Javier Paisano, presidente de Asecan

A menos de una semana de la celebración de la gala de los Premios Asecan del Cine Andaluz, el presidente de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía, Javier Paisano, conversa con Filmand.es sobre el estado del audiovisual hecho en Andalucía y sobre el momento crucial al que se enfrenta el sector.

22 Ene 2018
Ignacio Gutiérrez
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A menos de una semana de la celebración de la gala de los Premios del Cine Andaluz de Asecan, que se realizan con la colaboración oficial de la Fundacion SGAE, el presidente de la asociación, Javier Paisano, conversa con Filmand.es sobre el estado del audiovisual hecho en Andalucía y sobre el momento crucial al que se enfrenta el sector: Éxito de público, grandes producciones y la inminente aprobación de la Ley del Cine. Licenciado en Filología y Periodismo, Paisano es crítico de teatro y cine y ha trabajado habitualmente vinculado al periodismo cultural. También, es uno de los impulsores de los Premios Lorca del Teatro Andaluz, que entrega la Asociación de las Artes Escénicas de Andalucía.

Ignacio Gutiérrez (IG): A la vista del éxito y la calidad de muchas películas y del aumento de rodajes en Andalucía, parece que el cine andaluz vive un buen momento. ¿Qué debe hacer el sector para aprovechar esta oportunidad?

Javier Paisano (JP): Estamos en el mejor momento que hemos vivido nunca en la historia del cine andaluz. Teniendo en cuenta que no podemos hablar tampoco de industria a nivel español, Andalucía está demostrando que tiene una fuerza equiparable a las producciones de Madrid o Barcelona. Antes, la gente se iba fuera a montar y a sonorizar, ahora puedes hacer todo el proceso desde el guion hasta la postproducción en Andalucía. Tenemos los mimbres para lograr ser una industria puntera. Desde los últimos cinco años siempre hay una o dos películas andaluzas referentes a nivel nacional. El cine es una de las industrias que más dinero da a Estados Unidos, ¿por qué no podemos ser ambiciosos? Retomo una frase que en su momento pudo tomarse a broma: creo que Andalucía podría convertirse en la California de España.

IG: ¿Qué le falta al sector audiovisual andaluz?

JP: Yo no sería crítico con el sector. El sector es el que ha conseguido llegar hasta aquí. En la historia del cine andaluz ha habido tres fases, lo que llamamos el protocine, con gente como Pilar Távora o García Pelayo. Después, otro momento amparado por el nacimiento de Canal Sur, cuando se monta una industria audiovisual más centrada en la televisión que en el cine. Y ahora creo que estamos en una tercera fase que suma la aparición de las facultades de Ciencias de Comunicación. Gente como Fernando Franco, Jorge Naranjo o el director de fotografía Migue Amoedo trabajan a nivel español o europeo y todos ellos tuvieron becas de la Junta que a estas alturas han desaparecido.

Javier Paisano durante las nominaciones a los premios Asecan. Autor: JM Paisano

Javier Paisano (segundo por la izquierda) durante las nominaciones a los premios Asecan. Autor: JM Paisano

IG: En estas circunstancias, ¿qué papel juegan los Premios Asecan del Cine Andaluz?

JP: Estos premios han puesto el foco en los trabajadores andaluces del audiovisual. Cumplen la función de visibilizar en dos direcciones diferentes. Por un lado, para la propia industria, para que se sientan empoderados y reconocidos, y por otro, para el público en general, que hoy por hoy no conoce a la gente que trabaja en su tierra. En espera de que exista una academia del cine andaluz, los premios de Asecan y las actividades que genera la asociación son el único sitio que los cineastas de la comunidad tienen para encontrarse. Por ejemplo, no hay un diccionario del cine andaluz, si no es por iniciativas como FilmAnd, la mitad de la gente no contaría ni con una reseña en un periódico. Asecan es la antesala de la academia.

IG: ¿Este año se entregan 27 premios, eso refleja el buen engranaje del sector?

JP: Sigue habiendo disciplinas que no están. Este año entregamos un premio nuevo a los mejores efectos especiales. ¿Qué significa? Pues que hace cinco años se hacían fuera de Andalucía y ahora se hacen aquí. Hace treinta años Asecan daba tres premios y durante muchos años fueron seis. Los premios van subiendo en la medida en que surgen nuevas disciplinas. Esto tiene otra contraprestación en la propia gala de los premios: la gente dice: “esto es larguísimo” (bromea)… Una gala no es un espectáculo, una gala es un reconocimiento, donde la gente recibe premios.

IG: ¿Hacia dónde va la ficción andaluza?

JP: Lo maravilloso del cine andaluz es que prácticamente aborda todos los géneros. Por ejemplo, las películas presentadas este año que vienen de Málaga: Maniac Tales (VV.AA.), una película de terror rodada en inglés, o El intercambio (Ignacio Nacho), alta comedia con un tema sexual de fondo. También El autor (Manuel Martín Cuenca), que puede considerarse intelectual pero que ha conectado con el público. Hablamos de un cine que cubre todas las expectativas del público.

IG: ¿Y hacia dónde va la industria del cine andaluz?

JP: Cuando hablamos de cine andaluz, nos referimos al cine hecho en Andalucía. Nos parece muy importante que los profesionales salgan fuera de Andalucía a trabajar, pero no entendemos la obligatoriedad de tener que irse. El futuro del audiovisual en Andalucía no puede ser mejor: está todo por hacer y tenemos los materiales para hacerlo. Sería un error absoluto no apoyarlo. Aparte de que el turismo y el cine puedan ir de la mano, el cine también puede ser un motor económico. Lo tenemos todo por delante, pero no hay industria, hay gente que hace bien su trabajo. Estamos aprendiendo. Un fallo del cine español y andaluz es que no se trabaja la difusión. Los presupuestos de las películas no invierten en promoción, que es la asignatura pendiente del cine andaluz. Cuesta tanto trabajo hacer una película que se olvidan de hacer que la gente quiera verla. La promoción es la asignatura pendiente.

Reunión del sector en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva

Reunión del sector en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva

IG: ¿Qué va a aportar la Ley del Cine? ¿Qué incluiría para que sea una herramienta más útil a la industria?

JP: Lo que me interesa de la Ley del Cine es su valor simbólico, el hecho de que la administración considere que el sector merece una ley. Desde Asecan echo en falta que no se tenga en cuenta el asociacionismo como tejido y hay mucho, desde cineclubes, festivales, muestras… Se habla solo de las empresas. Creo que es negativo que el texto provisional no hable sobre la creación de la Academia del Cine y las Artes Visuales de Andalucía, que ya tiene nombre, ni del tema de los premios. Es decir, una vez más, se ha trabajado en la producción, pero se olvida la difusión. Será el reglamento el que determinará si la ley va a servir para algo o no.

IG: Asecan es una asociación de escritores cinematográficos, el guion es la base del cine, ¿se escriben buenos guiones en Andalucía?

JP: Asecan era una asociación de críticos y escritores. Ahora tenemos representación de todo el sector. Desde el punto de vista de los escritores pensamos que uno de los problemas del cine en general es la inconsistencia de sus guiones. Si miras el cine que más vende, hasta la película más mala tiene hasta 25 revisiones de guion. Aquí, seis o diez versiones como mucho. El guion es la más importante. Como es un trabajo que está fuera del proceso de la producción, no está apoyado económicamente. Aquí, escribes un guion y ahora intentas venderlo, pero no existe la productora que te pide que le hagas un guion y te pague por hacerlo. En esta parte la industria está en pañales.

IG: ¿Y respecto a la crítica?

JP: La crítica en los últimos años ha sufrido un verdadero tsunami, cuando no ha desaparecido directamente el periódico, han desaparecido los espacios de crítica. Canal Sur hace tiempo que no tiene un programa de televisión… En contraposición han surgido los blogs, donde gente que a veces está cualificada o no escribe sobre cine. Nunca se ha escrito tanto, pero nunca con una calidad tan variable. Las críticas de hace 20 años tenían una garantía de solidez. Por otro lado, ha cambiado tanto lo que se ve las salas, prácticamente es todo cine espectáculo, cine de superhéroes, por el que yo, personalmente, no siento motivación. El cine susceptible de ser criticado es difícil de ver.


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