Es la era de la series y tenemos sobrecarga en la red. ¿Has sabido elegir bien este año o has perdido el norte? Te ofrecemos una lista de lo mejor del 2017 y ya sabes que en FILMAND tenemos el pico fino. Ojo, la selección no era fácil y nos quedan algunas en el tintero, pero te aseguramos que con nuestra lista disfrutarás cada minuto invertido en el arte de ver series

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20 Dic 2017
Esther Lopera
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Es la era de las series y tenemos sobrecarga en la red. ¿Has sabido elegir bien este año o has perdido el norte? Te ofrecemos una lista de lo mejor del 2017 y ya sabes que en FILMAND tenemos el pico fino. Ojo, la selección no era fácil y nos quedan algunas en el tintero, pero te aseguramos que con nuestra lista disfrutarás cada minuto invertido en el arte de ver series.

  1. The Girlfriend Experience: Experiencias extremas

Basada en la película homónima de Steven Soderbergh del 2009, The Girfriend Experience (Starz) es una rara avis para aquellos que disfrutan sorprendiéndose ante series que arriesgan en forma y contenido. Escrita y dirigida por Lodge Kerrigan y Ami Seimetz, y con Soderbergh en la producción, su primera entrega contaba como una estudiante de derecho se introducía en el mundo de la prostitución de alto nivel. En esta segunda temporada –independiente de la primera- los creadores rizan el rizo y cuentan dos historias paralelas: dos mujeres, amantes del sexo y con experiencia como scort-girls, se enfrentan a sus miedos más oscuros a través de sus relaciones. Temas como la sumisión, el poder y el deseo se ponen sobre la mesa, pero sin lección moral. Sexo explícito y sin tapujos. Hoteles fríos y caros y oficinas grises, casi sin amueblar, para enmarcar a unos personajes que difícilmente conectarán con el espectador. Y esa es una de sus bazas. Ámala u ódiala, pero disfrútala.

A favor: Actrices que deberían cobrar un plus por lo que tienen que aguantar aquí.
En contra: Solo media hora de capítulo para cada historia y cada episodio.
No se la pueden perder: Los que no tienen pelos en la lengua, cuando hablan de sexo.

 

  1. Paquita Salas: El disparatado (des)encanto del espectáculo

Paquita Salas es la primera obra como guionistas y directores de Calvo y Ambrossi, conocidos como “los Javis”. Aunque realmente se estrenó como webserie en 2016, fue tal su éxito que Netflix se ha hecho con ella este año, sin dudarlo, consiguiendo un montón de fans, como el pianista y escritor inglés James Rhodes, quien ya ha reclamado a los Javis públicamente una segunda temporada. Interpretada por Brays Efe, cuenta las peripecias de Paquita, una representante de actores de cincuenta años que tuvo su momento álgido en los 90 y que ahora, algo pasada de vueltas y caduca,intenta adaptarse a los nuevos tiempos, con su especial savoir faire. Una comedia disparatada, fresca y no exenta de crítica al pretencioso mundo del espectáculo y el acting.

A favor:El desparpajo y la frescura de la puesta en escena.
En contra: Se hace muy corta. Solo seis episodios de 30 minutos.
No se la pueden perder: Los que aman la farándula.

 

  1. Peaky Blinders: Guerra de Gorros y Gabardinas

Birmingham, 1939. Thomas Shelby (encarnado por el atractivo y rarito Cillian Murphy) es el violento líder de una conocida banda; un jefe del crimen organizado dispuesto a llegar a lo más alto sin importar el precio. Steven Knight lanzó esta propuesta a la BBC y ésta decidió apostar en 2013 por ella, y está claro que se trata de un caballo ganador: un Boardwalk Empire a la inglesa con música indie británica, desfile de gabardinas y lanzamiento ocasional de boinas con cuchillas. En esta cuarta entrega, Nick Cave continúa ambientando escenas cargadas de apuestas, drogas, alcohol y diálogos cargados de furia y rabia. Todo ello, bien protegido por la famiiiliaaaa, presentada al más puro estilo de Los Soprano o El Padrino, que olvida sus rencillas para unirse y vencer a la mafia italiana, amenaza afincada en la localidad inglesa. Una vendetta que prometía acción y que no defrauda. Atención a la nueva aparición estelar de Alfie Solomons, interpretado por el camaleónico Tom Hardy. La primera vez que apareció en esta serie, casi no lo reconocimos y se marcó una de las mejores escenas. Y esta temporada sube el nivel.

A favor:El desnudo del Cillian Murphy (que no, que no lo han doblado).
En contra: El abuso de la cámara lenta en algunas escenas.
No se la pueden perder: Los que fliparon con Boardwalk Empire (HBO).

 

  1. The Leftlovers: Rompiendo esquemas

Creada por Damon Lindelof y Tom Perrotta para HBO, The Leftovers tiene lugar tres años después de una tragedia mundial en la que –inexplicablemente- desaparece el 2% de la población mundial. Esta serie ha roto esquemas con su estructura narrativa desde el principio, creando una legión de seguidores. La expectativa era muy alta y su temporada final no decepciona, aunque crea encuentros y desencuentros. Aun así, la lucha de Kevin Garvey (Justin Theroux) por encontrar la felicidad –o huir de la tristeza- y su extraña pasión por la fría Nora Durst (Amy Brenneman) son suficientes para que los capítulos sin pies ni cabeza vuelvan a atraparte, aunque sea frunciendo el ceño y soltando un what the fuck? Bienvenidos al principio del fin. Una batalla de emociones que cuando parece perderse en el abismo encuentra en su capítulo final un desenlace tan sencillo como necesario.

A favor: Su rompedora forma de narrar.
En contra: La pájara que te coge cuando no entiendes nada.
No se la pueden perder: Los fans de Lynch y del universo de Lost

 

  1. Strangers Things: Aquellos maravillosos años

La segunda temporada de la serie de Netflix Stranger Things ha sido otro de los hits del 2017.  Ya nos impactó cuando por primera vez veíamos todas esas referencias a los 80, con los que muchos hemos crecido, junto a unos personajes perfilados y emplazados en una historia que conecta con el espectador desde el primer capítulo: las aventuras de una pandilla que lucha contra un mundo oscuro. Creada por los hermanos Duffer y ambientada en el estado de Indiana (EEUU), los personajes y el guion no son la única baza. Además de las referencias a ET (Steven Spielberg, 1892), Cuenta conmigo (RobReiner, 1987), It (Tommy Lee Wallace, 1990) o la emblemática The Goonies (Richard Donner, 1986), también cuenta con unos bichos monstruosos que aluden a clásicos del fantástico como Alien (Ridley Scott 1979); La Cosa (John Carpenter, 1982) o Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984). Estaba claro: repetir fórmula y triunfar.

A favor: El gran Gaten Matarazzo como el entrañable Dustin
En contra: No descubre nada nuevo en su segunda temporada.
No se la pueden perder: Los que han crecido con el cine de los 80.

 

  1. This is Us: Cuando llorar es la mejor medicina

Creada por Dan Fogelman, el guionista de Crazy, Stupid, Love, este pedazo de drama familiar se emite en la cadena estadounidense NBC. En su primera temporada ya nos obligó a empañar montañas de kleanex y ha mantenido el nivel. Con un esquema de narrativa coral, Fogelman sigue desmembrando con maestría los miedos de los personajes, entrelazando sus desdichas con una tragedia común, que mantiene al espectador en vilo desde sus inicios: ¿Cómo y cuándo muere Jack?  Habrá que esperar a enero descubrirlo, momento de la segunda entrega de esta temporada. De momento, los nueve capítulos emitidos demuestran que esta serie es mucho más que un culebrón clásico americano y que en los pequeños detalles se haya las grandes series. Y ahí está su nominación en los Globos de Oro a la mejor serie dramática y a Sterling K Brown, que encarna a Randall Pearson, porque no se puede llorar mejor, por Dios.

A favor: La ambientación y la estructura de los capítulos
En contra: No deja de ser un dramón a la americana.
No se la pueden perder: Aquellos que tienen corazón.

 

  1. The Crown: La joya de la corona

A priori, uno pensaría que una serie sobre la vida de la Reina Isabel II es un tostón, más todavía si nos olemos que los creadores Peter Morgan y Stephen Daldry, guionista y director, respectivamente, han de preservar la imagen de una figura que lleva 65 años gobernando un país. Pero, cuando ves la segunda temporada de esta serie de Netflix, se cae todo prejuicio al suelo y te arrodillas ante ellos con una reverencia, pues consiguen explicar la historia del Reino Unido a través de un biopic que escarba en las debilidades de la protagonista, para conseguir justo lo contrario: realzar sus virtudes. Con un presupuesto que da calambre y un exquisito gusto por los planos abiertos y los planos detalle que siempre aportan a la narrativa, The Crown es quizás el mejor retrato de la historia de la corona y resulta, además, contemporáneo y atractivo, tanto en forma como en contenido. A destacar el tremendo trabajo de Claire Foy, la actriz que interpreta a la reina Isabel II, y los momentos históricos que protagonizan algunos episodios ya épicos, como el que narra la relación entre Isabel II y Jackie Kennedy. Imperdible.

A favor: La relación íntima entre la Reina y el duque de Edimburgo.
En contra: Resulta algo conservadora en alguna de sus apuestas.
No se la pueden perder: Los que aman la historia del Reino Unido.

 

  1. Twin Peaks: Lynch camina conmigo

Si David Lynch no hubiera creado un monstruo como Twin Peaks en los 90 esta lista hoy no sería posible. Esta es la primera razón por la que la tercera temporada de Twin Peaks merece ocupar las primeras posiciones en cualquier ranking de series. Pero no es la única, ni mucho menos. Ya han pasado 25 años desde la primera temporada de Twin Peaks y las series han tenido tiempo suficiente para reinventarse. Lynch, inagotable, lo sabe bien y solo necesitaba tener carta blanca con Showtime para volver a coronarse como el reinventor por excelencia. Y lo ha vuelto a hacer. Sin abusar de la melancolía, ha creado una nueva narrativa visual, tejida con delicadeza en cada plano, poniendo a prueba la paciencia del espectador. Pero Lynch no está hecho a gusto de todos y la audiencia lo ha demostrado. Es un festín para los que aguantan impertérritos esos planos largos –un sello ya inconfundible- y se maravillan ante el análisis visual al que nos somete el loco del pelo blanco. Imágenes que se te clavan en el cerebro, coqueteando entre el terror y el surrealismo más visceral para explicar esa lucha entre el bien y el mal. Es cierto que no es fácil explicar de qué va esta nueva entrega y, de hecho, tampoco parece que nadie la entienda igual. Pero ese ha sido siempre el encanto del genio, no lo olvidemos. También los sueños son extraños y nos encanta soñar. Atención al capítulo 8, una magnífica obra no exenta de videoarte que no debería perderse nadie, te guste o no Lynch.

A favor: Kyle Mac Lachlan y las actuaciones musicales de los créditos finales.
En contra: ¿Alguien puede explicarme de qué va?
No se la pueden perder: Los que aman el séptimo arte, en todas sus formas.

 

  1. The Handmaid’s Tale: La pesadilla más insufrible de una mujer

Poco más se puede decir de esta obra maestra, que no hayamos contado ya. Creada por Bruce Miller y basada en la novela homónima de la escritora canadiense Margaret Atwood, relata la representación de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana, o lo que es lo mismo, una distopía que dibuja con detalle la pesadilla más insufrible de una mujer. La bella Elisabeth Moss se ha coronado como la actriz más sobresaliente del año, encarnando a Offred, una mujer que sobrevive en la República de Gilead, un escenario parecido al de Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón, 2006). La crítica se ha volcado con esta serie y con razón. Además de contar con un gran guion, el equilibrio y la estética de cada plano y el uso de la luz y los colores la sitúan técnicamente en la cima de las producciones audiovisuales para televisión.

A favor:Una historia original que se va desgranando poco a poco.
En contra: Nada.
No se la puede perder: Ninguna mujer.

  1. Mindhunter: Cuéntame por qué la mataste

La gran e injustamente olvidada en las recientes nominaciones de los Globos de Oro es la serie producida por David Fincher, quien también dirige cuatro de los diez episodios. Estamos ante la producción más elegante que se ha hecho este año. Acostumbrados a retratos sobre psicópatas asesinos envueltos en sangre y tripas, esta serie se plantea con un tremendo respeto al trabajo que desarrolló el FBI a finales de los 70, sobre el comportamiento primario de los asesinos en serie de EEUU. Los dos policías protagonistas, Holden y Bill (encarnados por Jonathan Groff y Holt McCallany), entrevistarán a una selección de asesinos y otros criminales sexuales, como Edmund Kemper (Cameron Britton), con el objetivo de categorizar sus condiciones psicópatas, analizarlos y prevenir así futuros homicidios de perfiles similares. Lo que no saben es como ese estudio podrá afectar a sus vidas personales y hasta dónde pueden llegar para cumplir su objetivo. La ética y la moral, tanto del FBI como de los encarcelados, se pondrán en duda en un ejercicio estético y actoral perfecto, a la altura del mejor Fincher.

A favor: Jonathan Groff y el arco de su personaje.
En contra: Compararla con Zodiac u otro film de Fincher.
No se la puede perder: Los amantes de los thrillers psicológicos.

 

Si ya has visto las diez series que proponemos, nos permitimos nombrar dos más de categoría diez: la quinta temporada de Ray Donovan (Showtime), con un perfecto cara-de-piedra Liev Schreiber que toca fondo; y la tercera de Narcos (Netflix), la mejor entrega de la saga que relata las trifulcas de los hijueputa-malparidos del cártel de Cali. Ya tienes unas cuantas dosis para pasar estas navidades. Feliz viaje.


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