Sin moverse del pueblo sevillano de Los Palacios, Álvaro Begines ha desarrollado su carrera como músico, productor y director. El lunes 29 de abril estará en Los Oficios del Cine.

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26 Abr 2019
Juan Antonio Bermúdez
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Es muy conocido como componente de No me pises que llevo chanclas, uno de los grupos de referencia en la música andaluza y española desde los años 80, pero ha desarrollado en paralelo una carrera como director y productor de cine. Debutó en la dirección en 2006 con la divertida ¿Por qué se frotan las patitas? y cinco años después rodó su segundo largo de ficción, Un mundo cuadrado. En medio, creó la productora La mirada oblicua para sacar adelante algunos cortometrajes junto a su socio Miguel Ángel Carmona y poco a poco ha ido asumiendo retos cada vez más importantes como productor ejecutivo: entre ellos, el exitoso debut del actor Daniel Guzmán en la dirección con A cambio de nada (2015) y Antes de la quema, cinta de Fernando Colomo que ha sido estrenada con éxito en el pasado Festival de Málaga y que llegará a los cines el 7 de junio.

Álvaro Begines participa este lunes 29 de abril, en la sesión que le dedicamos a la producción ejecutiva en Los Oficios del Cine (aún está abierta la inscripción a la misma, a través de este formulario). Y en esta entrevista intentamos conocer un poco mejor su experiencia como productor.

 

Te conocemos como guitarrista y letrista de los míticos Chanclas, pero ¿cómo llegas al mundo del cine?

Todo empieza con el exquisito aburrimiento. Los Palacios, que es el pueblo en el que nací, era en mi juventud un poco aburrido. Ya no, pero entonces sí lo era. Teníamos que entretenernos haciendo grupos de música, haciendo radio en una emisora pequeñita, haciendo teatro… Y cayó una cámara en nuestras manos y nos pusimos a hacer pequeños cortos. Aparte, había también un cineclub en el que podíamos ver las películas que normalmente no llegaban por otra vía. Todo eso me hizo llegar al cine antes incluso que a la música. Antes de crear el grupo, ya estábamos haciendo pequeños cortos.

 

Y desde esa primera afición, ¿cómo terminas siendo productor ejecutivo y teniendo tu propia productora?

Como le escuché una vez a Fernando Trueba, yo llegué a la producción por pura necesidad. Me había formado tanto en la Media Bussiness School como en la Escuela de San Antonio de los Baños, pero en guion y dirección. Yo no tengo una formación específica en producción ejecutiva. Fueron los cortos y el moverme en ese mundo lo que me llevó a la tarea de productor. y en esos cortos me encargaba tanto de la producción de campo como de la ejecutiva. A partir de ahí, también produje  algunos documentales. Y ya finalmente llegué a los largometrajes de ficción.

 

¿Y cómo has llevado en tu caso compatibilizar tus inquietudes más creativas como director o guionista  con algo aparentemente más técnico y frío como la producción ejecutiva?

A mí la producción ejecutiva también me parece creativa. Y además en España ahora mismo hay un modelo de producción que ya no se limita como antes a buscar dinero, contratos con la televisión y poco más. Ahora se trabaja desde la lectura de guion a la toma de decisiones en muchas fases.

 

¿Tú eres de los productores que van mucho al rodaje?

En el rodaje, concretamente, la verdad es que no participo mucho. Habiendo estado en el otro papel, como director, he aprendido que mientras menos se estorbe en un rodaje mucho mejor. Es un sitio complicado, hay mucha velocidad, una tensión grande, todo el mundo tiene que estar muy concentrado. Yo intento estar el menor tiempo posible. Si hay algo en lo que vea que puedo aportar, lo hago, pero creo que no es la parte en la que más debe estar un productor.
Ahora además creo que viene un cambio potente a la producción ejecutiva. Viene una televisión muy interactiva con el espectador donde creo que va a haber una revolución en todo lo que tiene que ver con la publicidad del producto. Ahí creo que el productor ejecutivo va a tener una fuerza tremenda. Y tendremos que prepararnos para ese cambio, claro.

El cine andaluz ha cambiado mucho desde esos años en los que tú empezabas a hacer cortos. ¿Qué hay que hacer para que se consolide?

Principalmente, como pasa en otros sectores, lo importante es que nos quedemos en Andalucía. Ahora mismo hay un nivel alto tanto creativo como de producción: si la gente que triunfa aquí se va fuera, nos quedamos sin sus ideas. Andalucía es un sitio muy agradable para rodar, estupendo como sabemos por localizaciones y por todo, hay equipos técnicos de primer nivel formados y hay otros equipos fundamentales para la promoción, de los que formáis parte personas y medios como vosotros, como FilmAnd. Y yo creo que todos esos soportes hay que consolidarlos quedándonos aquí, haciendo producciones aquí de todo tipo: series, películas de ficción, documentales… Antes casi teníamos en la cabeza triunfar con algo para irnos a Madrid o Barcelona; ahora, la percepción ha cambiado y queremos triunfar para quedarnos aquí . Y eso es excelente, crea escuela, crea comercio, crea industria, una industria con nuestro estilo. Yo fomento eso: nací en Los Palacios, empecé en Los Palacios y sigo en Los Palacios. Todo lo he hecho desde Los Palacios, al lado de Sevilla, y allí pienso quedarme hasta que termine mis días trabajando en el cine.

 

Hay otro elemento fundamental en el cine andaluz actual que es la coproducción.

Sí, no hay otra forma. La mayoría de los que hemos entrado a producir en Andalucía lo hacemos de manera colaborativa. Pero también me parece interesante señalar que antes cogíamos todo lo que nos llegaba. Nos ofrecían coproducir cualquier obra y lo veíamos como una suerte, saltábamos de alegría,  lo cogíamos todo. Ahora leemos los guiones y sabemos dónde entramos; eso marca un estilo y a mí por lo menos eso me gusta. Para mí la base fundamental es el guion y si uno no se enamora de la idea no debe entrar. Eso es lo que nos está dando realmente un salto de prestigio y calidad. No producirlo todo sino saber escoger. Y es algo de lo que no se habla normalmente.

¿Qué película de la historia del cine te habría gustado producir?

Cualquiera de Stanley Kubrick. Creo que era un genio y las películas que hizo, todas, tienen una producción exquisita, cada una distinta. Todas: 2001La naranja mecánica, Barry Lindon… En sueños, me gustaría producir una de esas.

 

¿En qué proyectos estás ahora?

Ahora mismo estamos dando un pequeño salto en la productora hacia las series y estamos montando dos proyectos de serie interesantes. Y lo más inmediato que tenemos en cine es la película de Fernando Colomo, Antes de la quema, que llega a las salas el 7 de junio. También tenemos un documental muy interesante sobre la esclavitud, que se llama Cachita, que es el nombre con el que se conoce la virgen de la Caridad del Cobre, que creó el sincretismo en Cuba; también hay el proyecto de hacerlo en serie.

Ah, y por último también sigo con la idea de dirigir pronto una película. Y para eso busco productor, porque no quiero producirla yo. Para dirigir hace falta concentrar toda la energía y no ponerse uno mismo limitaciones creativas, por eso prefiero hacerla con otro productor. Es la historia de cuatro antiguos rockeros que vuelven a unirse y hacer su grupo ya con 50 tacos. A ver si consigo rodarla pronto.


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