos, 2009). En realidad, con estos dos referentes, ya deberías saber de qué pie calza.

Fue la película “tapada” de la selección del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges de 2014 y se programó entre grandes films con nombres estelares. Resultó que la desconocida Goodnight Mommy, dirigida por los austríacos Veronika Franz (coguionista habitual de Ulrich Seidl) y Severin Fiala, fue la que más impactó. Ganó el Premio Meliés de Plata y el de la crítica, que sucumbió al horror psicológico y mal rollero que destila. ¿Te gustan las emociones fuertes? Ea. Ahí la tienes. Ni se te ocurra verla con tus hijos revoloteando por casa.

 

THELMA – Movistar Plus

Thelma (Joachim Trier), es una rara avis del cine fantástico. Cuenta el despertar de la adolescencia de una chica con poderes extraños mientras sobrevive a la influencia de unos padres algo raritos que rinden cuentas a Dios, y que recuerdan a la madre de Carrie de Stephen King. De hecho, Thelma tiene mucho que ver con la adaptación que hizo Brian de Palma en 1976 del relato de King, aunque también sigue la línea más arty de Crudo (Julia Ducournau, 2016).

El film se gana al público con un relato pausado pero también arriesgado en algunas de sus secuencias más potentes. Uno de los puntos fuertes es la ambigüedad con la que juega el director noruego, dotando a la protagonista -una extraordinaria Eili Harboe– de un halo de misterio continuo. Movistar Plus apuesta por una película con toques de ciencia ficción que recorre temas delicados como la liberación sexual, la religión, la culpa y la redención. Vale, es un poco lenta, pero ¿tienes prisa, o qué? Te quedan todavía diez horas de vuelo. Disfrútala, no te arrepentirás.

 

THE INVITATION – Netflix

El mastodonte Netflix tiene una asignatura pendiente con el género del terror. Su catálogo, desgraciadamente, no cuenta con muchas joyas. Pero a veces, nos sorprende añadiendo algunas obras de culto que solo algunos privilegiados han podido disfrutar debido a una pobre distribución. Es el caso de The Invitation (Karyn Kusama, 2015).

Todo comienza con la invitación que Eden (Tammy Blanchard) realiza a su grupo de amigos, entre los que se encuentra su ex pareja Will, quien acude a la cita con su nueva novia (Emayatzy Corinealdi). Entre escenas naif que parecen sacadas de la serie Friends y otras que dejan entrever que algo más pasa, el reencuentro entre amigotes se convertirá en un festín inesperado. Estamos ante una película pequeña que ganó el premio gordo del Festival de Sitges en 2015 y que tiene todo lo que una buena película ha de tener: una historia bien narrada, bien protagonizada y bien ambientada. ¡Bingo! Sin pretensiones ni luces de colores.

La norteamericana Karyn Kusma desarrolla un relato extraño que va in crescendo para desembocar en un clímax perfecto. Hay otros films de género que han conseguido este gran logro, como Coherence (James Ward Byrkit, 2014), una historia de elegante ciencia ficción de presupuesto reducido pero guion impecable. Ambos son trabajos que comparten un mismo modo de entender un cine de género realizado con pocos medios pero con buena factura, cuya baza es sacar el máximo provecho a un libreto que transcurre en una sola localización. Dale una oportunidad por la noche, cuando estés achicharrado por el sol y te sientes en el sofá a la luz de una vela.

 

ANNABELLE CREATION – Movistar Plus

Si eres de esos que se pirran por las muñecas de porcelana antiguas estás de suerte. Movistar Plus ya ha añadido a su catálogo a la pepona más terrorífica de las pantallas -con permiso de Chucky-: Annabelle: Creation (David F. Sandberg, 2017). Se trata de la última entrega de la saga iniciada con Expediente Warren: The Conjuring (James Wan, 2013), en la que se explica cómo el diablo se hace con tan dulce muñeca.

El director aprovecha los clásicos del género para explicar las nuevas aventuras de Anabelle y sus amigas (a las que se va cargando sin ningún pudor), nutriéndose de secuencias que nos recuerdan a Salem’s Lot (Tobe Hooper, 1979) o El Cementerio Viviente  (Mary Lambert, 1989), entre otros.

El film está bien tejido y no decepciona a nadie. Es el típico blockbuster de terror que lo peta. Y claro, como cabe esperar, cada movimiento del juguete con vestido de canesú provoca momentos de tensión y sustos de manual, que harán que le destroces el brazo a quién tengas sentado al lado. Céntrate, por favor, que no estás solo en el avión.

 

VERÓNICA  – Netflix

La mejor película de terror española del 2017 (y quizás de los últimos años) es sin duda Verónica, de Paco Plaza. El film indaga sobre el miedo a hacerse mayor desde el punto de vista de una adolescente y lo expone provocando un paralelismo con las posesiones demoníacas.

Verónica también sigue la estela de Carrie y utiliza la llegada de la menstruación como castigo de Dios (o regalo del Diablo). Ambientada en los noventa y rodada entre los bloques de ladrillo que cimentan el barrio de Vallecas, el director capta la esencia del horror con un guion que se sumerge en el mundo de los espíritus a partir de una ouija. Plaza juega con la melancolía de toda una generación, utilizando canciones de Héroes del Silencio como banda sonora y detalles cuidados que harán las delicias de los cuarentones más freaks, porque… ¿quién no ha tonteado alguna vez invocando a los muertos?

Y si no lo has hecho debe ser porque en los noventa todavía no habías nacido o eras un cachorrillo, pues hablar con los espíritus estaba muy de moda. Mientras algunas se compraban la Súper Pop para agenciarse un poster de Alejandro Sanz, otras nos hacíamos con la ouija en un kiosco. Sí, yo fui Verónica. Y Plaza debería ser de los que se colaban en un cementerio con sus colegas, birra en mano, para hacer espiritismo. No lo dudes: Verónica es un producto que funciona y la ouija también y si no te lo crees, píllate una y pruébalo (pero mejor hazlo en casa de tus suegros).

 

 

CLÁSICOS IMPERECEDEROS
TIBURÓN – Amazon Prime

Un verano no es verano si no ves Tiburón, el clásico que atemorizó al público en 1975 y que cambió el cine para siempre. Amazon Prime recupera al depredador de mar para que puedas gozarla una vez más. Fue el primer taquillazo de Steven Spielberg, y el primer boom del verano, superando por primera vez los 100 millones de dólares de recaudación en esta época del año. Solo en su primer fin de semana en Estados Unidos prácticamente recuperó la inversión inicial.

La premisa ya la sabes: cuenta cómo un enorme tiburón blanco devorador de hombres -y de todo lo que se menea- ataca a los bañistas en las playas de Amity Island. Estos sucesos llevan al jefe de la policía local a enfrentarse con las autoridades, que no quieren espantar a los pobres turistas (que no se enteran de la misa la mitad).

Protagonizada por Roy Scheider, Martin Brody, Robert Shaw, Richard Dreyfuss, Lorraine Gary y Matt Hooper, se rodó completamente en exteriores, lo que encareció la producción y casi la abocó al fracaso. Todo ello, con una banda sonora minimalista e inquietante, compuesta por John Williams, que ya forma parte del imaginario colectivo (porque todos hemos imitado los momentos más terroríficos de esta pedazo de película). Si no has visto Tiburón, mereces ser zampado por uno. Y si ves uno en la costa, saca el móvil y hazte un selfie.

 

AL FINAL DE LA ESCALERA – Filmin

El compositor John Russell (George C. Scott) es profesor de música. En un trágico accidente mueren su mujer y su hija. En un intento de reconstruir su destrozada vida, decide aceptar un puesto de trabajo en Seattle y trabajar en una composición que está tomando forma en su mente. Como necesita ir a un lugar aislado, se las ingenia para alquilar una casa apartada de la ciudad. Tan pronto como John se instala, comienzan a suceder cosas inexplicables. Al final de la escalera (The changeling) de Peter Medak (1979) es el clásico de clásicos del terror psicológico. De hecho, todos los films buenos que se han estrenado a posteriori sobre casas encantadas beben de ella y Hereditary (Ari Aster, 2018), es un gran ejemplo.

Se trata de la obra de culto por excelencia, porque el trabajo del director canadiense cuenta con algunas de las secuencias más terroríficas y atmosféricas que se han filmado en la historia del género y que además son reconocibles en cualquier lugar del mundo. Piensa en una pelotita roja y blanca cayendo desde unas escaleras, con el escalofriante sonidito del rebote… es para llorar de emoción. Al final de la escalera es también el nombre que te viene a la cabeza cuando te preguntan: ¿Qué peli de terror te ha acojonado más en toda tu vida? Si tu plan es pasar las vacaciones en una mansión, solo y aislado del bullicio, mejor ponte Tiburón.

 

LA PROFECÍA – Netflix

Richard Donner dirigió en 1976 la (quizás) mejor película de esta lista: La Profecía (The Omen). Tampoco necesita presentación, pues cualquier aficionado al terror la ha visto por lo menos dos veces. Algunos, como esta escritora, nos la sabemos de memoria. La sinopsis es vox populi también: cuando Kathy Thorn (Lee Remick) da a luz a un bebé muerto, su esposo Robert (Gregory Peck) le oculta la verdad y sustituye a su hijo por un niño huérfano, ignorando su origen. El horror empieza cuando, en el quinto cumpleaños de Damien, inesperadamente, su niñera se suicida. A partir de aquí, ocurren una serie de muertes, ligadas con astucia con elementos satánicos.

Damien ha sido sin duda el protagonista de nuestras peores pesadillas y su cara demoníaca es un icono del terror. Todo ello amenizado por la banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith, por la que se llevó el Oscar. Algo así como una nana eclesiástica urdida por el diablo y su coro infantil. Nunca el número 666 nos dio más miedo. Deja de mirar raro al niño que no ha dejado de gritar del asiento de al lado y sobre todo no escarbes en su pelo, por si las moscas.

Publicado originalmente: 19 de Julio de 2018


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