A Almodóvar le parecía que José Antonio Domínguez Banderas era nombre de torero y no de actor, por eso le puso Antonio Banderas en los años ochenta, cuando comenzaron a trabajar juntos. La anécdota la ha recordado el ministro de Cultura, Iñigo Méndez de Vigo, durante la entrega del Premio Nacional de Cinematografía 2017 al actor malagueño en el Festival de San Sebastián. “Y Pedro tenía razón, porque nada hay más torero que abrirse camino en aquel Madrid de los ochenta”, ha añadido el ministro.
Presentado por la actriz sevillana Paz Vega, quien le ha confesado a Banderas que “ha sido y sigue siendo” un modelo a seguir para los actores de este país y le ha dado las gracias por “haber llenado los platós de Hollywood de acento andaluz”, su amigo Carlos Saura también ha subido al escenario para decirle que lo quiere, no si bien antes alegrarse de la bajada del IVA cultural para el cine y de anunciar que el proyecto que ambos sueñan sobre el Gernika de Picasso se hará realidad.
El ministro ha hecho entrega del Premio Nacional al actor en la azotea del donostiarra edificio de Tabakalera y Banderas ha comenzado su discurso diciendo que la peor parte de recibir un premio es “la recogida del mismo”. El actor ha desglosado a continuación las tres palabras que conforman el nombre del galardón recibido. La primera y la última, Premio y Cinematografía quedan “eclipsadas” para el malagueño por la de en medio, Nacional. “A ver cómo se retrata Banderas, estarán algunos rumiando”, se ha despachado.
Banderas ha recordado cómo vivió los últimos rescoldos del régimen y los primeros aires de libertad, ha confesado que sigue creyendo en ese proyecto común llamado España del que a veces se siente “orgulloso y a veces no”.Para él, lo que debería ser llamado España “en su maravillosa imperfección” es la capacidad de “sobreponerse y crecer”. Preguntado por el momento político actual que vive el país, el actor ha respondido que “parece una película de Berlanga” y que votar “lógicamente” es uno de los grandes preceptos de la democracia pero no el único, “respetar las leyes y la Constitución, también”.
Discurso de Antonio Banderas en el transcurso del acto.
Picasso en el horizonte
El actor ha bromeado con la idea de que no está entre sus planes la muerte, “a pesar de los chistes sin gracia de su corazón” y que aún le quedan muchas historias “por contar”. Una será la de Picasso y por partida doble: en el citado y artístico proyecto cinematográfico de Saura sobre el Gernika, con fotografía de Vitorio Storaro, y otro en la coproducción televisiva de National Geographic y la Fox, Genius, un drama biográfico que en cada una de sus entregas explora la vida de un célebre genio, y que en caso de Picasso tendrá el rodaje de algunas escenas en su Málaga natal. “Me apetece hacer las dos y no recuerdo a un actor que haya interpretado a un mismo personaje para cine y para televisión”, ha reconocido Banderas.
En cuanto a la fuerte presencia de cine andaluz en esta edición del Festival de San Sebastián, el malagueño ha señalado que “ojala esto signifique algo bueno para la industria andaluza en unos momentos muy malos para el cine mundial, cuando el 70% de las películas que se ruedan ya no se ven en cine”.
El cine andaluz arropa a Banderas
Entre los miembros del cine andaluz que han acompañado al malagueño en la entrega de este Premio Nacional han estado la actriz Ruth Gabriel, la directora de Andalucía Film Comission Piluca Querol y el presidente nacional de esta institución, Carlos Rosado, además del director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vígar y el productor Antonio Pérez. Las actrices Marisa Paredes y Ángela Molina, Premio Nacional de Cinematografía 2016, además del director Manuel Gutiérrez Aragón también han aplaudido a Banderas en San Sebastián.
El ministro Méndez de Vigo ha citado en el transcurso del acto el verso del poeta malagueño Antonio Alcántara “A la sombra de una barca me quiero tumbar un día, echarme todo a la espalda y soñar con la alegría”. A lo que Antonio ha contestado “pues no”. Todavía no.
